indiscipline
and violations like these cause serious, life-endangering accidentsGranma
March 29, 2006
As witnessed by my mother: "I saw it with my own yes, a young man riding his bicycle at top speed down Flores street in Santos Suárez who didn't stop at the Vía Blanca intersection. He wrongly thought his was the only vehicle circulating around that usually busy street. He was run over by a truck, and he is said to have arrived too late at the hospital".
indiscipline
and violations like these cause serious, life-endangering accidents
Bicycle riders account for the bloodiest accidents. When colliding with a
bigger, heavier vehicle their bodies are directly hit and therefore they get the
most serious injuries in the head (70%) and thorax (13%), frequently conducive
to death. Last year 202 people were killed in 1,689 bicycle-related accidents
around the country.
Studies made in coordination with the Forensic Medicine Institute reveal that
15% of those hurt die on the spot, whereas 45% of them die within the following
24 hours. The above brings to light how seriously-injured both bicycle riders
and those riding pinion [hands-free] can get when they're thrown from their
seats onto the pavement, and how dangerous these bikers are to drivers and
pedestrians alike.
A doctor was run down by a bicycle inside the Salvador Allende hospital where
she works, and a sports official was hit in the street; they both died shortly
afterward as a result of head injuries they received when their heads banged
against the curb.
Another figure: around 80% of bicycle riders involved in accidents are males;
and 45% are youths between 16 and 30 years of age. This year, January and
February have already seen 24 met their death and 242 were injured in bicycle
accidents. Some of the most dangerous violations riders committed were:
disobeying traffic signs, namely the "Stop" sign at intersections; insufficient
attention while circulating; riding against traffic; riding under the influence;
and having no reflectors on the bicycle, among others.
Cars and drivers must take all necessary, well-timed precautions when they approach to bicycle riders, giving them the right of way and staying out of the lanes assigned to them in our avenues. Also, they must slow down when making a turn, since a bicycle coming from the opposite direction may appear out of the blue.
Families play a pivotal role in providing timely guidance about the dangers of being reckless, the need to abide by the Traffic Control Administration Code and proper deportment habits, as well as in keeping minors from walking down the streets on their own. Likewise, there's no harm in giving a warning talk to adults who go to work or elsewhere by bicycle. One can never be too careful.
Of added importance is participation by the police through their educational and preventive work and the imposition of fines (still insufficient) on bicycle riders who violate traffic rules.
Many are unaware of the risks facing them and unmindful of the fact that they are a living danger on the streets both to drivers and pedestrians. Hence no precautionary or warning measure can be spared. We must help avoid accidents, either bicycle-related or otherwise.
¡Peligro, ciclistas en la vía!
REYNOLD RASSÍ
Lo cuento como me lo contó mi mamá. "Lo vi con mis propios ojos: el joven bajaba a toda velocidad en su bicicleta por la calle Flores, en Santos Suárez, y al llegar a la intersección de la Vía Blanca, no paró. Pensó que era el único vehículo de esa calle, siempre de gran tráfico, pero se equivocó. Un camión lo atropelló, y dicen que al llegar al hospital ya había fallecido".
Indisciplinas
y violaciones como la de estos dos jóvenes, originan los graves accidentes, con
peligro para la vida.
Los accidentes del tránsito más sangrientos son los protagonizados por los ciclistas, quienes en la colisión con un vehículo mayor o de más peso reciben el impacto directamente en su cuerpo y las lesiones más graves en la cabeza (el 70%) y en el tórax (13%), las cuales en la mayoría de los casos les provocan la muerte.
Durante el pasado año fallecieron 202 personas como resultado de 1 689 accidentes ocurridos en todo el país con ese tipo de vehículo. Según estudios realizados en coordinación con el Instituto de Medicina Legal, el 15% de los accidentados muere en el lugar de los hechos, mientras un 45% expira en las 24 horas siguientes.
Lo anterior evidencia la gravedad de las lesiones recibidas tanto por el conductor de la bicicleta como por su acompañante, quienes en la colisión son lanzados al pavimento, y la peligrosidad que representan los ciclistas en la vía, no solo para los choferes, sino para los peatones. A una doctora la arrolló una bicicleta dentro de su hospital, el Salvador Allende, y a un funcionario de Deportes en la calle; ambos fallecieron días después a causa de los traumas recibidos en el cráneo al golpearse en la cabeza con el contén.
Otro dato: alrededor del 80% de los ciclistas víctimas de accidentes son del sexo masculino; y un 45%, jóvenes de 16 a 30 años de edad.
Entre enero y febrero del presente año ya se registran 24 muertes y 242 lesionados en accidentes con bicicletas. Las principales violaciones cometidas por quienes las conducían fueron: no respetar las señales del tránsito, en particular el Pare en las intersecciones, no mantenerse atentos en la vía, viajar en sentido contrario, manejar tras la ingestión de bebidas alcohólicas, no llevar elementos reflectantes en el ciclo,entre otras también muy peligrosas.
CICLISTAS, LA FAMILIA Y CHOFERES
La irresponsabilidad de los ciclistas, sobre todo de los adolescentes y jóvenes, la percibimos a diario en las calles: muchos hacen piruetas sin tener en cuenta el tránsito, algunos se cuelgan de ómnibus y camiones desconociendo el peligro, y otros juegan en la vía en sus bicicletas o circulan tres o cuatro, uno al lado del otro.
Los conductores de autos y demás vehículos deben adoptar las medidas de precaución a tiempo cuando están próximos a un ciclista, darles prioridad y respetar las sendas dedicadas a ellos en las avenidas. También, disminuir la velocidad al incorporarse a otra calle, pues puede aparecer de pronto una bicicleta en sentido contrario.
En cuanto a la familia, desempeña un papel esencial en la orientación oportuna sobre los riesgos que implican las imprudencias, la necesidad de cumplir con el Código de Vialidad y Tránsito y tener un comportamiento responsable, así como en el control de los menores para que no anden solos en la calle. Del mismo modo, la llamada de atención al adulto cuando se traslada en bicicleta al trabajo o a ejecutar cualquier gestión. Nunca está de más una palabra de advertencia.
Muy importante resulta, asimismo, la participación de la Policía con su labor educativa, preventiva y en la imposición de multas (aún insuficientes) a los ciclistas que cometen violaciones en la vía.
Muchos no tienen conciencia de los riesgos que corren o que son un peligro en la vía, lo mismo para los choferes como para los peatones. Por ello, toda medida de precaución o advertencia nunca está de más.
Debemos contribuir a evitar los accidentes con bicicletas y demás vehículos.