El Gobierno de España está
abriendo frentes contra lo que denomina ?inmigración ilegal?, pero curiosamente
sólo para impedir la llegada de africanos a sus costas, pues eso no ocurre con
indocumentados procedentes de Europa del este.
Las opiniones están divididas a favor y en contra del término ?ilegal?, que
muchos consideran discriminatorio y racista pues se aplica básicamente a los
subsaharianos que prefieren arriesgar dinero y vidas en cayucos y pateras antes
de morir de hambre en sus países.
Antiguamente España arrancaba literalmente de su hábitat a los negros para
embarcarlos hacia América en condición de esclavos con el fin de que echaran
raíces en las plantaciones de caña de azúcar, café, cacao y algodón en sus
colonias para engrosar las riquezas de la Corona.
Ahora los presentan como un problema. El Gobierno considera que enfrentar ese
fenómeno no es solamente una tarea de España, sino de toda la Unión Europea.
No porque los africanos, una vez legalizados, pueden desplazarse por todo el
continente como cualquier español, sino, además, por los ingresos de ilegales
del este europeo que entran por los aeropuertos sin riesgo alguno.
En el caso de América Latina, los controles migratorios aumentan desde que
fueron legalizados los que ya radicaban en España. Las facilidades de ingreso
han sido eliminadas, en primer lugar las exenciones de visado de que gozaban
determinados países como Ecuador.
Los criterios del Gobierno para el ingreso definitivo de extranjeros ahora son
más elitistas: puertas abiertas a la emigración que responda a las necesidades
económicas y laborales del país, y cerradas a aquella que se encauce por otras
vías. Pragmatismo por encima de todo.
En la reciente visita a Madrid del coronel Ely Ould Mohamed Vall, presidente del
Consejo Militar por la Justicia y la Democracia de Mauritania, quedó bien claro
el nuevo cuadro: España está consciente de que los cayucos y pateras continuarán,
por lo tanto hay que impedirlo.
Desde el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, hacia abajo,
rogaron al militar mauritano permitir operar a la aviación española desde su
territorio para controlar las pateras, y reforzar la vigilancia marítima desde
los comandos de Frontera Exterior (Frontex, la fuerza de la Unión Europea
desplegada contra los ilegales).
desequilibrio
en las propuestas
Apenas hay comparación entre esas propuestas militares y las civiles para
intentar detener el flujo de inmigrantes, pues estas últimas casi ni existen, y
ni la una ni las otras atacan el centro del problema, que es el subdesarrollo y
la miseria.
No hay acuerdos económicos y de desarrollo que estimulen a detener la
inmigración procedente de la propia Mauritania, Senegal, Gambia, Mali, Guinea
Bissau y Conakry o Cabo Verde.
Madrid los presiona para que acepten las repatriaciones ?que se producen muchas
veces de forma dolorosa y bajo engaño como denunció hace unos días en Gambian
Afro News? lo que al parecer no hacen con los europeos.
Los magrebíes sufren las mismas calamidades. España y Marruecos tienen
pendientes una cumbre bilateral en la que la situación de Ceuta y Melilla estará
en el centro de las conversaciones.
Pero antes se producirá una de Zapatero con Abdelaziz Buteflika, el presidente
de Argelia, quien insiste en que una solución a la inmigración debe pasar por la
Unión Africana aunque Marruecos persista en no formar parte de ella.
Lo que hace España con acuerdos como el que desea con Mauritania, como se
denunció en un seminario internacional sobre comunicación en Oviedo, no es muy
diferente de lo que busca Estados Unidos con el muro que construye en su
frontera con México.
http://orbe.prensa-latina.cu/Default.aspx?C0=1.0.1.0.0.1722082186&C1=1.4.0.8.0.1171806096&C2=1.0.0.0.0.469518786&C3=1.1.1.0.0.1866297238&C4=1.2.1.0.0.260860231&C5=1.3.1.0.0.2047107064&C6=1.0.0.0.0.1706150936&C7=2.0.0.3.0.502730638&C8=3.0.0.3.0.646424057&C9=4.0.0.3.0.1676546936&C10=1.0.0.0.0.1583478836&C11=5.0.0.3.0.1775593470&C12=6.0.0.3.0.1149574010&C13=7.0.0.3.0.413056693&C14=1.0.0.0.0.886258975&P=IZ&CT=14&PA=IZ&PV=1.1.0.0.1.1&ID1=25f431ec-9ce2-4cbc-beba-6a66a3b0956d&ECClik=1866297238