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EU.- LOS PLANES
DE PACIFICACIÓN DEL PREMIO NOBEL DE LA PAZ.-
1 VENEZUELA
Por: Dr. Néstor García Iturbe
28 de julio 2015
Desde que Barack Obama recibió el inmerecido Premio Nobel de la Paz, el
asunto de convertirse en un verdadero ejemplo de promotor de la Paz lo
obsesionó de tal forma, que la mayoría de sus pensamientos estuvieron
relacionados con el asunto.
Consideraba necesario ser reconocido como un verdadero pacifista, no
solamente por lo que pudiera decir, sino principalmente por lo que
pudiera hacer como presidente de Estados Unidos. Algunos de sus
principales asesores le señalaron que era una verdadera contradicción el
ocupar el cargo de presidente y querer promover la paz, pero Obama,
acostumbrado a prometer cosas que después no cumple, continuó en su
empeño.
Para garantizar la buena marcha de sus ideas pacifistas, estableció una
coordinación extra oficial con Zbigniew Brzezinski, que había ocupado
cargos de responsabilidad en distintas administraciones y era conocido
como “amante de la paz”. Con este ha conversado de sus Planes de
Pacificación y entre ambos han perfilado algunos de estos.
Lo primero que el Premio Nobel de la Paz consideró debía establecer,
desde el punto de vista filosófico, fue el significado de la palabra
PACIFICACIÓN. Esto es importante, pues muchos integrantes de la clase
dominante estadounidense y los propios miembros de su administración,
cuando escucharon esa palabra la asociaron con el COMUNISMO.
Nada más alejado de la realidad que esa idea. La palabra PACIFICACIÓN,
en este caso, se utiliza para denominar el resultado de una serie de
acciones que deben traer como consecuencia la eliminación de todo
vestigio de comunismo, nacionalismo o independencia de aquellos países
que han tratado de salirse de la órbita de influencia estadounidense.
En la mayoría de los casos las acciones tienen como objetivo derrocar al
gobierno establecido, dejar sin efecto toda ley o regulación que haya
perjudicado los intereses de Estados Unidos y sus aliados, cambiar
totalmente la vida de la sociedad, introduciendo el individualismo, como
antídoto a toda acción que se hubiera tomado para beneficiar los
intereses colectivos de la mayoría de la sociedad. Instaurar los
mecanismos propios de la sociedad capitalista, que incluyen el desempleo,
la ley de la oferta y la demanda; el orden, implantado por las
instituciones militares; lo que ellos denominan “democracia
representativa”, elecciones libres, libertad de expresión, de todo lo
cual solamente disfruta un pequeño grupo que se pliega a los designios
estadounidenses.
Un ejemplo del Plan de Pacificación lo tenemos en Venezuela y las
acciones que ha autorizado el Premio Nobel de la Paz para acabar con el
gobierno legalmente constituido que rige los destinos de la hermana
nación.
La oposición al Gobierno Bolivariano se ha financiado y organizado por
Estados Unidos. Esa oposición ha realizado desordenes callejeros,
asesinado ciudadanos y dirigentes del gobierno, desarrollado una fuerte
campaña mediática contra el presidente Maduro y los miembros de su
gobierno, ha tratado de utilizar algunos elementos existentes dentro de
las fuerzas armadas para organizar un golpe de estado, creó un clima
donde la especulación con los alimentos y otros bienes afectó a la
población, ha tratado por todos los medios de crear un estado de
inseguridad e ingobernabilidad que pueda abrirle las puertas a la
intervención directa de las fuerzas armadas estadounidenses.
Como parte fundamental del Plan, El Premio Nobel de la Paz firmó una
proclama en la cual se declaraba a Venezuela un peligro para la
Seguridad Nacional de Estados Unidos, pero el golpe de estado que tenían
preparado posterior a la firma, fracasó por completo. Diariamente
personeros estadounidenses realizan acciones tendientes a incrementar
las tensiones entre Venezuela y Guyana, donde están involucrados fuertes
intereses económicos de la clase dominante en Estados Unidos,
representados por le Exxon Mobil. Todo esto se realiza para mantener una
tensión permanente contra Venezuela
El objetivo del Plan de Pacificación sobre Venezuela es precisamente
derrocar al gobierno de Maduro y situar en su lugar alguno de los
títeres que en estos momentos manejan. En el plan tiene una fuerte
participación la Agencia Central de Inteligencia (CIA), el Pentágono, el
Departamento de Defensa, el Departamento de Estado y el Departamento de
Energía, encargado este último de todas las maniobras que puedan
realizarse con el precio del petróleo, para perjudicar los intereses
venezolanos y los de aquellos países de América Latina que reciben ayuda
de Venezuela, que regularmente no son aliados de Estados Unidos.
Dentro de los planes contra Venezuela también está perjudicar la
integración latinoamericana, con el fin de que se conviertan en
inoperantes el Mercosur, Petrocaribe y la CELAC. Todos conocemos que
Estados Unidos tiene sus propios planes de integración, el TTP, el TIZA
y más recientemente conocido el UAN, con los que desea consolidar su
domino en la región y asegurar aquel fundamento de la Doctrina Monroe,
de que “America es para los americanos”, claro que los americanos son
ellos, los estadounidenses. Los expertos de la administración
estadounidense aspiran a poder aplicar en la economía latinoamericana la
teoría del dominó y la primera ficha que debe caer es Venezuela, para
que después caigan las otras.
El pueblo de Venezuela, la verdadera sociedad civil, no la que sufraga y
organiza Estados Unidos, diariamente aumenta su nivel político e
ideológico, en la medida que pasan los días ven más claro el panorama de
la nación y menos posibilidades tienen sus enemigos de confundirlos, las
fuerzas armas se fortalecen, el gobierno de Maduro se consolida cada vez
más.
Los días pasan y cada nuevo día se ponen de manifiesto los resultados de
la obra que inició Hugo Chávez en el país. Cada nuevo día el ciudadano
de la calle gana en conciencia de que esa revolución es de él, para él,
para su familia, para sus hijos y que vale la pena morir, luchando por
ella.
(El resto de los países incluidos en el Plan se presentaran en próximos
artículos)
EU.- LOS PLANES DE PACIFICACIÓN DEL PREMIO NOBEL DE LA PAZ.- 1
VENEZUELA
Por: Dr. Néstor García Iturbe
28 de julio 2015
Desde que Barack Obama recibió el inmerecido Premio Nobel de la Paz, el
asunto de convertirse en un verdadero ejemplo de promotor de la Paz lo
obsesionó de tal forma, que la mayoría de sus pensamientos estuvieron
relacionados con el asunto.
Consideraba necesario ser reconocido como un verdadero pacifista, no
solamente por lo que pudiera decir, sino principalmente por lo que
pudiera hacer como presidente de Estados Unidos. Algunos de sus
principales asesores le señalaron que era una verdadera contradicción el
ocupar el cargo de presidente y querer promover la paz, pero Obama,
acostumbrado a prometer cosas que después no cumple, continuó en su
empeño.
Para garantizar la buena marcha de sus ideas pacifistas, estableció una
coordinación extra oficial con Zbigniew Brzezinski, que había ocupado
cargos de responsabilidad en distintas administraciones y era conocido
como “amante de la paz”. Con este ha conversado de sus Planes de
Pacificación y entre ambos han perfilado algunos de estos.
Lo primero que el Premio Nobel de la Paz consideró debía establecer,
desde el punto de vista filosófico, fue el significado de la palabra
PACIFICACIÓN. Esto es importante, pues muchos integrantes de la clase
dominante estadounidense y los propios miembros de su administración,
cuando escucharon esa palabra la asociaron con el COMUNISMO.
Nada más alejado de la realidad que esa idea. La palabra PACIFICACIÓN,
en este caso, se utiliza para denominar el resultado de una serie de
acciones que deben traer como consecuencia la eliminación de todo
vestigio de comunismo, nacionalismo o independencia de aquellos países
que han tratado de salirse de la órbita de influencia estadounidense.
En la mayoría de los casos las acciones tienen como objetivo derrocar al
gobierno establecido, dejar sin efecto toda ley o regulación que haya
perjudicado los intereses de Estados Unidos y sus aliados, cambiar
totalmente la vida de la sociedad, introduciendo el individualismo, como
antídoto a toda acción que se hubiera tomado para beneficiar los
intereses colectivos de la mayoría de la sociedad. Instaurar los
mecanismos propios de la sociedad capitalista, que incluyen el desempleo,
la ley de la oferta y la demanda; el orden, implantado por las
instituciones militares; lo que ellos denominan “democracia
representativa”, elecciones libres, libertad de expresión, de todo lo
cual solamente disfruta un pequeño grupo que se pliega a los designios
estadounidenses.
Un ejemplo del Plan de Pacificación lo tenemos en Venezuela y las
acciones que ha autorizado el Premio Nobel de la Paz para acabar con el
gobierno legalmente constituido que rige los destinos de la hermana
nación.
La oposición al Gobierno Bolivariano se ha financiado y organizado por
Estados Unidos. Esa oposición ha realizado desordenes callejeros,
asesinado ciudadanos y dirigentes del gobierno, desarrollado una fuerte
campaña mediática contra el presidente Maduro y los miembros de su
gobierno, ha tratado de utilizar algunos elementos existentes dentro de
las fuerzas armadas para organizar un golpe de estado, creó un clima
donde la especulación con los alimentos y otros bienes afectó a la
población, ha tratado por todos los medios de crear un estado de
inseguridad e ingobernabilidad que pueda abrirle las puertas a la
intervención directa de las fuerzas armadas estadounidenses.
Como parte fundamental del Plan, El Premio Nobel de la Paz firmó una
proclama en la cual se declaraba a Venezuela un peligro para la
Seguridad Nacional de Estados Unidos, pero el golpe de estado que tenían
preparado posterior a la firma, fracasó por completo. Diariamente
personeros estadounidenses realizan acciones tendientes a incrementar
las tensiones entre Venezuela y Guyana, donde están involucrados fuertes
intereses económicos de la clase dominante en Estados Unidos,
representados por le Exxon Mobil. Todo esto se realiza para mantener una
tensión permanente contra Venezuela
El objetivo del Plan de Pacificación sobre Venezuela es precisamente
derrocar al gobierno de Maduro y situar en su lugar alguno de los
títeres que en estos momentos manejan. En el plan tiene una fuerte
participación la Agencia Central de Inteligencia (CIA), el Pentágono, el
Departamento de Defensa, el Departamento de Estado y el Departamento de
Energía, encargado este último de todas las maniobras que puedan
realizarse con el precio del petróleo, para perjudicar los intereses
venezolanos y los de aquellos países de América Latina que reciben ayuda
de Venezuela, que regularmente no son aliados de Estados Unidos.
Dentro de los planes contra Venezuela también está perjudicar la
integración latinoamericana, con el fin de que se conviertan en
inoperantes el Mercosur, Petrocaribe y la CELAC. Todos conocemos que
Estados Unidos tiene sus propios planes de integración, el TTP, el TIZA
y más recientemente conocido el UAN, con los que desea consolidar su
domino en la región y asegurar aquel fundamento de la Doctrina Monroe,
de que “America es para los americanos”, claro que los americanos son
ellos, los estadounidenses. Los expertos de la administración
estadounidense aspiran a poder aplicar en la economía latinoamericana la
teoría del dominó y la primera ficha que debe caer es Venezuela, para
que después caigan las otras.
El pueblo de Venezuela, la verdadera sociedad civil, no la que sufraga y
organiza Estados Unidos, diariamente aumenta su nivel político e
ideológico, en la medida que pasan los días ven más claro el panorama de
la nación y menos posibilidades tienen sus enemigos de confundirlos, las
fuerzas armas se fortalecen, el gobierno de Maduro se consolida cada vez
más.
Los días pasan y cada nuevo día se ponen de manifiesto los resultados de
la obra que inició Hugo Chávez en el país. Cada nuevo día el ciudadano
de la calle gana en conciencia de que esa revolución es de él, para él,
para su familia, para sus hijos y que vale la pena morir, luchando por
ella.
(El resto de los países incluidos en el Plan se presentaran en próximos
artículos)
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