
Alcoholism: A
battle which can be won
(2006/04/06)
By: Raúl Fuillerat Alfonso fuillerat@yahoo.es
A CubaNews translation by Ana
Portela.
Edited by Walter Lippmann.
According
to the American Medical Society of Addiction and the National Council on
Alcoholism and Drug Dependence, alcoholism is classified as a chronic primary
disease with genetic, psychosocial and environmental factors that influence its
development and manifestations.
In general, this disease
passes and evolves in a progressively fatal form.
Alcoholism is defined as in
a person with a reduced capacity to control drinking, producing an obsessive
concern for alcohol, for its use, in spite of its adverse consequences, above
all disturbances that could affect a better functioning of some fundamental
psychic process such as the memory, attention and behavior.
One of the most outstanding
characteristic of these patients is that they are unaware of the illness,
constantly denying it, above all, when intoxicated going easily from a state of
euphoria and aggressiveness, at times, to states of depression, invalidity,
frustration, all factors that affect self esteem and their function and normal
development, both individually as in the family and social environment. When the
problem is denied, that is a very characteristic symptom of these patients, they
tend to be evasive when confronted with the manner of drinking.
Denial of the disease is a
frequent symptom in these patients and when told of their diagnosis by a health
professional or if suggested by a close family member, and is rejected becoming
very difficult to make them understand the diagnosis of the disease. Among
persons who are not yet alcoholic are those that we can group as at risk.
These persons are prone to
being alcoholics, they are not aware that they are persons at risk, have no
understanding of the risk and, therefore, avoid any suggestion, convinced that
they are not prone to the disease; also they are convinced that they will never
become alcoholics.
When a health professional
makes a diagnosis of alcoholism or the possibility of becoming one, that answer
will always be, “I don’t drink so much”, “I only drink on weekends”, I am not a
serious drinker”, or perhaps give excuses justifying their drinking.
Rationalization and denial
are part of the disease of the alcoholic.
Frequently, there are
persons who over drink and are at risk or are already alcoholics, the bad habit
of drinking as a form of evasion of problems and conflicts presented in life,
regardless that those who incur in this addiction, at an early age, they imitate
adults, family members or with those who live with him; others because of a
false concept of manliness, because, often, mostly in adults who over drink,
there is the theory that a male child, to be really macho, very manly, must
learn to drink alcohol.
The problems when they
appear must be classified; there is a solution, it is a long-term solution or
has no solution and, based on this classification we know how to proceed.
Many people often rely on
medicines or stimulants or, as occurs in the issue we are dealing with, they
turn to alcohol. This is a way of getting into the habit or addiction.
Another source or means of
becoming an alcoholic is frustration, they are persons who assume goals above
their possibilities and when they fail to achieve them, well they fall into a
series of negative emotional states such as envy, treason, dishonesty,
gossiping, slander, aggressiveness, violence and many more turn to alcoholism as
a means of escape.
This also occurs in those
persons who do not accept their truth and their real form of thinking and turn
to the double standard because, perhaps, they are not happy with their way of
being or thinking or, perhaps, to not correspond to what society considers
“normal” forgetting that in every society, or community of human beings, there
is diversity and different manners of thinking and behaving.
In general, these are causes
that can lead an individual to addiction, not only to alcohol but to any other
medicine or stimulants.
It is true that alcoholism
is incurable.
They you can ask: What’s the
point of being treated if it is incurable? We will be commenting on this next
week and, above all, how it can leave to personal self-destruction but also that
of the family and the persons who love the individual and need him.
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19/02/2008
18:03:22
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Alcoholismo: una
batalla que se puede ganar (I)
(2006/04/06)
Por:
Raúl Fuillerat Alfonso fuillerat@yahoo.es
Según
la Sociedad Americana de Medicina de la
Adicción, y el Consejo Nacional sobre el
Alcoholismo y la Dependencia de Drogas,
se clasifica el alcoholismo como una
enfermedad primaria crónica, con
factores genéticos, psicosociales y
ambientales que influyen en su
desarrollo y sus manifestaciones.
Por lo general, esta enfermedad
transcurre o evoluciona de forma
progresiva y fatal.
El alcoholismo se caracteriza porque la
persona tiene una capacidad reducida
para controlar la ingestión de bebidas,
produciéndose una preocupación obsesiva
por el alcohol, por el uso de este, a
pesar de sus consecuencias adversas,
sobre todo, por los trastornos que puede
traer aparejado en el mejor
funcionamiento de algunos procesos
psíquicos fundamentales como es la
memoria, la atención, el pensamiento,
así como graves trastornos de la
conciencia y del comportamiento.
Una de las características que más
sobresale en estos enfermos, es que no
hacen conciencia de la enfermedad, la
cual niegan constantemente, sobre todo,
cuando se encuentran en estado de
embriaguez, pasando con facilidad de
estados de euforia y de agresividad en
ocasiones, a estados de depresión,
invalidez, frustraciones, todo lo cual
afecta su autoestima y su funcionamiento
y desarrollo normal, tanto en el orden
individual como en el familiar y de su
contexto social. Al existir una negación
del problema, lo cual constituye un
síntoma muy característico en estos
enfermos, tienen tendencia a ser
evasivos cuando se les cuestiona acerca
de su forma de beber.
La no autopercepción de la enfermedad es
un síntoma frecuente en este tipo de
pacienteso, y cuando se le plantea su
diagnóstico por el personal de salud, o
se le sugiere por cualquier persona
allegada no profesional de la salud, es
rechazado y resulta extremadamente
difícil hacerlos comprender el
diagnóstico de la enfermedad. Dentro de
las personas que todavía no son
alcohólicos, se encuentran aquellas que
podemos agrupar como riesgo.
Estas personas con características
propensas a ser alcohólicos, no tienen
conciencia de que realmente son personas
con riesgo, no hay una autopercepción
del riesgo, y por tanto, evaden
cualquier sugerencia, convencidos de que
están bastante distantes de la
enfermedad, además de que se sienten
convencidos de que nunca llegarán a ser
alcohólicos.
Cuando un profesional de la salud, hace
el diagnóstico de alcoholismo, o de la
posibilidad de llegar a serlo, la
respuesta siempre será, “Yo no bebo
tanto”, “Yo solo bebo los fines de
semana”, “Yo no soy un caso tan grave”,
o quizás dará alguna excusa para
justificar el por qué bebe.
La racionalización y la negación son
parte de la enfermedad del alcohólico.
Existe con bastante frecuencia, dentro
de las personas que abusan del alcohol,
y que constituyen riesgo, o ya son
alcohólicos, el mal hábito de buscar a
la bebida como forma de evasión de los
problemas y conflictos que se le
presentan en la vida, independientemente
de que también hay quienes se inician en
esta adición, por imitación, desde las
más tempranas edades, de los adultos,
familiares o no con que conviven; otros
por falso concepto de hombría, porque,
muchas veces, sobre todo en adultos que
abusan del alcohol, tienen la teoría de
que el hijo varón, para que sea bien
macho, bien hombre, tiene que aprender a
tomar alcohol.
Los problemas siempre que se nos
presentan debemos clasificarlos, tienen
solución, tienen solución a largo plazo,
o no tienen solución, y sobre la base de
esta clasificación proceder.
En ocasiones, muchas personas, acuden al
uso de medicamentos o sustancias
estimulantes, o como sucede en estos
casos que nos ocupan hoy, al alcohol.
Esta es otra forma de comenzar a
formarse el hábito o la adición.
Otra fuente, o vía de llegar al
alcoholismo, es la frustración, son
personas que se trazan metas por encima
de sus posibilidades, y cuando les es
imposible lograrlas, pues surgen en
ellos una serie de vicios emocionales
negativos como es la envidia, la
traición, la deshonestidad, el chisme,
la calumnia, la agresividad, la
violencia, y muchos otros, que además de
estos vicios emocionales negativos,
acuden al alcohol como vía de escape.
Esto también se produce en aquellas
personas que no aceptan su verdadera y
real forma de pensar, y acuden a la
doble moral, porque quizás no están
conforme con su forma de ser o pensar, o
tal vez no responda a lo que la sociedad
establece como “normal”, olvidando que
dentro de cualquier sociedad, o
comunidad de seres humanos, existe la
diversidad humana, y las diferentes
formas de pensamiento y de proceder.
De forma muy general, estas son las
causas que pueden llevar al individuo a
la adicción, no solamente del alcohol,
sino también de cualquier otro tipo de
medicamento, o de sustancia estimulante.
Es una verdad que el alcoholismo es una
enfermedad que no tiene cura.
Entonces usted pudiera preguntarse:
¿Para qué ponerme entonces tratamiento
si no tiene cura? De esto estaremos
comentando la próxima semana y sobre
todo, de cómo puede llevarlo no solo a
su autodestrucción sino también de su
familia y de aquellos seres que le
quieren y le necesitan.
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19/02/2008 17:54:34
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Un daño
irreversible
(2006/08/01)
Por: Heidy
González Cabrera
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los bebedores más veteranos admiten que
son alcohólicos.
Las mujeres tampoco escapan de su
maléfico influjo, incluso, comienzan la
adicción para “acompañar” a la pareja en
el convite social, y poco a poco, van
estableciendo lo que es, ni mas ni
menos, la necesidad del alcohol. Todo
comienza a complicarse cuando surge un
embarazo no planificado, o simplemente,
deciden tener “familia”.
¿Estarán conscientes del peligro que
constituye el alcohol para una gestante?
La Organización Mundial de la Salud,
OMS, establece que se considera una
persona alcohólica a quien toma mas de 6
tragos al día.
La clasificación de "trago" es igual a
12 onzas de cerveza, cinco onzas de vino
u onza y media de ron.
Esas medidas equivalen a 0,5 onzas de
alcohol absoluto.
Cualquier cantidad ingerida por una
embarazada puede producir los signos
característicos del Efecto Fetal del
Alcohol (EFA) y del Síndrome Fetal
Alcohólico (SFA).
Pocos conocen que el alcohol es capaz de
atravesar la placenta e interferir en el
proceso normal de del embrión.
Los fetos metabolizan o eliminan esa
sustancia lentamente, y las
concentraciones del toxico en la sangre
son superiores a las que presenta la
madre.
Para conversar con una experta en el
tema, la doctora Lidia Rodríguez Peña,
visitamos el departamento de Genética
Clínica del Hospital Gineco-Obstétrico
"Ramón González Coro", de la capital
cubana.
El alcohol es conocido en el mundo como
el teratógeno más común de la humanidad.
Teratógeno –aclara-, es toda sustancia
que puede producir un daño semejante a
una malformación congénita, y se
considera la causa ambiental más
frecuente y prevenible del Retraso
Mental en la descendencia.
La literatura médica recoge que la
afectación se manifiesta de dos formas:
puede ser Efecto Fetal de Alcohol,
identificado por signos dispersos, por
el impacto de la droga en el desarrollo
intelectual y en la evolución normal del
embarazo.
En cuanto al Síndrome Fetal Alcohólico,
son defectos congénitos permanentes, así
como la presencia de alteraciones
neurológicas y del crecimiento, o
dismorfia facial.
La doctora Rodríguez Peña señala que el
alcohol afecta a la persona y su
descendencia, en dependencia de la
sensibilidad individual dada por una
predisposición genética.
Es decir, hay embarazadas que lo
ingieren sin consecuencias, pero no
existe una forma demostrable de quien es
genéticamente susceptible al alcohol.
Y hay que tener en cuenta que no solo
cuenta el daño para el feto, también la
probabilidad de la posterior
dependencia.
También esta el riesgo de la abstinencia
cuando se suspende, y los daños clínicos
específicos, tanto en la embarazada como
en el feto.
El SFA aparece en personas susceptibles
expuestas a determinada cantidad de
alcohol durante el embarazo.
En el resto que ingieren menor cantidad,
con frecuencia ocurren los efectos o
estigmas fetales del alcohol, o sea, las
EFA con sus malformaciones aisladas o
daños en menor grado.
Mas adelante, la experta precisa, que el
SFA incluye un grupo de características
que van desde un Retraso Mental ligero
en el bebe, hasta un trastorno en el
crecimiento prenatal y después de
nacido, unido a diversas malformaciones
congénitas, entre ellas, las
cardiovasculares.
El diagnostico de esa entidad se apoya
en dos signos fundamentales: desde una
malformación congénita importante, como
la microcefalia o disminución de la
circunferencia cefálica, o una
disminución del globo ocular, la
hendidura palpebral (defecto del músculo
del parpado que impide abrir bien el
ojo), cardiopatías y retraso mental
ligero, entre otras.
También existen signos mas difíciles de
comprobar: el niño hiperkinetico, con un
patrón de conducta mas activo de lo
normal, y se sabe que existió ingestión
de alcohol por la madre embarazada.
O sea, hay muchas consecuencias, posible
de ocurrir a un bebe cuya madre es
adicta al alcohol.
La experta refiere que la malformación
congénita puede ocurrir en cualquier
momento del embarazo, teniendo en cuenta
que al principio de la gestación se
desarrolla la formación de los órganos,
y al final, la maduración de las células
nerviosas, lo que puede dar lugar a un
trastorno posterior en la conducta en el
bebe, o algún déficit en el aprendizaje
del niño cuando comienza en la escuela.
Finalmente, añade: El mas bajo limite de
alcohol a ingerir es la abstinencia
completa.
No tomar ninguna bebida alcohólica es lo
único seguro para el bebe.
En términos de prevención, la destacada
genetista orienta a las mujeres que se
han mantenido ingiriendo grandes
cantidades de alcohol durante un largo
periodo de tiempo, que si deciden salir
embarazadas, antes deben someterse a un
tratamiento de desintoxicación.
Solo después, tras valoración medica,
podrán planificar su descendencia.
Claro, ese paso inteligente, requiere
fuerza de voluntad, vencer tabúes,
prejuicios muy arraigos, porque en
nuestra sociedad, prevalece el mito de
que los problemas de alcohol son señales
de debilidad moral.
La realidad es, es que el alcoholismo es
una enfermedad que debilita la voluntad,
y no se puede controlar la adicción sino
se busca ayuda especializada.
Las consultas de deshabituación
contribuirán a vencer esa frontera, en
aras de lograr una descendencia
saludable.
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Alcoholismo: una enfermedad sin cura, pero
evitable (II)

Habíamos dejado la interrogante relacionada con la forma de asumir el fenómeno
del alcoholismo cuando ya es una realidad.
Se ha demostrado, que el alcoholismo es una enfermedad que no tiene cura. Muchas
personas ante esta verdad, pues asumen una actitud justificativa, alegando, que
si no tiene cura, para que acudir en busca de tratamiento y de ayuda. Por todo
ello, si no lo es todavía, lo importante es reconocer que estamos en riesgo de
serlo, y evitar llegar al nivel de alcoholismo.
Se dice que el alcoholismo es una enfermedad, y que es una enfermedad que no
tiene cura, es decir, clasifica como una enfermedad crónica, como sucede con el
asma, con la diabetes, o con una cardiopatía, enfermedades que una vez que
debutan, no tienen cura, pero si se pueden controlar y lograr un equilibrio en
las personas, que las pueden llevar a vivir, de forma sana y controlada con la
enfermedad, por supuesto con las limitaciones que estas implican, y con el
cumplimiento riguroso de los tratamientos. El caso del alcoholismo, no
constituye una excepción.
Igual que las personas que debutan con una diabetes, con una hipertensión, o con
una cardiopatía, y se les indica un tratamiento; con el alcohólico ocurre igual,
y el tratamiento consiste precisamente, en que no puede ingerir más nunca en su
vida bebidas alcohólicas. Es efectivamente, una enfermedad que no tiene cura,
pero si es controlable, sobre la base de renunciar para siempre a la ingestión
de bebidas alcohólicas. Ese es el precio del control y estabilidad del
alcohólico.
Es aquí donde radica, la importancia, de aquellos que son propensos al
alcoholismo, o que están camino de serlo, que a tiempo, tomen medidas, primero,
para evitar enfermar, única forma de no tener que renunciar para siempre, a la
ingestión moderada y adecuada del alcohol, cuando los momentos y situaciones lo
propicien como un acto social y culto.
Es muy importante, que siempre exista un motivo, personal, familiar o social
para la ingestión de bebidas alcohólicas, y por supuesto, en la medida discreta
y adecuada, que solo constituya un motivo, o una forma simbólica de celebrar
triunfos, aciertos, conmemoraciones; y nunca que el motivo sea la evasión de
problemas y conflictos emocionales provocados por circunstancias negativas.
Existen grupos de auto ayuda, tanto en el sistema de salud, como en los grupos
de alcohólicos anónimos, estás los especialistas en psicología y psiquiatría en
el nivel de atención primaria de salud, y esta por supuesto, la familia, los
buenos amigos y amigas, los vecinos cercanos, los compañeros de trabajo o de
estudio, pero el problema esta en no esperar a ser un alcohólico para la
búsqueda de la ayuda, es mejor prevenir, y es aquí donde radica el mayor
problema y por ello quiero detenerme en este aspecto.
Por lo general la persona que bebe, le cuesta mucho trabajo percatarse que esta
tomando mas de lo normal, siempre buscan una justificación para beber, y lo peor
de todo, te dicen, o acuden a esta frase, ya bastante frecuente: “Yo solo tomo
los fines de semana”, o aquella de que “Yo solamente me tomo un traguito diario”
, o hace como una semana que no bebo nada” o esta otra, la peor de todas: “No,
si yo puedo tomar y autocontrolarme perfectamente y cuando digo, hoy no voy a
tomar, no tomo”. En fin, llenaríamos estas cuartillas si citamos el sin numero
de frases que solo responden al hecho de evadir la realidad, esa que no es otra
que el camino al alcoholismo.
La mejor señal, la mejor alarma, es cuando podemos percatarnos que nos hemos
preparado un trago sin un motivo aparente, o cuando nos damos cuenta que cada
vez que tenemos un problema, lo primero que hacemos es servirnos un trago.
Siempre me gusta decir, que las botellas de bebida, no hablan, entonces, les
pregunto, ¿Qué consejo puede darte una botella ante tu problema, si ellas no
hablan? .
Lo importante es evitar el alcoholismo, y si ya usted ha llegado al nivel de ser
diagnosticado como alcohólico, entonces le quedaran dos opciones solamente: la
primera es evitar la muerte, y que continúe avanzando el deterioro físico,
mental, y social, la destrucción de la familia, y de nosotros mismos como
personas, y para ello, tendrá que renunciar para siempre al placer de beber. La
otra, ya se lo he dicho, continuar bebiendo hasta auto destruirse y llegar a la
muerte, con la consiguiente destrucción de todas las personas que tienen que ver
con usted, fundamentalmente la familia.
Ante estas alternativas que son las únicas que existen, pienso, que lo primero
es evitar llegar a ser alcohólico, algo que se perfectamente que cuesta trabajo
entender, y que solo aceptamos cuando ya lo somos. Y reitero, no es renunciar al
placer de beber, sobre todo como acto social y cultural.
Si ya se encuentra en la etapa de alcohólico, lo mejor es escuchar y dejarse
llevar por las personas cercanas a usted y acudir inmediatamente al tratamiento,
sabemos que es difícil renunciar para siempre al placer de beber, pero es una
alternativa mas saludable que la auto destrucción y la de su familia, con la
muerte como final.
Recuerden siempre que la vida es muy corta para hacerla tan pequeña. El camino
del alcoholismo, solo puede llevarlo a empequeñecerla y a su auto destrucción y
la de todos los que tienen que ver con usted.
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