Granma
May 15, 2006

For a new natural history of mankind

ENRIQUE ROMÁN

A CubaNews translation. Edited by Walter Lippmann
http://www.granma.cubaweb.cu/2006/05/15/cultura/artic01.html

Why did societies from various regions of the planet take such different evolutionary courses along millennia? Why did their peoples developed more or less rapidly as compared to each other? Why have some of them managed to dominate others?

guns, germs, and steel author Jared Diamond

U.S. scientist Jared Diamond set out to answer these questions in his best known work yet, Guns, germs, and steel (Editorial Científico Técnica, La Habana, 2005) so as to shed light on the complex phenomenon they address by taking human life on Earth and its link to our natural environment as his starting point.

In an effort of the first magnitude, he attempted to summarize the contribution provided nowadays by sciences like botany, genetics, molecular biology or biogeography, as much related to crops as they are to animals and disease-causing germs (responsible for historic exterminations of massive proportions, for instance, in pre-Columbian civilizations following their contact with European conquistadors). The same goes for human genetics and epidemiology, linguistics, archeology and studies on the history of technology, writing and political organization.

Qualified in most of the above fields, Diamond summed up his views in this book of over 400 pages, first published in 1997. The outcome is an impressive and learned argument that earned him many a recognition –including the Pulitzer Prize in 1998– as the author of undeniably scientific rigor, written furthermore in a language within the uninitiated’s reach.

The American professor’s intention was to refute statements putting unequal development down to unequal abilities of the races to which the members of every studied community belong. As a result, he also faced currents which ascribe superiority to the Europeans and their social creations. His text, as he explicitly said, was aimed against the bases of racism and Eurocentrism in the interpretation of history.

To oppose them, he devoted his work to explaining humanity’s long history since the emergence of hominids and the subsequent coming into existence of the homo sapiens owing to each region’s eating possibilities (presence or absence of edible crops and variations in their productivity; availability of domesticable, economically significant animals, or lack thereof) and, later on, people-to-people transmission of germs, language development and the skill to use technologies, mainly military ones.

According to Diamond, the possibilities afforded each human settlement by their geographical environment, which is at the very origin of social formation, paved the way for different degrees of evolution in different communities.

The book gave rise to ample discussion, impossible to cover in this review, within U.S. academia. Gathered on one side, as expected, were those who attribute uneven rhythms of development to biological diversity, while on the other were those who rightly pointed at the restrictive, insufficient character of geographical determinism as the cause of human progress.

Indeed, Diamond presents himself as an exponent of geographical determinism who specializes on forces outside the various human societies which no doubt provided the framework of natural possibilities where the latter acted and evolved. However, he pushes into the background the fundamental internal dynamics of social settlements and classes as web as the capabilities of their economic foundations, culture and ideas.

U.S. Marxist journal Science and Society typified the insufficiency of Diamond’s basic approach as follows: "In order to fully consider recent history’s great significance, geographical determinism must be supplemented with historical materialism".

But all critics –and exegetists, of course– agree that this is an important, remarkably informative work about the development of human beings and their exchange with environment, sprouted from an essentially humanist concern.

After going easily over its 400 pages, the readers will have noticeably enriched their view about our planet, its diverse ecosystems and human history itself. They will have gained keys to better understand the need to protect the centuries-old man-nature relationship now that the dizzy and often irrational rate of natural resource exploitation is threatening both our environment and the very survival of our species.

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Para una nueva historia natural del hombre

ENRIQUE ROMÁN

http://www.granma.cubaweb.cu/2006/05/15/cultura/artic01.html

¿Por qué, a lo largo de una historia milenaria, las sociedades establecidas en diferentes regiones del planeta han evolucionado de modo distinto, y sus poblaciones han experimentado un desarrollo más o menos rápido al compararlas entre sí? ¿Por qué unas han llegado a dominar a otras?

Jared Diamond, autor de Armas, gérmenes y acero.

El científico norteamericano Jared Diamond se propuso en su más conocida obra, Armas, gérmenes y acero (Editorial Científico Técnica, La Habana, 2005) responder estas preguntas y esclarecer el complejo fenómeno que ellas resumen, tomando como punto de partida el surgimiento de la vida humana sobre la tierra y su vínculo con el entorno natural.

El esfuerzo era de magnitudes impresionantes. Suponía sintetizar lo que aportan hoy ciencias como la botánica, la genética, la biología molecular o la biogeografía, vinculadas tanto a los cultivos como a los animales y a los gérmenes causantes de enfermedades (causantes de gigantescos exterminios históricos, por ejemplo, en las civilizaciones precolombinas tras su contacto con los conquistadores europeos). Igualmente, la genética y la epidemiología humanas, la lingüística, la arqueología y los estudios de historia de la tecnología, la escritura y la organización política.

Diamond, formado en la mayor parte de estas disciplinas, resumió sus consideraciones en esta obra de más de 400 páginas, publicada inicialmente en 1997. El resultado es una impresionante y erudita argumentación que le valió numerosos reconocimientos —entre ellos un premio Pulitzer en 1998— como texto de indiscutible rigor científico, expuesto además en un lenguaje accesible para un público no necesariamente iniciado.

El profesor norteamericano se propuso desmentir las corrientes que atribuyen el desarrollo desigual a capacidades desiguales de las razas a las que pertenecen los integrantes de cada comunidad estudiada Al hacerlo, enfrentó también las corrientes que atribuyen superioridad al hombre europeo y a sus creaciones sociales. Su texto, afirmó explícitamente, iba dirigido contra las bases del racismo y del eurocentrismo en la interpretación histórica.

En oposición, dedicó su obra a explicar la larga historia de la humanidad, desde la emergencia de los homínidos y la aparición posterior del homo sapiens, a partir de su reacción frente a las posibilidades alimentarias de cada región (presencia o ausencia de cultivos adaptables para el consumo humano y diferencias en su productividad; existencia o no de animales domesticables y económicamente significativos) y posteriormente, de las transmisiones de gérmenes entre un pueblo y otro, de los desarrollos del lenguaje y de la capacidad para el uso de las tecnologías, particularmente militares.

Las posibilidades que el entorno geográfico brindó a cada enclave humano ocasionaron, según Diamond, la evolución diferente de comunidades distintas y están en el origen mismo de las formaciones sociales.

El libro generó un amplio debate, inabarcable en esta reseña, en la comunidad académica estadounidense. En un extremo se colocaron, como era de esperarse, quienes atribuían a las diferencias biológicas los ritmos desiguales de desarrollo.

En el otro, quienes señalaron acertadamente el carácter restrictivo e insuficiente del determinismo geográfico como explicación del desarrollo humano.

Diamond, en efecto, se presenta a sí mismo como un exponente del determinismo geográfico. Es un estudioso de las fuerzas externas a las distintas sociedades humanas, que sin duda proporcionaron el marco de posibilidades naturales en el que estas actuaron y evolucionaron. Pero relega a un segundo nivel de significación la primordial dinámica interna de las formaciones y clases sociales y la capacidad de su base económica, de la cultura y de las ideas.

La revista marxista estadounidense Science and Society caracterizó así la insuficiencia del enfoque básico de Diamond: "Para considerar plenamente la amplia significación de la historia reciente, el determinismo geográfico debe ser complementado por el materialismo histórico".

Pero todos los críticos —y exégetas, por supuesto— coinciden en que estamos ante una obra importante, con una cantidad formidable de información sobre el desarrollo del ser humano y su intercambio con el entorno natural, nacida de una preocupación básicamente humanista.

Vencidas con facilidad sus 400 páginas, el lector habrá enriquecido notablemente su visión de nuestro planeta, de sus diversos ecosistemas y de la historia misma de la humanidad. Habrá ganado claves para comprender mejor la necesidad de proteger la milenaria relación entre el hombre y la naturaleza en los días actuales, cuando los ritmos vertiginosos y muchas veces irracionales de explotación de los recursos naturales amenazan a nuestro entorno, y a la propia supervivencia de nuestra especie.