Cuba in European homage to Brecht

Julio García Espinosa, Cuban filmmaker and scholar discourses in Berlin on the cardinal importance of Brecht on his life.

By: Joel del Río
Email: cult@jrebelde.cip.cu

November 7 2006 00:08:20 GMT
http://www.juventudrebelde.cu/cultura/2006-11-07/cuba-en-homenaje-europeo-a-brecht/
A CubaNews translation by Ana Portela. Edited by Walter Lippmann.

Bertolt Brecht y Paul DessauBrecht together with his frequent
musical collaborator Paul Dessau.

Although Bertolt Brecht was born on February 10, 1898 in Bavaria and died on August 14, 1956, this year homage is paid to him for half a century since his death, without much hullabaloo, because some powerful and influential persons want to ignore his Marxist leanings. Aside from the fact of being a famed playwright, theater director and German poet, they dare to say that he is no longer fashionable although the truth is that true artists do not pass out of fashion; that his legacy of opposition to traditional realist theater continues with his freer narrative forms in which he uses techniques of distancing such as asides, subtitles and masks to prevent the spectator from identifying with the roles seen on stage.

Important figures of the art world were invited to the commemoration offered by the Marx and Engels Foundation of Berlin. In addition to theater people -- such as the famed Italian, Dario Fo, Nobel laureate in literature -- but also philosophers, psychologists and other specialists. The only Latin American invited and also, the only filmmaker of international acclaim was Julio Garcia Espinosa, author of Caucasian Chalk Circle, Three Penny Opera, Mother Courage and her children or The Life of Galileo Gallelei who shared the stage with a discourse on the cardinal importance of Brecht in his life from the moment he came across him during his film studies in Rome.

Many ideas were shared at the Berlin meeting on the revolutionary importance of Brecht, the importance of his works in the cultural scene of the 20th century and the validity of his theories about taking distance from the spectator as an essential factor in the process of educating the public. The Cuban filmmaker and theoretician was invited since the organizers of the event consider him one of the filmmakers who has done more in applying Brecht theories to films.

Manfred Wekwerth, one of the most ardent followers of Brecht and his successor in the well known Berliner Ensemble, publicly declared that if Brecht were alive he would have enjoyed Cuban films such as The Adventures of Juan Quinquín (1967) and The Useless Death of My Buddy Manolo (1989), both written and directed by Garcia Espinosa. They are a combination of classical and satirical or colloquial genres and also attempt to shake the conscience of the public and lead it away from passiveness to reflection, as Brecht would have done.

The German company, IceStorm, recently released several Cuban films in DVD format that include Adventures of Juan Quinquín which German intellectuals appreciate in its entirety. Wekwerth has been to Cuba with his wife, the actress Renate Richter, participating in the 2004 Book Fair in which Germany was the guest of honor.

Julio maintained close contact with the Brecht universe through those legendary montages of Teatro Estudio and of Vicente Revuelta during the sixties. "When an artist assumes a certain theory,"  he assures us while commentating the meeting, "it is because he finds himself in it. For Brecht, what was important was to offer a scene of transformable reality because everything in life has a human origin, all can be changed. Brecht tries to avoid separating feeling from thinking; he searches for emotion, the feeling and, above all, thought.

People in Germany are very surprised to find that there is a scholar and continuator of the direction of Brecht since it is one of the very few artists who have put his theories in practice in a socialist country so far away and in "exotic" Latin America and also in a cinematic environment. The seventh art internationally has been quick to capture the techniques pioneered by other theater scholars such as Stanislavski (the theory applied by the Actors Studio). At one time, Brecht came into conflict with the dogmatic leaders of socialist realism.

A physician by training, he came in contact with the theater scene due to frequent trips to Berlin. His relationships with socialist artists and his studies of the works of Hegel and Marx influenced his ideology that led him to flee Berlin from Nazi persecution.

The work of this genius dramatist perhaps can only be understood through admiration and differences, from complicity and at a distance. Julio Garcia Espinosa likes to repeat two phrases by Brecht: "Learning can be the reason for great pleasure" and "ideas are like money, they are to be spent, not saved".

Precisely, Espinosa is intent to continue to study in depth, re-interpreting and handling the Brecht legacy until it is completed "spent", because the Cuban is convinced that his work can offer much more to films. And, on the other hand, those who have turned the page on personalities of this magnitude are the same that believe that producing artists is cyclical. They equate fame to talent and art as a passing fashion and trivial. Brecht transcends these vicious and commercial circles. That is why so many people are intent on silencing him, on forgetting him, 50 years after his death.

 

Cuba en homenaje europeo a Brecht

Julio García Espinosa, realizador y teórico cubano expone en Berlín sobre la cardinal importancia de Brecht en su vida

Por: Joel del Río

Correo: cult@jrebelde.cip.cu

07 de noviembre de 2006 00:08:20 GMT
 

Bertolt Brecht y Paul Dessau
Brecht, de pie junto a Paul Dessau, colaborador habitual en la creación musical para sus obras.

Aunque Bertolt Brecht nació el 10 de febrero de 1898, en Baviera, y falleció exactamente el 14 de agosto de 1956, a lo largo del presente año se ha conmemorado el medio siglo de su deceso, sin demasiado ruido, pues algunos poderosos e influyentes, en su empeño por demeritar la orientación marxista del célebre dramaturgo, director de escena y poeta alemán, se atreven a testificar que ya no está de moda, si bien la realidad indica que los verdaderos artistas no pasan de moda y que continúa siendo preeminente su legado de oposición al teatro realista tradicional, y su preferencia por formas narrativas más libres, en las cuales empleara técnicas de distanciamiento tales como los apartes, los intertítulos, y las máscaras, para evitar que el espectador se identificara con los personajes de la escena.

Importantes figuras del mundo de las artes fueron invitadas a la conmemoración por parte de la Fundación Marx y Engels, de Berlín, y no solo teatristas —como el ilustre italiano Darío Fo, premio Nobel de Literatura—, sino también filósofos, psicólogos y otros especialistas. El único invitado latinoamericano, y además el único cineasta presente en la internacional evocación al autor de El círculo de tiza caucasiano, La ópera de los tres centavos, Madre Coraje y sus hijos o La vida de Galileo Galilei, fue Julio García Espinosa, quien compartió con el ilustre auditorio una ponencia sobre la cardinal importancia de Brecht en su vida, a partir de que comenzó a conocerlo a mediados de los años 50, cuando García Espinosa estudiaba cine en Roma.

Muchas fueron las ideas que se intercambiaron en el cónclave berlinés sobre la trascendencia revolucionaria de Brecht, la importancia de sus obras en el acervo cultural del siglo XX, y la vigencia de sus teorías acerca del distanciamiento del espectador como factor esencial para el proceso de aprendizaje del público. El realizador y teórico cubano fue invitado en virtud de que los organizadores del evento lo consideran uno de los cineastas que más ha hecho en pro de aplicar las teorías brechtianas al cine.

Manfred Wekwerth, uno de los fervientes continuadores de Brecht, y además su sucesor al frente del célebre Berliner Ensemble, aseguró públicamente que si Brecht viviera habría disfrutado mucho con dos películas cubanas como Aventuras de Juan Quinquín (1967) y La inútil suerte de mi socio Manolo (1989), ambas con guión y dirección de García Espinosa, las dos concebidas cual inusitadas combinaciones de los géneros clásico y satírico o coloquial, además de intentar sacudir la conciencia del público y llevarlo de una pasividad acrítica a la reflexión, como lo buscaba Brecht.

La firma germana IceStorm publicó no hace mucho, en DVD, varios filmes cubanos entre los cuales se encuentra Aventuras de Juan Quinquín, que la intelectualidad alemana aprecia en todo lo que vale. Wekwerth ha estado en Cuba con su esposa, la actriz Renate Richter, participando de la Feria del Libro de 2004, cuando Alemania fue el país invitado de honor.

Julio se mantuvo en estrecho contacto con el universo brechtiano a través de aquellos legendarios montajes de Teatro Estudio, y de Vicente Revuelta, en los años sesenta. «Cuando un creador asume una determinada teoría —nos aseguró mientras comentaba sobre el coloquio— es porque se encuentra a sí mismo en ella. Para Brecht lo importante era ofrecer en escena una realidad transformable, ya que todo en la vida tiene un origen humano, todo puede ser cambiado. Brecht trata de no separar el sentir del pensar, busca la emoción, el sentimiento, y por encima de todo, el pensamiento».

En Alemania, llama poderosamente la atención el que en Cuba exista un estudioso y continuador de los caminos inaugurados por Brecht, pues se trata de uno de los poquísimos creadores que ha puesto en práctica estas teorías en un país socialista, en la distante y «exótica» Latinoamérica, y además, en el ámbito cinematográfico. Ya se sabe que el séptimo arte internacional ha sido mucho más propenso a captar las enseñanzas de otros teóricos del teatro como Stanislavski (basamento del célebre Actor’s Studio norteamericano), y son conocidas las fricciones del dramaturgo alemán, en cierta época, con los dogmáticos líderes del realismo socialista.

Médico de formación, entró en contacto con la escena teatral debido a sus frecuentes viajes a Berlín. Su relación con artistas socialistas y sus estudios de las obras de Hegel y Marx influyeron en su ideología, que le obligó a huir de Berlín durante la persecución nazi.

La obra del genial dramaturgo tal vez pueda comprenderse solo a partir de la admiración y la discrepancia, desde la complicidad y a la vez la distancia. A Julio García Espinosa le gusta repetir dos frases de Brecht: «Aprender puede ser motivo de un enorme placer» y «las ideas son como el dinero, son para gastarlas, no para guardarlas».

Precisamente la idea de Julio consiste en continuar estudiando a fondo, reinterpretando y manejando el legado brechtiano hasta «gastarlo», pues el cubano está convencido de que su obra puede aportarle mucho más al cine, y por otra parte, quienes han decretado la vuelta de página sobre personalidades de este tamaño son los mismos que creen en la posibilidad de fabricar artistas cíclicamente, que consideran la fama igual al talento y al arte como una moda pasajera y fútil. Brecht trasciende tales círculos viciosos y comercialistas, de ahí que haya tanta gente interesada en acallarlo, en olvidarlo, 50 años después de su deceso.