Juventud Rebelde
May 11, 2006


A CubaNews translation. Edited by Walter Lippmann
http://www.juventudrebelde.cu/2006/abril_junio/mayo-11/mundo_bush.html

 

SuperBush to the rescue or to the trash can

Juana Carrasco Martín
internac@jrebelde.cip.cu

 

Foto: AP.Once again George W. Bush went to Florida. Not out of love for the sunshine and warm weather of the peninsula, nor on a heartfelt family visit to this brother and nephews, but for purposes of purely political interests that involve, as appropriate, monetary issues.

 

Like a full-blown Superman of neo-conservatism, W went to boost whatever chances the Republicans may have in the November elections, collect some cash to that effect and, in passing, give a touch of populism by promoting Medicare’s alleged benefits to the elderly.

 

That much was in his Monday schedule, amid the indisputable removal that sent shockwaves through the secretive espionage or intelligence community, however they want to be called, and the latest drop in his popularity ratings shown by polls to be at 31% of approval. Only three out of every ten Americans trust ‘their’ President.

 

But the main reason for his little trip is that representative Clay Shaw was, money-wise, barely ahead of his contender, Democrat senator Ron Klein. A gentle prod from his boss brought forth 800 000 dollars when he passed the hat around those who attended an ‘exclusive’ private gathering held in a stately home by a lake whose owner is Mike Maroone, president and C.E.O. of AutoNation Inc., the biggest car retailer in the United States.

 

As usual, Bush took little or no notice of several tens of people who found out he was around and started a demonstration against the war in Iraq and other ills, carrying signs that said, “Stop oil addiction” and “Hands out of my civil rights”.

 

This part of the President’s visit to Fort Lauderdale was hardly publicized, unlike everything he did on Tuesday and Wednesday while visiting three other towns in Florida (Coconut Creek, Sun City Center and Orlando). The goal remained unchanged: midterm elections next November, although by all appearances he’s promoting Medicare’s complicated insurance program to cover prescription drugs.

 

Not that he’s so keen that old people can understand their plan or ‘benefit’ from the system: it’s a well-known fact that senior citizens represent a significant share of electors in the state ruled by his brother Jeb, for they religiously go to the polls, so he decided to sweeten the pill and prevent Republican candidates from loosing ground after so many disaster and bad omens fueled by Bushist policies.

 

Incidentally, Bush made good use of his stay in Orlando to beat the drum for his clan and portrait his younger brother as an “excellent” leader with “a brilliant political future” who would be “a great president”. Furthermore, in a staging worthy of Broadway’s heyday, he admitted: “I insistently asked him about his intentions”, but Jeb gave no answer. How they would love to continue the political dynasty!

 

Thus was the Floridian tour, the schedule and detailed plans of which were found in a trash can in Washington few hours before departure from the White House.

 

Beyond how meaningful it is to the Secret Service that those discarded confidential documents revealed the President’s movements, the members of his entourage and even the name of the military aide whose wrist is chained to a small briefcase containing codes to launch nuclear missiles, we would have to assume that they were found by a cleaning lady, because someone inside the White House thinks to have thrown them in the right place...

 

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http://www.juventudrebelde.cu/2006/abril_junio/mayo-11/mundo_bush.html
SuperBush al rescate o a la basura

 
Juana Carrasco Martín
internac@jrebelde.cip.cu

Foto: AP.Nuevamente, George W. Bush estuvo en la Florida. No por amor al sol y las cálidas temperaturas de la península, tampoco por razones de sentimiento familiares en visita personal al hermano y a los sobrinos, sino por puro interés político, en las que, como corresponde, también hay cuestiones de dinero de por medio.

Como todo un Superman del neoconservadurismo, el W. fue a impulsar los chances que puedan tener los republicanos con vistas a las elecciones de noviembre, levantar efectivo para esos menesteres y, de pasada, dar un toque de populismo promoviendo supuestos beneficios del Medicare para los ancianos.

A todo ello se dedicó el lunes, en medio de la indiscutible remoción que sacude a la secreta comunidad del espionaje o la inteligencia, como prefieren llamarse, y la más reciente caída de su popularidad en las encuestas: 31 por ciento de aceptación. Solo tres de cada diez estadounidenses confían en «su» Presidente.

Pero el asunto central que motivó el viajecito es que el representante Clay Shaw apenas aventajaba en plata a su oponente demócrata, el senador Ron Klein. Necesitado del empujoncito del jefe, este se tradujo en 800 000 dólares, luego que, a puertas cerradas, pasó el cepillo a los asistentes a una «selecto» ágape en la mansión que posee junto a un lago Mike Maroone, presidente y jefe operativo de AutoNation Inc., la mayor compañía de venta minorista de autos de Estados Unidos.

Poco caso, como acostumbra, hizo el Bush a varias decenas de personas, que enteradas de su presencia en esos lares, protestaron contra la guerra en Iraq y otros males, levantando letreros en los que se leía «Detengan la adicción petrolera» y «Manos fuera de mis derechos civiles».

No hubo mucha publicidad para esta parte de la visita presidencial a Fort Lauderdale. Pero sí de cuanto hizo entre martes y miércoles, cuando visitó otras tres localidades floridanas (Coconut Creek, Sun City Center y Orlando). El objetivo es el mismo: las elecciones de medio tiempo el próximo noviembre, aunque a la luz pública esté promoviendo el complicado programa de cobertura para la prescripción de medicamentos mediante Medicare.

Y no es que tenga mucho interés en que los viejitos entiendan su plan o se «beneficien» con el sistema, sino que es bien sabido que los mayores son parte importante de los electores en el estado gobernado por su hermano Jeb, acuden religiosamente a las urnas, y va a dorarles la píldora para que los candidatos republicanos no pierdan terreno, luego de tanto descalabro y malos presagios provenientes de las políticas bushianas.

Por cierto, en Orlando, Bush «aprovechó» el tiempo para el clan, asegurando que su hermanito es un líder «excelente», su «futuro político es brillante», sería un «gran presidente» y, en una puesta en escena digna de la mejor temporada teatral de Broadway confesó: «Lo interrogué con insistencia sobre qué intenciones tiene», pero Jeb no le respondió. Y tanto que les gustaría seguir la dinastía política...

Así ha transcurrido el tour floridano, cuya programación y planes detallados fueron encontrados en un cesto de basura en Washington pocas horas antes de la partida desde la Casa Blanca.

Mas allá de lo significativo que es para los Servicios Secretos que esos documentos secretos botados den el desplazamiento presidencial, integrantes del cortejo acompañante, y nombre de hasta el acólito militar que lleva sujeta a la muñeca la maletica con los códigos nucleares para lanzar los misiles, habría que deducir que fueron encontrados por el encargado de la limpieza, porque alguien dentro de la Casa Blanca piensa que los lanzó al lugar justo...