THE CAPITALIST TAKEOVER OF UNIVERSITIES IN THE USA

By Manuel E. Yepe
http://manuelyepe.wordpress.com/

A CubaNews translation.
Edited by Walter Lippmann.

The great crime against education in the US is not the buying and selling of universities by for-profit corporations, but something worse.

It is the deliberate “hollowing-out” of higher education centers from within as the result of a philosophy that their mission is preparing students to take jobs in the business world upon their graduation.

Philosophy, art, the history of human cultures, logic and critical thinking, ethical decision-making, and humanities in general are activities usually called “academic,” and have traditionally been seen as part of the very definition of a college-level education. Their function is to deepen and expand human horizons and exercise critical thinking. They are  a once-in-a-lifetime unique experience for many students.

A work by Professor Robert Abele, PhD, published on March 25, 2015 in COUNTERPUNCH under the title “Conduits of Capital: The Capitalist Takeover of Higher Education” identifies three ways in particular in which this hollowing out is being done: 1) emphasis on “basic skills” courses, used to limit students' levels of reading and writing to what employers need; 2) defining as successful those centers with higher figures of students who pass; and 3) reducing, and eliminating programs that widen student’s views and teach them to rationally reflect on and analyze their society and its trends. According to Abele, in President Obama’s so-called “community college initiative,” Obama’s plan is not promoting academic education, but turning college-level education into job training.

PBS Newscharacterized Obama’s community college proposal as “a plan to better connect the training of students at community colleges with specific types of jobs in the marketplace.” Even more specifically, “the plan would offer $600 million in grants to support job-driven training, like apprenticeships, that will expand partnerships with industry, businesses, unions, community colleges, and training organizations to train workers in the skills they need,” said an April 14, 2015 White House statement.

Part of the process of corporatizing education has been the deliberate shrinking or even the killing-off of philosophy and humanities departments in higher education, both at community colleges and four-year colleges, across the nation.

In other words, one cannot be a critical thinker, or engage in deepening one’s knowledge of human ideas or cultural development, if one is to be an employee of a US business.

The corporate philosophy which is killing such programs does so primarily for two reasons: 1) such education does not have a monetary payback for the business world; 2) critical thinkers and those with scientific social knowledge a danger to corporate hegemony.

“No one is arguing here that teaching basic skills and offering job training should never be a part of a community college’s mission,” says Abele. “But when that type of training becomes the primary emphasis of community college education, as it does both in Obama’s “community college initiative” and in current administrative practice in colleges today; and when it is made clear that this corporate educational philosophy determines where the money the nation earmarks for education will be funneled, then the mission and value of a distinctively academic education are clearly at risk.”

Contrary to that, founding father Thomas Jefferson was a staunch supporter of what has been, until lately, the traditional definition of a college education. He believed that “In a republican nation, whose citizens are to be led by reason and persuasion and not by force, the art of reasoning becomes of first importance.” He added to that the critical need for “an informed citizenry” in the democratic process.

There is something in our humanity being lost when the national philosophy of education becomes a means-to-an-end capitalist-oriented enterprise; when students become simply commoditized as mere future job-holders; when education is defined as the numbers of successful passing grades in courses and in graduation numbers; when content-based education that deepens the human mind and widens the human perspective is downplayed.

Education is clearly in trouble in the United States. The danger to education is not due to teacher incompetence, as the media and right-wing politicians like to portray it. It is because of a lack of vision from those politicians and college administrators who cannot see anything but the flow of money, and who are allowing the revered institutions to be hollowed out and die by using them as conduits of capital.

April 4, 2015.
   
   
TOMA CAPITALISTA DE UNIVERSIDADES EN EEUU
Por Manuel E. Yepe
http://manuelyepe.wordpress.com/ 

El gran crimen contra la educación que se lleva a cabo en Estados Unidos no es la compra-venta de centros universitarios con fines de lucro por las corporaciones sino algo peor.

Es el deliberado "vaciado" desde adentro de los centros de educación superior resultante de la aplicación de una filosofía que considera a ésta como preparadora esencial de educandos para empleos en el mundo de los negocios tras su graduación,.

La filosofía, el arte, la historia de las culturas humanas, el pensamiento lógico y crítico, la ética en la toma de decisiones, y las Humanidades en general, habitualmente llamadas "académicas" y consideradas tradicionalmente parte de la definición de la educación universitaria, tienen como función profundizar y ampliar horizontes así como ejercitarles en el pensamiento crítico. Resultan, para muchos estudiantes, una experiencia única en sus vidas.

Un trabajo del profesor y doctor en filosofía Robert Abele publicado el 25 de marzo de 2015 en la revista COUNTERPUNCH (CONTRAGOLPE) con el título de “Conductos del Capital: la toma del poder capitalista de la educación superior”, identifica tres formas de efectuar este vaciado de la educación superior: 1) enfatizar en cursos de "habilidades básicas" que limitan la capacitación de los estudiantes a los niveles de lectura y de escritura que necesitan los empleadores; 2) catalogar de “exitosos” a centros de estudios que mayor número de estudiantes aprueben y 3) eliminar o reducir los programas que ensanchen la visión de los estudiantes y les inclinen a la reflexión racional y el análisis de la sociedad y sus tendencias.

Punto focal de este cambio corporativo en la filosofía educativa es –según Abele- el que se refleja en la denominada "iniciativa del community college" (centros universitarios comunitarios) del Presidente Obama que no promueve la formación académica, sino que reduce la educación superior a capacitación laboral. De ahí que la cadena PBS caracterizara esa iniciativa como "un plan para mejor conectar la formación de estudiantes en centros educacionales superiores comunitarios con determinados tipos de puestos de trabajo en el mercado", incluso subvencionado con $ 600 millones la capacitación laboral de los trabajadores en las habilidades que necesitan la industria, las empresas, los sindicatos, los centros de educación superior y las organizaciones de entrenamiento, según un comunicado de la Casa Blanca de 14 de abril de 2014.

Parte del proceso de corporativización de la educación ha sido la reducción deliberada o incluso la clausura de los departamentos de filosofía y humanidades en la educación superior, tanto en los centros comunitarios como en las universidades en toda la nación.

En otras palabras, no se puede ser pensador crítico o participar en la profundización del conocimiento de ideas humanas o el desarrollo cultural, si se quiere ser un empleado de una empresa estadounidense. La filosofía empresarial que está matando a este tipo de programas parte de dos supuestos: 1) que esta educación no tiene una compensación monetaria adecuada para el mundo de los negocios, y 2) que los pensadores críticos y aquellos con conocimientos científicos sociales son peligrosos para la hegemonía corporativa.

“Nadie discute aquí que enseñar habilidades básicas y ofrecer capacitación para el trabajo deba ser parte de la misión de un centro de educación superior- dice Abele. -Pero si ese tipo de entrenamiento se convierte en el principal énfasis de la educación universitaria, el currículo universitario destaca como habilidades necesarias solo aquella que exige el mercado y se hace claro que es esta filosofía educativa la que determina hacia dónde se canaliza el dinero que la nación dedica la educación, la misión y el valor de la enseñanza académica están claramente en riesgo”.

Contrario a eso, el fundador de la nación estadounidense Thomas Jefferson, quien era un firme partidario de lo que ha sido la definición tradicional de la educación universitaria, creyó que: "En una república cuyos ciudadanos deben ser conducidos por la razón y la persuasión, no por la fuerza, el arte del razonamiento resulta de primera importancia. En el proceso democrático existe la necesidad crítica de tener una ciudadanía informada".

La humanidad se pierde cuando la filosofía de la educación nacional se convierte en una empresa de orientación capitalista extrema y los estudiantes se convierten en mercancías, meros titulares futuros de trabajo; cuando la educación se define por el número de grados aprobados de paso exitoso en los cursos y el número de graduados, restando importancia a la educación basada en el contenido que la mente humana se profundiza y amplía.

La educación está en problemas en Estados Unidos. El peligro no deriva de la incompetencia del profesor como suelen presentarlo los medios y los políticos de derecha, sino a la falta de visión de políticos y administradores de universidades que no ven más que el flujo del dinero y permiten que instituciones venerables mueran por ser usadas como conductos de capital.

Abril 4 de 2015.