Néstor García Iturbe
La tradición de celebrar el Día de Acción de Gracias
se originó en 1621. Algunos historiadores ubican la primera
celebración en Plymouth, Massachusetts, otros la han ubicado
en Virginia , en la colonia financiada por la Virginia
Company e inclusive algunos plantean fue en 1565 en San
Agustín, la primera ciudad de
Estados Unidos,
fundada por los españoles
Lo que celebraron los colonizadores de Plymouth fue
precisamente el poder resolver la alimentación de todos
ellos, lo cual hicieron gracias a los nativos de la tribu
Wampanoag, quienes los ayudaron dándoles semillas para sus
siembras y enseñándoles a pescar.
El Día de Acción de Gracias se celebra en Estados Unidos el
cuarto jueves del mes de noviembre, lo que este año
corresponde al día 27. Las personas que celebran estas
fiestas regularmente organizan una reunión familiar donde se
ofrece un pavo horneado como principal plato. Como parte de
la cena, alguno de los asistentes ofrece una oración dando
gracias por lo recibido durante el año y el poder disfrutar
una cena como la que se ha preparado.
El viernes siguiente a la celebración es tradicional la
apertura de la temporada de compras navideñas. Este día se
conoce como
Viernes Negro.
Almacenes y tiendas ofrecen precios de rebaja y mucha gente
acude desde las primeras horas del día a los centros
comerciales.
Todo esto es muy tradicional, pero en realidad todos los
años millones de estadounidenses no tienen motivo alguno
para dar gracias por lo recibido durante el año, ni tampoco
tienen el dinero necesario para organizar una cena en la
cual celebrar lo recibido.
Seguramente lo 43 millones de estadounidenses que viven por
debajo de la línea de la pobreza y que han pasado
necesidades durante todo el año, tiene poco por lo cual dar
gracias.
Los cerca de medio millón de personas calificados como
“homeless”, que no cuentan con un techo donde guarecerse,
seguramente no tienen ánimo para dar gracias.
Un poco mas de 50 millones de estadounidenses que no tienen
trabajo, por lo cual no solamente sufren ellos, sino también
sus familias, no estarían de acuerdo en reunir a su esposa e
hijos para celebrar lo recibido durante el año.
Tampoco se reunirían para celebrar, cerca de un millón de
familias que debido a la acción de los bancos sobre sus
hipotecas, perdieron sus casas, uno de los inconvenientes es
que no tienen casas donde celebrar.
Los que se han acogido al Obamacare analizarán si celebran
o no, en especial porque se plantea que en el año 2015 las
primas que le cobrarán serán más altas, quizás decidan
guardar el poco dinero que les queda para poder pagarlas.
Los reclusos de distintas cárceles seguramente no tienen el
ánimo como para celebrar. En vez de tener fiesta un día, lo
que necesitan es que se mejore el régimen carcelario, contar
con las medicinas requeridas y que se suspendan los abusos
todos los días del año.
Hablando de cárceles, no sé de qué van a dar las gracias los
reclusos de Guantánamo, muchos de ellos injustamente
encarcelados por no poder presentar cargos contra los mismos.
Quizás la administración de la cárcel está preparando un
“force feeding” de pavo, para los que están en huelga de
hambre.
Como estamos analizando situaciones relacionadas con
cárceles, quizás
Obama quiera
hacer un gesto y firmar una orden ejecutiva, como lo hizo
con la inmigración, para dar la libertad a los
tres héroes cubanos que
mantiene en prisión. Esto de inmediato traería como
consecuencia otro gesto, esta vez de Cuba, que le daría la
libertad de
Alan Gross.
Esto, señor Obama, provocaría que muchas personas, tanto en
Estados Unidos, como en Cuba y en otros países del mundo,
tendrían un justo motivo para celebrar, sería una acción
propia del Día de Acción de Gracias, promovida por el
presidente de Estados Unidos.
Imagine usted, presidente Obama, toda la felicidad que puede
promover solamente con una firma.
http://lapupilainsomne.wordpress.com/2014/11/23/el-dia-de-accion-de-gracias-obama-y-la-felicidad/