A LETHAL MACHINE AGAINST SUSPECTS
By Manuel E. Yepe
http://manuelyepe.wordpress.com/

A CubaNews translation.
Edited by Walter Lippmann.


On June 1st 2002, nine months after the heinous terrorist events of September 11, 2001, George W. Bush Jr., the then-US President, made a speech at West Point Military Academy by means of which he ordered the transformation of the United States armed forces into a "military force ready to strike at any moment in any dark corner of the world." The President added that "we should uncover terror cells in 60 or more countries."

On 7 June last, The New York Times published a lengthy front-page feature entitled "The Hidden History of the Navy’s SEAL Team 6”. It chronicled the "heroic" actions of one of the most notorious and least scrutinized man-hunting units developed by the United States after the insane presidential order. This unit is credited with the killing of Osama Bin Laden, and after a decade of its existence, it is considered the archetype of the global human-hunting machine operated by Washington.

The narrative is part of the hidden history of the US Navy SEALs, military units which remain the most mythologized, most secretive and least scrutinized military organizations in the US military.

The team was designed for a new method of war, in which conflict is distinguished not by battlefield wins and losses, but by the relentless killing of suspected militants. Once a small group reserved for specialized but rare missions, the unit has been transformed, after more than a decade of combat, into a global man-hunting machine, with little official supervision.

Almost everything about SEAL Team 6 is shrouded in secrecy.
They have carried out deadly missions from secret bases in Somalia. In Afghanistan, they have engaged in combat so intimate that they have emerged soaked in blood that was not their own.  

On clandestine raids in the dead of the night, their weapons of choice have ranged from customized carbines to primeval Tomahawk missiles.

Around the world, they have run spying stations disguised as commercial boats, posed as civilian employees of front companies, and operated undercover at embassies. They have operated under any appropriate disguise tracking those the United States wants to kill, capture, or neutralize.

SEAL Team 6 performs missions elsewhere that blur the traditional lines between soldier and spy. Taking part in war, they
can deploy for clandestine intelligence operations, or work alongside CIA agents for other initiatives.

Team 6 carries out some of the most dangerous missions: those considered too dangerous for conventional troops. It has successfully carried out thousands of dangerous raids against military leaders to weaken their militant networks, but its activities have also spurred recurring concerns about excessive killing and civilian deaths.

Afghan villagers and a British commander accused the SEALs of indiscriminately killing a group of youths during a raid. This created tension with the Afghan authorities. Even an American hostage freed in a dramatic rescue has questioned why the SEALs killed all his captors.

Even the military’s civilian overseers do not regularly examine the unit’s operations. “This is an area where Congress notoriously doesn’t want to know too much,” said a State Department’s legal adviser, who provided guidance to the Obama administration on clandestine war.

Like the CIA’s campaign of drone strikes, Special Operations missions offer policy makers an alternative to costly wars of occupation. But the bulwark of secrecy around Team 6 makes it impossible to fully assess its record and the consequences of its actions, including civilian casualties or the deep resentment against the US inside the countries where its members operate.

The acronym SEAL stands for Sea, Air, Land forces — evolved from the frogmen of World War II. Team 6 arose decades later, born out of the failed 1980 mission to rescue 53 American hostages seized in the takeover of the United States Embassy in Iran. The name itself was an attempt at disinformation when only two SEAL teams existed at the time

Oceans of US taxpayer’s money have sluiced through SEAL Team 6 since 2001, allowing it to significantly expand its ranks — reaching roughly 300 assault troops, called operators, and 1,500 support personnel — to meet new demands.  

Trained for hostage rescues and other dangerous missions, since 2003 they have been involved in at least 10 important rescue operations. These have been their most celebrated successes and their most bitter failures.
 

June 13, 2015.
   
   




UN EQUIPO LETAL CONTRA SOSPECHOSOS

Por Manuel E. Yepe
http://manuelyepe.wordpress.com/  

El primero de junio de 2002, nueve meses luego de los atroces acontecimientos terroristas del 11 de septiembre de 2001, George W. Bush Jr, el entonces presidente de Estados Unidos, formuló un discurso en la Academia militar de West Point en el que ordenaba transformar las fuerzas armadas de Estados Unidos en una "fuerza militar preparada para atacar en cualquier momento en cualquier oscuro rincón del mundo". Puntualizó el mandatario que "debemos descubrir células de terror en 60 o más países."

El 7 de junio último, el New York Times publicó un artículo editorial titulado “La Historia secreta del Equipo SEAL 6” que narra las “heroicas” acciones de una de las más conocidas unidades de cacería humana con escasa supervisión superior desarrollada por Estados Unidos a raíz de aquella demencial orden presidencial. A esta unidad se atribuye el asesinato de Osama Bin Laden y, al cabo de una década de su existencia, se le considera prototipo de la maquinaria de cacería humana global que opera Washington.

Esta narración forma parte de la historia oculta de los SEAL, unidades de la Marina estadounidense que constituye una de las organizaciones militares más mitologizadas, más reservadas y menos escudriñadas de las fuerzas armadas de Estados Unidos.

Está diseñada para una forma de guerra que no se decida por las victorias y derrotas en el campo de batalla, sino por la intensidad con que se liquide a los sospechosos de ser oponentes, antes que comiencen los combates. Originalmente era un pequeño grupo reservado para misiones “raras”, pero se fue transformando en una maquinaria de cacería humana global con poca supervisión oficial.

Casi todo lo relacionado con el Equipo 6 del SEAL es secreto. Ha realizado mortales misiones desde bases secretas en Somalia. En Afganistán, ha participado en combates cuerpo a cuerpo en los que su personal se ha empapado de sangre ajena.

Para incursiones clandestinas en la oscuridad de la noche, sus armas preferidas suelen ser carabinas comunes modificadas para fines específicos o hachas tomahawk. Recorren clandestinamente el mundo encubiertos como empleados civiles de empresas o de embajadas, tripulantes de naves comerciales o cualquier otro disfraz apropiado a la tarea específica, tras objetivos humanos que Estados Unidos pretende asesinar, capturar o neutralizar.

El equipo 6 de SEAL realiza misiones que desdibujan las líneas tradicionales entre el soldado y el espía. Durante las guerras en que interviene puede desdoblarse para operaciones clandestinas de inteligencia, o unirse a agentes de la CIA para otras iniciativas.

Realiza algunas de las misiones más peligrosas, las que se consideran demasiado arriesgadas para tropas convencionales. Ha realizado miles de peligrosas incursiones contra líderes adversarios para debilitar sus redes de militantes, pero esas actividades han generado preocupación por la matanza excesiva de civiles que han provocado.

Pobladores afganos y un comandante británico acusaron a SEAL de matar indiscriminadamente a un grupo de jóvenes durante una incursión en una aldea, lo que provocó tensiones con las autoridades afganas. Un rehén estadounidense que fue liberado en dramático rescate ha cuestionado por qué los SEAL masacraron a todos sus captores.

Ni siquiera los supervisores civiles de los militares examinan regularmente las operaciones de la unidad. "Esta es un área de la que el Congreso notoriamente no quiere saber demasiado," dijo un asesor jurídico del Departamento de Estado, que orienta a la administración de Obama sobre asuntos de la guerra clandestina.

La campaña de ataques con drones de la CIA se ha quejado a los políticos porque el secretismo en torno al equipo 6 imposibilita evaluar el registro y las consecuencias de sus acciones, incluyendo las bajas civiles o el profundo resentimiento contra Estados Unidos que dejan sus acciones dentro de los países donde operan.

SEAL es un acrónimo proveniente del inglés referido a las fuerzas de mar, aire y tierra donde operan (Sea, Air, Land) y en recuerdo a los hombres ranas de la II Guerra Mundial. Lo de “Equipo 6” recuerda al grupo que fracasó en 1980 en el rescate de 53 rehenes USAmericanos en la toma de la Embajada de Estados Unidos en Teherán y también servía como desinformación acerca del número de equipos SEAL con que contaban entonces, que eran sólo dos.

Mucho dinero del contribuyente estadounidense ha tragado el equipo 6 de SEAL desde el año 2001. Ha ampliado sus filas hasta contar hoy con unos 300 soldados en sus tropas de asalto y 1.500 operadores, incluyendo personal de apoyo para satisfacer nuevas demandas. Entrenados para la recuperación de rehenes y otras misiones peligrosas, desde 2003 han intentado por lo menos 10 importantes rescates que han sido sus más celebrados éxitos y más amargos fracasos.

Junio 13 de 2015.