Dionisio F. Zaldívar Pérez
Professor, School of Psychology, University of Havana
Daily
TRABAJADORES – August 6, 2006
A CubaNews translation. Edited by Walter Lippmann.
http://www.trabajadores.cubaweb.cu/SUPLEMENTO-SALUD/salud-mental/timidez.htm
As
indicated by several authors, shyness is characterized by a feeling of
insecurity, shame or inadequacy in face of new social situations which makes
it impossible or at least hard for an individual to establish a conversation
with other people or interact with them in any way. As a rule it is
accompanied by anxiety, frustration, depression, a sense of
uncomfortableness with both oneself and others, and responses of avoidance
and rejection.
Large
numbers of people are affected by this disorder, mainly in their teenage
years but also as adults.
Although
its inhibiting effects are not as intense as in its most acute form –social
phobia– shyness is usually a setback to interpersonal relations,
particularly with the opposite sex, as well as to one’s job, social life,
profession, and so on.
When there
is social phobia, the individual’s anxiety and even his or her panic attacks
are such that tackling a frightening situation or relation becomes
impossible, whereas a shy person is sometimes capable, not without some
degree of difficulty and dread, of contending with and acting to overcome
destabilizing issues or persons.
Many of
shyness’s causes prove to be related to traumatic events and conditioning
during the individual’s early years: too severe or authoritarian parents
with a distinct tendency to criticize or belittle their children’s acts,
frequent physical and psychological mistreatment, being the butt of his or
her peers’ mockery for some kind of physical disability such as stuttering,
etc., among others.
Likewise,
certain situations can well arise in adolescence, a period of significant
changes in a person’s body and mind, regarding size (above or below average
values), obesity, inability to take part in sports or festive activities or
to mix with people of similar age, academic underachievement, and others
which can fuel scorn or rejection and give rise to feelings of inadequacy,
insecurity or low self-esteem.
What
follows as a result is that the individual –for fear of rejection, derision
or failure– shrinks from taking part in or carrying out certain acts or
activities that expose him or her to public viewing and criticism, and thus
the vicious circle surrounding the shy is further strengthened: “they don’t
dare for fear of failing or being unable to do it, and they are unable to do
it because they don’t dare”.
Getting
over shyness requires, first of all, understanding its inner mechanism, how
one has become a shy person, and acknowledging any past and present
experiences which reinforce such condition.
Secondly,
the individual needs to be motivated and to put in some effort to make
whatever changes are necessary to modify the condition.
Among the essential changes are:
1. Learning
to pay more attention to our positive qualities and values than to the
negative features of our personality.
2. When
dealing with or facing up to a given situation, focusing on how to proceed
rather than on how we feel about it.
3. Learn to
avoid any thoughts of doom –harbingers of a disastrous outcome– and think
positively instead, as a function of strategic actions to facilitate
interpersonal contact. For instance, take care of your appearance, be
articulate and speak without unnecessary haste, assume a confident-looking
posture, look your interlocutor in the eye, stand up straight, etc.
4. Set
yourself some personal goals aimed at improving your determination to relate
to others: say "hi" to your new neighbors, strike up a conversation with
coworkers or with other people at bus stops, etc.
5. Develop
some key social skills, such as: starting and maintaining conversations,
paying compliments, asking for favors, stating personal opinions, etc.
6. Increase
your knowledge or ability to talk about a given topic or to participate in
certain events: be well-informed about some topics of interest like music or
sports, learn to dance, etc., according to the kind of people who move in
your office and social atmosphere.
7. Practice
any technique that helps you keep relaxed: yoga, tai-chi, meditation,
respiration methods, etc.
Should
shyness reach a very high point, you can seek the advice of a specialist,
who can help you overcome your condition successfully by means of proper
strategic treatments like assertive therapy, systematic sensitizing therapy,
cognitive restructuring, and so forth.
---ooOoo---
Dionisio F. Zaldívar Pérez
Profesor Facultad de Psicología de la Universidad de La Habana
6 de agosto
La timidez se caracteriza, según varios autores, por la sensación de inseguridad, vergüenza o inadecuación que una persona siente ante situaciones sociales nuevas que le impiden o dificultan establecer conversación u otro tipo de relaciones con los demás, y suele acompañarse de ansiedad, frustración, depresión; sentimientos de incomodidad consigomismo y con los otros y respuestas de evitación y rechazo.
Es un trastorno que afecta a un número importante de personas, sobre todo en la etapa de la adolescencia, pero también se presenta con alguna frecuencia en adultos.
Aunque los efectos inhibidores de la timidez no son tan intensos como en su forma más acentuada: la fobia social, quienes la padecen suelen ver entorpecidas sus relaciones interpersonales, en particular con el sexo opuesto, así como su participación en actividades laborales, sociales, profesionales, etcétera.
En la fobia social, la intensidad de la ansiedad e incluso los ataques de pánico imposibilitan el enfrentamiento del individuo a la situación o relación social temida; mientras que en el caso de la timidez, el sujeto aunque con dificultad y no sin ningún temor, en ocasiones puede hacer frente a la situación o persona cuya presencia lo desestabiliza.
Muchas de las causas de la timidez podemos encontrarlas relacionadas con experiencias
traumáticas y condicionamientos recibidos durante la primera infancia: padres demasiado severos o exigentes, con marcada tendencia a criticar o devaluar las actuaciones de sus hijos, ser sometidos a frecuentes maltratos físicos y psicológicos, mofas de los compañeros por algún tipo de dificultad física, tartamudez, y otras.
Igualmente durante la adolescencia, período de grandes cambios corporales y emocionales, pueden ocurrir situaciones relacionadas con la talla (mayor o menor que el promedio), obesidad, falta de habilidad para participar en actividades deportivas, festivas o relacionarse con los de edades cercanas a la suya, dificultades académicas y algunas, que pueden provocar la burla o el rechazo, y producir sentimientos de inadecuación, inseguridad o baja autoestima.
Todo lo anterior actúa, posteriormente, como mecanismo que impide al sujeto —por temor al rechazo, la risa o el fracaso— intentar participar o ejecutar determinadas acciones o actividades en las cuales queda expuesto a la observación y a la crítica pública; lo que refuerza o mantiene el círculo dentro del que se ve atrapado el tímido “no se atreve por temor a no poder o fracasar, no puede porque no se atreve”.
Sobreponerse a la timidez requiere en primer lugar entender el mecanismo que opera en esta, el cómo se ha aprendido a ser tímido y reconocer las experiencias pasadas y actuales que lo refuerzan.
En segundo lugar, se necesita estar motivado y esforzarse por realizar los cambios necesarios para modificar la situación.
Entre los cambios esenciales se encuentran los siguientes:
1.- Aprender a prestar atención a las cualidades y valores positivos que poseemos más que a los aspectos negativos de nuestra personalidad.
2.-Al abordar o enfrentar una situación, poner más atención a cómo realizarla que a cómo nos estamos sintiendo.
3.- Aprender a evitar los pensamientos catastróficos, anticipo de resultados del mismo tipo, y a pensar positivamente y en función de acciones estratégicas facilitadotas del contacto interpersonal, tales como: cuidado de la presencia personal, hablar articulando correctamente y sin apresuramientos innecesarios, adoptar postura física que denote seguridad, mirar a nuestro interlocutor a los ojos, mantener el cuerpo erguido, etcétera.
4.- Fijarse algunas metas personales en función de mejorar la iniciativa para relacionarse con los demás: saludar a personas nuevas en el barrio, iniciar diálogos con compañeros del trabajo o con otras personas en paradas de ómnibus, etcétera.
5.- Desarrollar algunas habilidades sociales básicas, tales como: iniciar y mantener conversación, brindar elogios, solicitar favores, expresar opiniones personales, etcétera.
6.- Aumentar sus conocimientos o habilidades para poder hablar sobre determinadas temáticas o participar en determinadas actividades: informarse sobre ciertos temas de interés, música, deportes, aprender a bailar, etc. , de acuerdo con las características de las personas que se mueven dentro de su ámbito laboral y social.
7.- Practicar alguna técnica que lo ayude a permanecer relajado: Yoga, taichi, meditación, técnica de respiración, etcétera.
Cuando el nivel de timidez es extremo, puede requerirse de los servicios de un especialista, quien mediante la utilización de alguna estrategia terapéutica apropiada: terapia asertiva, de sensibilización sistemática, reestructuración cognitiva, etc., puede ayudarlo a sobreponerse exitosamente a su timidez.