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Suplemento Salud

Sobreponerse a la timidez

Dionisio F. Zaldívar Pérez

Profesor Facultad de Psicología de la Universidad de La Habana

6 de agosto 2006

 

La timidez se caracteriza, según varios autores, por la sensación de inseguridad, vergüenza o inadecuación que una persona siente ante situaciones sociales nuevas que le impiden o dificultan establecer conversación u otro tipo de relaciones con los demás, y suele acompañarse de ansiedad, frustración, depresión; sentimientos de incomodidad consigomismo y con los otros y respuestas de evitación y rechazo.

Es un trastorno que afecta a un número importante de personas, sobre todo en la etapa de la adolescencia, pero también se presenta con alguna frecuencia en adultos.

Aunque los efectos inhibidores de la timidez no son tan intensos como en su forma más acentuada: la fobia social, quienes la padecen suelen ver entorpecidas sus relaciones interpersonales, en particular con el sexo opuesto, así como su participación en actividades laborales, sociales, profesionales, etcétera.

En la fobia social, la intensidad de la ansiedad e incluso los ataques de pánico imposibilitan el enfrentamiento del individuo a la situación o relación social temida; mientras que en el caso de la timidez, el sujeto aunque con dificultad y no sin ningún temor, en ocasiones puede hacer frente a la situación o persona cuya presencia lo desestabiliza.

Muchas de las causas de la timidez podemos encontrarlas relacionadas con experiencias

traumáticas y condicionamientos recibidos durante la primera infancia: padres demasiado severos o exigentes, con marcada tendencia a criticar o devaluar las actuaciones de sus hijos, ser sometidos a frecuentes maltratos físicos y psicológicos, mofas de los compañeros por algún tipo de dificultad física, tartamudez, y otras.

Igualmente durante la adolescencia, período de grandes cambios corporales y emocionales, pueden ocurrir situaciones relacionadas con la talla (mayor o menor que el promedio), obesidad, falta de habilidad para participar en actividades deportivas, festivas o relacionarse con los de edades cercanas a la suya, dificultades académicas y algunas, que pueden provocar la burla o el rechazo, y producir sentimientos de inadecuación, inseguridad o baja autoestima.

Todo lo anterior actúa, posteriormente, como mecanismo que impide al sujeto —por temor al rechazo, la risa o el fracaso— intentar participar o ejecutar determinadas acciones o actividades en las cuales queda expuesto a la observación y a la crítica pública; lo que refuerza o mantiene el círculo dentro del que se ve atrapado el tímido “no se atreve por temor a no poder o fracasar, no puede porque no se atreve”.

Sobreponerse a la timidez requiere en primer lugar entender el mecanismo que opera en esta, el cómo se ha aprendido a ser tímido y reconocer las experiencias pasadas y actuales que lo refuerzan.

En segundo lugar, se necesita estar motivado y esforzarse por realizar los cambios necesarios para modificar la situación.

Entre los cambios esenciales se encuentran los siguientes:

1.- Aprender a prestar atención a las cualidades y valores positivos que poseemos más que a los aspectos negativos de nuestra personalidad.

2.-Al abordar o enfrentar una situación, poner más atención a cómo realizarla que a cómo nos estamos sintiendo.

3.- Aprender a evitar los pensamientos catastróficos, anticipo de resultados del mismo tipo, y a pensar positivamente y en función de acciones estratégicas facilitadotas del contacto interpersonal, tales como: cuidado de la presencia personal, hablar articulando correctamente y sin apresuramientos innecesarios, adoptar postura física que denote seguridad, mirar a nuestro interlocutor a los ojos, mantener el cuerpo erguido, etcétera.

4.- Fijarse algunas metas personales en función de mejorar la iniciativa para relacionarse con los demás: saludar a personas nuevas en el barrio, iniciar diálogos con compañeros del trabajo o con otras personas en paradas de ómnibus, etcétera.

5.- Desarrollar algunas habilidades sociales básicas, tales como: iniciar y mantener conversación, brindar elogios, solicitar favores, expresar opiniones personales, etcétera.

6.- Aumentar sus conocimientos o habilidades para poder hablar sobre determinadas temáticas o participar en determinadas actividades: informarse sobre ciertos temas de interés, música, deportes, aprender a bailar, etc. , de acuerdo con las características de las personas que se mueven dentro de su ámbito laboral y social.

7.- Practicar alguna técnica que lo ayude a permanecer relajado: Yoga, taichi, meditación, técnica de respiración, etcétera.

Cuando el nivel de timidez es extremo, puede requerirse de los servicios de un especialista, quien mediante la utilización de alguna estrategia terapéutica apropiada: terapia asertiva, de sensibilización sistemática, reestructuración cognitiva, etc., puede ayudarlo a sobreponerse exitosamente a su timidez.

 

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