EL PAPA LATINOAMERICANO Y REBELDE
Por Manuel E. Yepe
http://manuelyepe.wordpress.com/
El argentino Jorge Mario Bergoglio es el
primer no europeo en el trono papal en más de mil años. Es hoy
la persona de mayor rango en la fe católica que, según se afirma,
tiene 1,300 millones de fieles en todo el mundo. Con el nombre
pontificio de Francisco, Bergoglio se ha convertido rápidamente
en un favorito de los católicos, de los no creyentes y de los
medios de prensa.
Cuando fue elegido Papa, Bergoglio tenía
76 años de edad y había pasado casi toda su vida en Argentina.
En menos de tres años de desempeño de su dignidad al jesuita
Bergoglio se atribuye la responsabilidad por haber dividido a la
cúpula del catolicismo en admiradores y críticos de su gestión,
encaminada a renovar, reformar y construir una iglesia más
contemporánea.
Sus primeros pasos dirigidos a poner en
orden las finanzas d el Banco Vaticano y contra la osificación
de los sistemas de trabajo en la Santa Sede crearon confusión en
la Curia y en la cúpula del Vaticano, dice un enjundioso
artículo con la firma de Walter Mayr publicado el 23 de mayo de
2015 en la revista alemana Der Spiegel con el título de “El
rebelde de la Plaza de San Pedro: ¿A dónde conduce a la Iglesia
el Papa Francisco?”.
Según el escrito de Walter Mayr, el Papa
Francisco, quien ha negociado entre Cuba y Estados Unidos y
calificó al Presidente palestino Mahmoud Abbas de "ángel de la
paz", está luchando simultáneamente en tres frentes: contra las
pretensiones de poder de la Curia; contra la ostentación y pompa
en el clero; y por un radical regreso al Evangelio.
“Cuando Bergoglio anunció el inicio de una
nueva era el 13 de marzo de 2013, las cosas iban mal para la
iglesia católica. Su imagen estaba dañada por escándalos de
pederastia, corrupción, lavado de dinero, robo de documentos en
apartamentos papales e intrigas de la Curia. Los cardenales
eligieron a Bergoglio sucesor de Ratzinger para que el ‘Papa del
fin del mundo’ limpiara la tienda”.
El Papa Francisco ha puesto en manos de
expertos la reorganización del Banco Vaticano, sacudido por
escándalos, y la reforma de la Curia está siendo empujada por
cardenales que anteriormente tenían poco que ver con ese órgano
rector.
“Y este Papa es político. Toma posiciones,
incluso incómodas. No esquiva, se involucra. Antes de negociar
el acercamiento entre Cuba y Estados Unidos, realizó una vigilia
de oración de cuatro horas por la paz en Siria. Escandalizó a
Turquía describiendo el genocidio armenio y provocó a Israel
mediante el reconocimiento de Palestina como estado
independiente”.
Según Mayr, Francisco es partidario de una
iglesia en la que el poder se levante desde el fondo hacia la
cima y no a la inversa, una tácita declaración de guerra contra
la Curia del Vaticano.
El Papa sostiene en sus sermones que la
iglesia católica necesita acercarse a la gente y que un líder
espiritual debe ser un pastor con el olor de las ovejas.
El Papa rechaza permanecer al amparo del
Palacio Apostólico y en cambio reside en la casa de huéspedes
Santa Marta. Vive modestamente en un mini-apartamento de tres
habitaciones.
Francisco trabaja sin descanso, como quien
no tiene suficiente tiempo para implementar sus planes. La parte
verdaderamente revolucionaria de su rutina diaria consiste en
reuniones informales con el público que organiza, para eludir la
Curia, usando papel y pluma y atendiendo al teléfono por sí
mismo.
Su agenda más decisiva será fijada por el
Sínodo de obispos en octubre, cuando se discutirá sobre el
futuro de la familia, las posiciones hacia los homosexuales y la
cuestión de si las personas divorciadas y vueltas a casar deben
recibir la comunión.
Francisco tiene menos experiencia con la
economía social de estilo occidental que con encíclicas sociales
en los barrios pobres de América Latina. Dice que no le interesa
"abordar constantemente el matrimonio homosexual, el aborto, la
anticoncepción". Pero sabe que no será suficiente criticar el
problema como se ha hecho antes. Ello podría explicar por qué,
para los progresistas, es demasiado conservador y, para los
conservadores, demasiado neutral.
Durante mucho tiempo, las alas
estadounidense y europea de la iglesia fueron dominantes en el
Vaticano, pero su poder se está erosionando bajo Francisco. La
lógica está en que más de la mitad de los católicos del mundo
viven en el hemisferio sur.
Francisco ha hecho más internacional a la
iglesia y la influencia del ala latinoamericana crece en el
Vaticano. En temas como el matrimonio y la familia, sus
prioridades son diferentes a la europea.
Según Mayr, Francisco se reúne de vez en
cuando con su predecesor Benedicto XVI quien habita otro
apartamento en Ciudad del Vaticano. Comen juntos o intercambian
ideas. Oficialmente se niega que existan diferencias entre ellos
dos. En público, el Papa habla sólo positivamente sobre su
predecesor; dice que es como tener "un abuelo sabio en casa."
Francisco tiene 78 años, ha vivido durante
décadas sin parte de su pulmón derecho y lucha contra un dolor
de espalda. Declara públicamente que "mi pontificado será corto".
Junio 10 de 2015.
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