Bohemia
17 de marzo 2006

Un cine joven sin recetas

La muestra nacional de nuevos realizadores, en su quinta edición

Por: AZUCENA PLASENCIA
cultura@bohemia.co.cu
Fotos: LEYVA BENÍTEZ

foto@bohemia.co.cu

http://www.bohemia.cubasi.cu/2006/mar/03/sumarios/CULTURA/cine-joven.html

En el más extraño libro de cocina que haya existido jamás, el Grand Dictionnaire de Cousine, de Alejandro Dumas, hay una receta que comienza así: "Tómense una o más patas de elefante joven..." Es evidente que nadie, de ser posible, se atrevería a preparar plato tan monstruoso –se trata de patas estofadas–, aunque, la realidad y ficción vistas en la reciente muestra de los más jóvenes cineastas de la cinematografía nacional, paradójicamente, hizo que la recordáramos, al constatar la diversidad sin tendencias –hasta ahora– que rige el evento, filmes sin recetas, obras, en su mayoría, de gran honestidad al abordar lo cotidiano insular.

En esencia, la más reciente muestra, algo desangelada, si la comparamos con las anteriores, en número y calidad de obras presentadas, sobre todo la II y III –torrenciales, acumulativas, y apasionadas– se consolida, no obstante, como el encuentro y diálogo intergeneracional más fructífero hasta ahora realizado, porque, premios y homenajes aparte, despejó incógnitas, puso los pies sobre la tierra y los puntos sobre las íes en maneras, modos y posibilidades sobre producción y distribución del cine que se hace o se hará.

Y en este sentido, el debate sobre el documental, celebrado el último día, con la presencia de veteranos realizadores como Rebeca Chávez, Héctor Veitía, Marina Ochoa, Jorge L. Sánchez, Daniel Diez y Waldo Ramírez, entre otros, ponía sobre el tapete el cómo abordar la compleja, rica realidad del país sin traiciones ni falsedades; el deslinde del género ante lo noticioso, la anécdota intrascendente; la obligación de investigar, profundizar y no quedarse en lo meramente ilustrativo, al graficar o ilustrar con imágenes situaciones del entorno.

En la geometría de lo visible, gente que no quiere viajar a Marte y sí en cambio, tienen que ver con realidades que parecen ficción –o ciencia ficción– (Mosquito, el documental; De Buzos, Leones y Banqueros; Otra vez La Habana, Zona afectada, Un oficio curioso, Re-Jau-La, 25 km) predominó el género ¿documental?, nomenclatura que acogió sin pudor no pocos reportajes, con 23 materiales del total de 39 obras mostradas.

Homenaje a Titón

Dedicado a los diez años de "connotada presencia" de Tomás Gutiérrez Alea, la V Muestra celebraba un vívido conversatorio con algunos de "los actores de Titón": Daysi Tejera y Jorge Perugorría, así como exhibía en la sala del quinto piso del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) tres notables obras del destacado cineasta: Los sobrevivientes, Hasta cierto punto y Fresa y Chocolate.

 En el Homenaje a Titón, Jorge Perugorría, Carlos Ruiz de la Tejera y Daysi Granados junto a Waldo Ramírez, presidente de la Muestra

Mirta Ibarra, su compañera, enviaba un emotivo saludo al Bisiesto, diario del evento, al no poder compartir con los jóvenes realizadores, como en ediciones anteriores.

Y para ver cine, todo el cine, fundamento de esa escuela práctica en que se convierte la Muestra durante los días en que se disfruta, se ha privilegiado, en toda ocasión, tanto obras realizadas por jóvenes de nuestras escuelas (de cine) y de otras naciones, como la de los fundadores del ICAIC.

Esta vez sobresalían los cortos franceses de Clermont-Ferrand, los documentales La Toma (Canadá) y Poison Dust (Estados Unidos); la ficción El soñador (País Vasco), la argentina Proyecto Origami y el animado uruguayo La fascinación del poder. La Boca del Lobo (España) con 12 materiales en pantalla, resultaba lo más decepcionante del encuentro con el cine internacional.

Irónico, imaginativo, desacralizador, Esteban Insáusti (Tres veces dos, Las manos y el ángel) presentaba fuera de concurso Existen, documental en el cual continúa su indagación por el no-mundo de los seres marginados, cuya soledad y abandono espanta.

Obras destacadas

Para el jurado oficial de la Muestra resultaban destacados los documentales Zona afectada (Alex Hernández, Asori Soto) y 25 Km (Jeffrey Puente); menciones: La gracia de volver (Luis Leonel León); Al cantío de un gallo (Carlos Y. Rodríguez) y Re-Jau-La (Hoari Chiong). En animación, el rompe esquemas Ernesto Piña se alzaba con Todo por Carlitos, obra de sin par frescura y mejor realización. Recibía mención, en igual género, El lápiz, de Ulises de Jesús Ramos, quien en el más puro y canónico estilo de los clásicos, resolvía felizmente el drama bélico a favor de la paz.

Estudiantes de arte exhibieron sus carteles sobre cada filme presentado al evento

Daniel Diez Junior resultaba destacado en edición por La gracia de volver y El drama de la memoria; en dirección de arte, Tané Martínez y Zulema Claro por Malos días, mi amor; en Fotografía, por el conjunto de su obra, el impecable Luis A. Guevara, de Televisión Serrana; y en actuación, Broselianda Hernández, por Mata que Dios perdona, del director Ismael Perdomo.

Los jurados de las instituciones que otorgan premios colaterales, votaban por Fractal, documental de los más jóvenes realizadores que hayan participado en Muestra alguna: los estudiantes de la Escuela Vocacional Lenin, Marcos A. Díaz y Kayra Gómez (coautores junto a Marcel Hechavarría, estudiante del curso de Superación Integral). Los tres recibían lauros de la Fundación Ludwig de Cuba, la Asociación Hermanos Saíz y mención del Centro Memorial Martín Luther King, institución que daba su premio a De buzos, leones y tanqueros, de Daniel Vera.

La Escuela Internacional de Cine y Televisión, premiaba El regreso de la mujer de Onán, ficción de Magdiel Aspillaga, y la Prensa Cinematográfica Cubana, a Cuca y el pollo, ficción de Carlos Díaz Lechuga.

(17 de marzo de 2006)