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SPECIAL REPORT

CULTURE

The visible side of the moon
By RAÚL MENCHACA

A CubaNews translation. Edited by Walter Lippmann
http://cubahora.co.cu/index.php?tpl=principal/ver-noticias/ver-not_cult.tpl.html&newsid_obj_id=1012630

AIDS is one of the themse dealt with in the Cuban telenovela La Cara Oculta de la Luna (The Dark Hidden Side of the Moon.)

AIDS is one of the topics of Cuban soap opera La cara oculta de la Luna (The hidden side of the moon).

The soap opera La cara oculta de la Luna (The hidden face of the moon) has cranked up public opinion in the country because of its dealing with issues hardly ever covered by national television, such as AIDS, dissipated sex lives, homosexuality or lack of communication between parents and children.

Made by Rafael ‘Cheíto’ González, Roberto Puldón and Virgen Tabares, this serial triggered passionate reactions, either in favor of or against it, since it was released almost two months ago and gave rise to home and even street debates that the media started to cover.

La cara oculta... is still going through the second of at least four parallel stories focused on several people who caught AIDS in various ways, though it’s already required discussion at every corner.

Putting aside its making and even the acting performed by renowned Cuban figures, I am only stressing on the values of open debate in the interests of clarifying our collective conscience regarding individual responsibility.

This soap opera has undeniably paved the way as no other ever did in Cuba for widespread defensive reflections on quite dissimilar points of view, being branded as ‘a serial for pussies’ as often as it has been sanctified as ‘the best national TV program yet’.

Hence the artistic deed’s greatest achievement: opening a space for controversy and thus setting social thinking in motion by making us all ponder over something which goes beyond getting as painfully tragic a disease as AIDS.

Behind the public exposure of the drama imposed today by HIV, an exchange of opinions and viewpoints flares up on intolerance, selfishness, misunderstanding, disrespectfulness and lack of communication among people, the ultimate indications of a society’s direction..

Only by means of individual thoughts which pervade social collectivity can the problems brought to light by La cara oculta… be understood. The approach to these issues proves that sometimes we need more common sense, honesty, integrity and humanism among people, regardless of any sexual orientation or how ingenuously dazzling our children may be.

Confrontation between opposing views in a society that is still markedly machista despite the film Fresa y chocolate (Strawberry and Chocolate) will have no choice but to provide a favorable parity to Cuba’s social structure, within which are many stories similar to those we see in this TV series and as many still to be exposed and publicly discussed.

Not talking about a phenomenon doesn’t mean it’s not there, so it’s essential that our media, as another vehicle of artistic expression, address issues of public concern without dodging in the face of debate by being strait-laced and averting our eyes.

A society which recognizes itself on TV and is sufficiently mature and qualified to air its problems in public, will no doubt lead to higher stages. Such is the purpose of this serial which has unleashed the demons and angels of discussion, which is, after all, the visible side of the moon.

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  Año 619/05/200617:15"Año de la Revolución Energética"
La cara visible de la Luna

Autor: RAÚL MENCHACA

http://cubahora.co.cu/index.php?tpl=principal/ver-noticias/ver-not_cult.tpl.html&newsid_obj_id=1012630

Uno de los temas que trata la telenovela cubana La cara oculta de la Luna es el del Sida.

Una telenovela: La cara oculta de la Luna, se ha convertido en el detonador de la opinión pública cubana con el tratamiento de temas poco abordados en la televisión nacional como el SIDA, el desenfreno sexual, la homosexualidad, el bisexualismo o la incomunicación entre padres e hijos.

Desde que hace casi dos meses comenzó a transmitirse la serie de Rafael "Cheíto" González, Roberto Puldón y Virgen Tabares, los espectadores reaccionaron airados a favor o en contra del serial, para abrir una polémica que se propagó de la calle a los medios de prensa.

La teleserie, cuyo eje central es la vida de varias personas contagiadas con VIH por diferentes vías, aún transcurre por la segunda de al menos cuatro historias paralelas, pero ya es tema obligado en cada esquina.

Dejando a un lado la factura artística y hasta el desempeño actoral de reconocidas figuras de la escena nacional, solo apunto el valor de la discusión abierta, en aras de clarificar la conciencia colectiva sobre la responsabilidad individual.

Nadie puede negar que esta telenovela, quizás como ninguna otra realizada en Cuba, ha generado una reflexión colectiva a partir de la defensa de puntos de vista tan dispares, al tildarla como "una novela para flojos" o llegar a santificarla como "lo mejor que ha hecho la televisión nacional".

Y ese ha sido el mérito mayor de ese hecho artístico: abrir un espacio a la polémica y así mover el pensamiento social, hacer que todos reflexionen acerca de algo que va más allá del contagio con una enfermedad tan dolorosamente trágica como el SIDA.

Detrás de la exposición pública del drama que constituye hoy esa enfermedad, aflora el intercambio de opiniones y puntos de vista sobre la intolerancia, el egoísmo, la incomprensión, la falta de respeto y la incomunicación entre los seres humanos, quienes son los que en última instancia determinan el rumbo de una sociedad.

Únicamente un pensamiento individual, que trascienda al colectivo social, puede permitir la comprensión de los problemas que desnuda La cara oculta de la Luna, cuyo tratamiento demuestra que a veces hace falta más sentido común, honestidad, integridad o humanismo entre las personas, apartando a un lado la orientación sexual o el deslumbramiento candoroso que provocan los hijos.

El enfrentamiento entre opiniones contrapuestas, en una sociedad que aún es marcadamente machista a pesar del filme Fresa y chocolate, tendrá necesariamente que dejar un saldo favorable al entramado social cubano, ese mismo que guarda en su interior muchas historias como las reflejadas en la teleserie y otras tantas que aún esperan por la exposición y discusión pública.

No hablar de un fenómeno no significa que no exista, por eso es imprescindible que los medios, como vehículos también de expresión artística, aborden temas cercanos al público y no eludan la confrontación, poniendo con mojigatería la mirada en otro lado.

Una sociedad que se reconoce en la televisión y que tiene la suficiente madurez y preparación para airear públicamente sus problemas, nos lleva sin dudas a un estadio superior. A eso apunta esta teleserie que ha soltado los demonios y los ángeles de la polémica, y esa es, en buena hora, la cara visible de la Luna.

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Fuente: EXCLUSIVO, 21/04/06