THE ECONOMIC RELATIONS THAT SHOULD COME
By Manuel E. Yepe
http://manuelyepe.wordpress.com/

A CubaNews translation. Edited by Walter Lippmann.


The high-level agreements between Cuba and the United States and the restoration of diplomatic relations between the two countries, announced on December 17, 2014 by Presidents Raul Castro and Barack Obama, herald a new era in bilateral relations. This era, which obviously must begin with the lifting of the economic, commercial and financial blockade and other absurd "sanctions" against Cuba, could make way for the development of active links between two independent neighbor nations.

At my frequent meetings in Havana during the last decade with visiting US academics interested in my views on the prospects for Cuba-US relations, one of the most repeated questions has been whether Cubans fear or not the entry into the Cuban scene of US corporations which could distort the course of the social gains of the revolution.

I have always reminded them that for many years now Cuba has maintained trade ties with capitalist firms from countries around the world, with almost the only exception of the US. I do not think that capitalists from Canada, Europe, Asia, Latin America and the Caribbean are better or worse than those from the US. The only difference is that for US businesspersons trade with Cuba has been forbidden by their government.

I have tried to make them understand that Cuba has been able to commercially relate to the world. This is based on absolute respect for international law and mutual compliance with the laws and regulations of the two contracting parties for mutual benefit. I do not think circumstances in possible links with US partners should be any different.

Obviously, the isolation US export firms have been subjected to for more than half a century due to their government's policy aimed at isolating Cuba could harm them in the future. This is because Cuban partners, as well as users or consumers on the island, are familiar with other more distant markets because of the irrational practice of US policy.

Unfortunately, Washington keeps talking about boycotts and sanctions against Russia, Venezuela and every government in the world that does not accept US policies of war and global hegemony. The U.S. public should demand an end to this boomerang policy. Not only because it can have an impact against them, but because it almost always hurts the poorest sectors of the population whose security and human rights happen to be the most affected.

Now there is a campaign against Venezuela built on the assumption that as a result of the good news of Washington’s rectification of its hostile and sterile policy against Cuba the much-awaited political thaw spreading through the Straits of Florida would affect the solidarity betweem Havana and Caracas. "How will Venezuela justify its anti-imperialist politics when its main friend has become an ally of the empire?” asked a paid pen at the service of Washington’s media campaigns against Caracas. Nothing could be more absurd!

It is obvious that, in this way, the most reactionary forces of the superpower bully the countries which do not recognize the right of the United States to manipulate international relations. They do this so that these countries do not take advantage of the failure of the policy of hostility toward Cuba. The failure of this policy was a result of increasing pressures from the American people and the world community, finally endorsed by the courageous gesture of President Obama who took the step while besieged by the neoconservative forces which had promoted the failed policy.

A recent survey by The Washington Post and ABC network revealed that 64 percent of Americans support the decision of President Barack Obama to restore diplomatic relations with Cuba. Among those voting for the Democratic Party the percentage reached 77% and 49% among Republicans. 85% of Democrats and 64% of Republicans are favourable to the elimination of the prohibitions against Americans traveling to Cuba.

Despite being subjected to a mountain of hostile propaganda comparable only to that which the US media used against its more powerful enemies during World War II and the hardest part of the Cold War, there have been numerous political, religious, intellectual, scientific and business figures who applauded the decision of Washington and Havana to normalize their diplomatic relations, broken since the early days of the triumph of the Cuban revolution in 1959.

December 24, 2014.

 

   
   
LAS RELACIONES ECONÓMICAS QUE DEBEN VENIR

Por Manuel E. Yepe
http://manuelyepe.wordpress.com/

Los acuerdos al máximo nivel estatal entre Cuba y Estados Unidos y el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre los dos países, anunciados el 17 de diciembre de 2014 por los presidentes Raúl Castro y Barack Obama, presagian una nueva etapa en las relaciones

bilaterales, que obviamente debe comenzar por el cese del bloqueo económico, comercial y financiero y otras absurdas “sanciones” contra Cuba para abrir paso al desarrollo de vínculos entre naciones independientes que, por ser vecinas, están llamadas a ser intensas. En los frecuentes encuentros que he sostenido en La Habana en la última década con académicos visitantes de Estados Unidos interesados en conocer mi opinión acerca de las perspectivas que veo en las relaciones entre Cuba y su país, una de las preguntas más reiteradas ha sido si los cubanos no temen que la entrada en el escenario cubano de las corporaciones estadounidenses pueda distorsionar el curso de los logros sociales de la revolución.

Siempre les he recordado que hace muchos años que Cuba mantiene nexos comerciales con empresas capitalistas de países de todo el mundo, con la excepción casi única de Estados Unidos, y no me parece que los capitalistas de Canadá, Europa, Asia, Latinoamérica y el Caribe, sean mejores ni peores que los de Estados Unidos. Sólo que a estos últimos les ha estado vedado por su gobierno comerciar con Cuba.

He pretendido hacerles comprender que Cuba ha sido capaz de relacionarse comercialmente con el mundo a partir del absoluto respeto al derecho internacional y el acatamiento recíproco de las leyes y regulaciones de las dos partes contratantes para beneficio mutuo, y que no pienso que las circunstancias en los vínculos con socios estadounidenses serían diferentes.

Es obvio que el aislamiento a que se han sometido las firmas exportadoras estadounidenses en función de la política de aislar a Cuba impuesta por su gobierno por más de medio siglo habrá de perjudicarles en el futuro, porque los socios cubanos, y los usuarios o consumidores de la isla, se han familiarizado con otros mercados más lejanos a causa de la práctica de esa irracional política.

Desgraciadamente, Washington sigue hablando a diestra y siniestra de boicots y bloqueos contra Rusia, Venezuela y cuanto gobierno en todo el mundo no se pliegue a sus políticas de guerra y su hegemonía global. El público estadounidense debía exigir el cese de esos boomerangs, no solo porque puede repercutir contra ellos, sino porque, casi siempre, perjudican a los sectores más humildes de los pueblos, cuya seguridad y derechos humanos resultan ser los principales afectados.

Contra Venezuela se desarrolla ahora, a raíz de las buenas nuevas respecto a la rectificación por Washington de su estéril política hostil contra Cuba, una campaña construida a base del supuesto de que el esperado deshielo político a través del Estrecho de la Florida afectará la solidaridad de La Habana con Caracas. “¿Cómo justificará Venezuela su política antiimperialista cuando su principal amigo se ha convertido en un aliado del imperio?” pregunta un plumífero al servicio de las campañas mediáticas de Washington contra Caracas. ¡Nada más absurdo!

Es obvio que las fuerzas más reaccionarias de la superpotencia acosan así a los países que no reconocen el derecho de Estados Unidos a manipular las relaciones internacionales, para que no saquen ventajas del fracaso de la política de hostilidad contra Cuba que ha resultado de crecientes presiones de su propio pueblo y de la comunidad mundial, que ahora han sido respaldadas por el gesto de valentía del presidente Obama, asediado por las fuerzas neoconservadoras que la han propugnado.

Un reciente sondeo realizado por el diario The Washington Post y la cadena mediática ABC revela que el 64 por ciento de los estadounidenses apoya la decisión del presidente Barack Obama de restablecer las relaciones diplomáticas con Cuba. Entre los que votan por el partido demócrata el porcentaje llega al 77% y al 49% entre los republicanos.

El 85% de los demócratas y el 64 % de los republicanos se manifiestan favorables a la eliminación de las prohibiciones que tienen los estadounidenses para viajar a Cuba.

Pese a haber estado sometidos a una carga de propaganda hostil solo comparable a la que los medios estadounidense han utilizado contra sus más poderosos enemigos durante la II guerra mundial y la parte más álgida de Guerra Fría, son numerosas las personalidades políticas, religiosas, intelectuales, científica y de los negocios que han aplaudido la decisión de Washington y La Habana de normalizar sus relaciones diplomáticas, rotas desde los primeros días del triunfo de la revolución cubana en 1959.

Diciembre 24 de 2014.


http://manuelyepe.wordpress.com/2014/12/24/manuel-e-yepe-las-relaciones-economicas-que-deben-venir/