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TERROR
PLOT ON
US CAPITOL THWARTED
By Manuel E. Yepe
http://manuelyepe.wordpress.com/
A CubaNews
translation.
Edited by Walter Lippmann.
The news was made
public on NBC News, on Wednesday January 14, through a press release
saying an Ohio man, identified as Christopher Cornell, 20, was arrested
and accused of planning to attack the U.S. Capitol in Washington D.C.
Later it was learned that
everything had its origin in the plans devised by the Federal Bureau of
Investigation (FBI) as part of its campaign to justify the extension of
their powers and the allocation of resources for the "War on Terror"
which legitimizes violations of the privacy of citizens by police
authorities.
Starting in August 2014,
Christopher Cornell began posting comments on Twitter in support of ISIS
under an alias, Raheel Mahrus Ubaydah. Shortly after those posts began
appearing, the FBI –which systematically monitors networks to detect
persons who, in one way or another, show support to terrorist
organizations which are not approved by US foreign policy– sent an
undercover operative to meet with him. This FBI in-house jihadist went
to Christopher Cornell’s house to team up with him and plan a grand
terror attack on the nation's Capitol.
“Heroically, the moment the
20-year-old Cornell said he would "go forward with the violent jihad
plans" he had announced in his tweets, the FBI stepped in, arrested him
and declared a victory in the war on terror.”
Immediately the US
authorities proudly announced that there was never any danger to
civilians, because the "criminal" was dealing with an undercover agent
the entire time and was never in a position to carry out his plan.
"There was never a danger to the public," an official told NBC News.
As journalist Eric Blair
comments on the digital publication Activist Post, “That's exciting
because nowadays finding someone retarded enough to admit support for
ISIS and terrorism is really difficult in the United States.”
It should be recalled that
al-Qaeda was created in the 1980s by the West to oust the Soviets from
Afghanistan and the Middle East in general. It has had, among other
global geopolitical goals, active participation in the heinous terrorist
act of 9/11, 2001, in New York and Washington D.C.
ISIS, or whatever you want
to call it, is a also product of a conspiracy by NATO and the Gulf
Cooperation Council (GCC) which dates back to 2007. At that time, the
authorities of the United States and Saudi Arabia tried to ignite a
sectarian war throughout the region to purge the Middle East arc of
Iran’s influence which extends from its borders, through Syria and Iraq
to Lebanon and the Mediterranean coast.
The operational base of ISIS
is in Langley, Virginia, in the United States; and their support bases
in Washington, DC, London and other capitals of NATO countries which
provide funds, weapons and influences certain aspects of their
strategies and tactics. ISIS is a creation of NATO, and remains under
the control of this Atlantic organization.
But keep in mind that the
Islamic State (IE), Al Nusra, Al-Qaeda, the Islamic Emirate of Iraq (IEI),
Al Qaeda in Iraq (AQI), and the Islamic State in Iraq and Syria (ISIS)
are approximately the same thing. The designation depends on the
tactical circumstances at a given time, political infighting, and the
dissimilar Western political influences hanging over it. The US prefers
to identify it with the acronym ISIS, because it involves the territory
of Syria, a nation that is an important part of the pending –though not
yet achieved– geopolitical objectives of Washington in the region.
The only good reason the
Cornell-FBI story exists at all is to make the public feel that there
are genuine terror threats targeting the United States. That is then
used to justify spying on the Internet and funding the huge
terrorism-industrial complex that has nothing better to do than make up
the reasons to keep receiving taxpayers money, says journalist Eric
Blair in Activist Post.
January 21, 2015.
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FRUSTRAN COMPLOT TERRORISTA EN EL
CAPITOLIO
Por Manuel E. Yepe
http://manuelyepe.wordpress.com/
La noticia se hizo pública
en los noticieros de NBC News el miércoles 14 de enero mediante una nota
informativa que señalaba que había sido arrestado en Ohio un hombre
nombrado Christopher Cornell, de 20 años de edad, bajo la acusación de
planear ataques contra funcionarios del Capitolio de Washington D.C., en
Estados Unidos.
Posteriormente se pudo
conocer que todo había tenido origen en los planes ideados por el Buro
Federal de Investigaciones (FBI) como parte de su campaña para
justificar la amplitud de sus facultades y de la asignación de recursos
para la “Guerra contra el Terrorismo” que legitima las transgresiones de
la privacidad de los ciudadanos por las autoridades policiales.
A partir de agosto de 2014,
Christopher Cornell comenzó a publicar en la red Twitter comentarios de
apoyo al Estado Islámico o ISIS bajo el alias de Raheel Mahrus Ubaydah.
Poco después que los mensajes comenzaron a aparecer, el FBI, que
sistemáticamente controla las redes para detectar a quienes de una forma
u otra muestran apoyo a las organizaciones terroristas que no son las
aprobadas por la política exterior de Estados Unidos, el FBI envió un
operativo encubierto como supuesto yihadista a la casa de Christopher
Cornell para encontrarse con él e invitarle a planear un ataque
terrorista contra el Capitolio de la nación.
“Tan pronto el joven declaró
heroicamente su disposición de seguir adelante con los violentos planes
yihadistas que propugnaba en sus mensajes por twitter" el FBI entró, lo
arrestó y proclamó una victoria en la guerra contra el terrorismo.
Inmediatamente las autoridades estadounidenses anunciaron con orgullo
que nunca hubo peligro alguno para la población civil porque el
“criminal” estuvo siempre tratando con un agente encubierto y nunca
estuvo en una posición que le permitiera llevar a cabo sus planes. "Nunca
hubo un peligro para el público", dijo un funcionario policial a NBC
News.
Como ha comentado el
periodista Eric Blair, en la publicación digital Activist Post, “todo
esto es sumamente enternecedor, dado que encontrar a una persona con
tanto retraso mental como para admitir públicamente su apoyo al
terrorismo en la actualidad de Estados Unidos es algo muy extraño”.
Es conveniente recordar que
al-Qaeda fue creado en la década de 1980 por Occidente con el fin de
expulsar a los soviéticos de Afganistán y del Medio Oriente en general.
Ha tenido, entre otras metas geopolíticas globales, la participación
protagónica en el atroz acto terrorista del once de septiembre de 2001,
en New York y Washington D.C.
Estado Islámico, o como se
le quiera llamar, es también producto de una conspiración de la OTAN y
el Consejo de Cooperación del Golfo (GCC) cuyo origen remonta a 2007,
cuando las autoridades de Estados Unidos y Arabia Saudita intentaron
encender una guerra sectaria en toda la región para purgar el arco de
Medio Oriente de la influencia de Irán que se extiende, desde sus
fronteras, a través de Siria e Irak hasta el Líbano y la costa del
Mediterráneo.
La base operacional de
Estado Islámico está en Langley, Virginia, en Estados Unidos, y sus
bases de sustentación en Washington, D.C., Londres, y otras capitales de
países de la OTAN que proporcionan los fondos, las armas e influyen en
ciertos aspectos de sus estrategias y tácticas. Es una creación de la
OTAN, que se mantiene bajo control de la organización atlántica.
Pero es preciso tener en
cuenta que Estado Islámico (EI), Al Nusra, Al-Qaeda, Emirato islámico de
Irak (IEI), Emirato Islámico de Irak y el Levante (IEIL o ISIL), Al
Qaeda en Irak (AQI), y Estado Islámico en Irak y Siria (ISIS) son
aproximadamente la misma cosa. La denominación depende de las
circunstancias tácticas en cada momento, de las disputas políticas
internas y de las disímiles influencias políticas occidentales que pesan
sobre ella. Estados Unidos prefiere identificarle con las siglas ISIS
porque involucra al territorio de Siria, nación que forma parte
importante de los objetivos geopolíticos pendientes de someter por
Washington en la región.
La única buena razón que
existe para esta historia es hacer que el publico sienta que hay razones
de auténtico terror dirigidas contra la capital de Estados Unidos y que
ello justifica el espionaje en Internet y el financiamiento del enorme
complejo de terrorismo industrial que, sin tener algo mejor que hacer,
que conforman las razones para seguir dándoles el dinero de los
contribuyentes, afirma el periodista Eric Blair en Activist Post.
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