Juventud Rebelde
March 30, 2006

http://www.jrebelde.cu/2006/enero-marzo/mar-30/mundo_un_index.html 
Un "homenaje" indignante

Cientos de puertorriqueños protestan contra el intento de enaltecer
a uno de los ejecutores del terrorismo de Estado contra Cuba

Marina Menéndez Quintero
mmenéndez@jrebelde.cip.cu

“La memoria histórica se ha renovado”, aseguró a este diario el dirigente independentista puertorriqueño Julio Muriente, algunas horas antes de que cientos de sus compatriotas se congregaran, este miércoles, frente al edificio del Capitolio en San Juan, para protestar contra lo que han considerado otra afrenta.

Justo en momentos en que las autoridades boricuas denuncian al FBI por entorpecer pesquisas que sacarían a la luz los últimos abusos cometidos por sus agentes en Puerto Rico, la Cámara de Representantes de la isla, empujada por su “mayoría anexionista” —como explicó Muriente a JR— ha decidido homenajear a una figura tenebrosa ligada a otros crímenes ejecutados en suelo puertorriqueño por los hombres del Buró Federal, en contubernio con algunos de los más repudiables ejemplares ligados a la mafia asesina y anticubana de Miami.

En la tarde de este miércoles decenas de boricuas entraron a la Rotonda del Capitolio de San Juan para realizar una manifestación que el diario El Nuevo Día describió como “caldeada”.

Varias ventanas y la puerta del salón Leopoldo Figueroa, del edificio del Congreso de Puerto Rico, resultaron dañadas durante uno de los incidentes de protesta, a la llegada de Labatudt al recinto.

“La reacción de amplios y diversos estratos del pueblo fue espontánea, al conocer un hecho “tan inescrupuloso como ese homenaje”, narró Muriente.

En su opinión, se trata de la moneda de pago con que los sectores proyanquis de la Cámara local reciprocan el apoyo económico que le han dado personajes como ‘Julito’ Labatut, “ligado a la mafia policíaca todos estos años, y quien se las ha agenciado para ganar espacio en los círculos farandurelos y políticos”, apuntó.

Dueño de la floristería Florarte, Julio Labatudt no logra esconder, empero, su sucio pasado terrorista, aunque cierta prensa y sectores políticos de la anexión lo presenten como “exitoso empresario cubano”.

Se ha reiterado la denuncia de que estuvo enrolado en el asesinato en Puerto Rico, en 1979, del joven cubano Carlos Muñiz Varela, y no se duda que haya participado también en la muerte de Santiago Mari Pesquera, hijo del dirigente socialista puertorriqueño Juan Mari Bras.

Documentos desclasificados citados por Raúl Álzaga Manresa, identifican a Labatut como cercano a Reynol Rodríguez, quien fungió a su vez como jefe de la organización terrorista CORU en Puerto Rico. Además, se le cita junto a Jorge Mas Canosa —entre otros— como fundador de “Amigos de la Democracia”, otro grupo terrorista que operaba en Puerto Rico durante los años 70 para “combatir” violentamente cualquier movimiento de apoyo a Cuba.

De tal suerte, los boricuas no solo han exigido respeto. La manifestación frente al Capitolio puertorriqueño ayer fue, también, una denuncia contra la impunidad que gozan los ejecutores del terrorismo de Estado implementado durante décadas por la Casa Blanca... y no solo contra nuestro país.