VULTURES WHO FLY FROM WASHINGTON
By Manuel E. Yepe

A CubaNews translation.
Edited by Walter Lippmann.

“The vulture funds --the small number of creditors who held out from Argentina's earlier debt restructuring-- had no interest in the country or its people. They picked up their bonds on the cheap, in hopes that by spending enough on litigation, they would eventually find a sympathetic judge who did not understand what was at issue and rule in their favor.”


Thus explains Professor Joseph E. Stiglitz, a Nobel laureate in economics and at Columbia University, who served as Senior Vice-President and Chief Economist of the World Bank.

“All investors in sovereign bonds know that there is a risk of default. That's why the bonds can pay a far higher interest rate than U.S. bonds. But anyone buying bonds after a country announces a debt restructuring knows with virtual certainty that they will not be repaid in full without manipulating the legal system,” says Stiglitz.

There is no system for sovereign debt restructuring, but this is a necessity because the growing complexity of the market makes it harder for developing nations to free themselves from debt, increasing inequality worldwide.

According to a work by journalist Greg Palast, published by London paper The Guardian and reproduced by Pagina 12 of Buenos Aires, President Obama could neutralize the action of the “vulture funds” if his administration had the political will.

The US president need only inform a federal judge that vulture fund billionaire Paul Singer is interfering with the president's sole authority to conduct foreign policy. But Obama hasn't done so.

Obama could prevent vulture hedge-fund billionaire Paul Singer –one of the most important and influential contributors to the Republican electoral campaigns– from collecting a single penny from Argentina by invoking the long-established  authority granted presidents by the US constitution's "Separation of Powers" doctrine.

Under the principle known as "comity", Obama only need inform US federal judge Thomas Griesa that Singer's suit interferes with the president's sole authority to conduct foreign policy. Case dismissed.

In a legal analysis of the recent action by the government of President Cristina Fernández de Kirchner at the International Court of Justice in The Hague, also published in Pagina 12, Professor Marcelo Kohen, of the Graduate Institute of International and Development Studies in Geneva, also points out the responsibilities of the US Executive for the resolution of this conflict which not only threatens the stability of Argentina but as Stiglitz  pointed out is a real "bomb" against the international economic and financial system, with unpredictable effects.

Regarding this case, the US State Department reported to federal Judge Thomas Griesa that the Obama administration agreed with the Argentine legal arguments; however, it did not invoke the magic doctrine that would stop the vultures.

Once again the US legal system is placed above International Law and national laws against Third World nations. This time, it subtly supports the predatory "vulture funds". They threaten to cause irreparable damage to a people waging an exemplary struggle for justice and development after many decades of independence with restrictions imposed by US hegemony.

It is not surprising that US courts support the unscrupulous creditors who are behind the "vulture funds". These are predator financial speculators who, taking advantage of a difficult situation in Argentina, bought some of its debt at ridiculous prices and try to make it pay today, through legal action, the total sums owed plus interest accumulated throughout the elapsed time.

The beneficiaries could be
billionaires with capital of questionable-origin in tax havens. In the past they provided financial support to genocidal dictatorships.
These debts were acquired these
debts in the name of the people they badly ruled in favor of a privileged elite or holders of private accounts which grew fat acting as servile satraps of the oligarchies.54  

The U.S. complicity in this extortion is evident in the disregard of its President.


August 15, 2014.
 

   
   

 

BUITRES QUE VUELAN DESDE WASHINGTON

Por Manuel E. Yepe

“Los fondos buitre están formados en Argentina por el reducido número de acreedores que, en ocasión de la reestructuración de la deuda de esa nación, sin interés alguno por el país o su gente, aceptaron como pago de la deuda oficial los bonos soberanos a un precio reducido, con la esperanza de que, invirtiendo lo suficiente en litigios, encontrarían eventualmente un juez comprensivo que no entendiera el asunto en cuestión y reglara en su favor”.

Así lo explica el profesor en la Universidad de Columbia Joseph E. Stiglitz, ganador del Premio Nobel en economía y ex economista jefe del Banco Mundial.

“Todos los inversores en bonos soberanos saben que hay un riesgo de impago, y es por ello que los bonos suelen pagar una tasa de interés mucho más alta que los bonos de Estados Unidos. Pero quien haya comprado bonos luego de que un país haya anunciado la reestructuración de su deuda sabe, con certeza virtual, que éstos no serán saldados en completo sin que medie una manipulación del sistema legal”, precisa Stiglitz.

Tampoco existe un sistema global para la reestructuración de las deudas soberanas, algo que la creciente desigualdad en el mundo hace cada vez más complejo y también más necesario para los países en desarrollo.

Según un trabajo del periodista Greg Palast publicado por The Guardian, de Londres, y reproducido por el diario Página 12, de Buenos Aires, el Presidente Obama pudiera neutralizar la acción de los fondos buitre contra Argentina si esa fuera la voluntad política de su gobierno.

Una simple nota a un juez federal advirtiendo que la exclusiva competencia del Presidente de dirigir la política exterior está siendo interferida por Paul Singer, multimillonario dedicado a los negocios de fondos buitre, pararía en seco al financista “buitre” , subraya Palast.  Pero Obama no lo ha hecho.

Obama podría evitar que el citado multimillonario de los fondos buitre, uno de los más importantes y más influyentes contribuyentes a las candidaturas republicanos en elecciones de Estados Unidos, cobre un solo centavo de la Argentina mediante la invocación de la autoridad de larga data otorgada a los presidentes por la cláusula de “Separación de Poderes” de la constitución estadounidense.

En virtud del principio conocido como “respeto mutuo” (comity), lo único que tendría que hacer Obama es informar al juez federal Thomas Griesa que la demanda de Singer interfiere con la autoridad exclusiva que tiene el Presidente para dirigir la política exterior. Ante tal argumento, la demanda presentada por Singer tendría que ser desestimada.

En un análisis jurídico del caso centrado en la reciente acción del gobierno de la Presidenta Cristina Fernández de Kissinger, ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, igualmente publicado en Página 12, el profesor Marcelo Kohen, del Instituto de Altos Estudios Internacionales y del Desarrollo de Ginebra, también apunta hacia las responsabilidades que tiene el poder ejecutivo estadounidense respecto a la resolución de este conflicto, que no solo atenta contra la estabilidad de la nación argentina sino que, como ha apuntado Stiglitz, es una verdadera “bomba” contra el sistema económico y financiero internacional, con efectos impredecibles.

Respecto a este caso, el Departamento de Estado de Estados Unidos informó al Juez federal Thomas Griesa que el gobierno de Obama estuvo de acuerdo con los argumentos jurídicos argentinos pero no invocó la cláusula mágica que frena a los buitres.

Una vez más las Cortes de justicia estadounidenses se sitúan por encima del Derecho Internacional y de las leyes  nacionales contra las naciones del Tercer Mundo, esta vez apoyando de modo sutil a los rapaces “fondos buitres”, que amenazan causar irreparables daños a un pueblo en lucha ejemplar por la justicia y el desarrollo tras muchas décadas de independencia limitada por la hegemonía impuesta por Estados Unidos.

No es de extrañar que las Cortes de los EEUU apoyen a los acreedores sin escrúpulos que están tras los “fondos buitres”, rapaces especuladores financieros que, aprovechándose de una difícil situación en la Argentina, compraron parte de su deuda a precios irrisorios para hacerle pagar hoy, acción judicial mediante, el total de las sumas adeudadas y los intereses por todo el tiempo transcurrido.

Sus favorecidos pudieran ser multimillonarios con capitales de cuestionable origen en paraísos fiscales que prestaron apoyo económico en el pasado a dictaduras genocidas que contrajeron estas deudas a nombre de los pueblos que mal gobernaban en beneficio de una cúpula privilegiada, o tenedores de cuentas privadas que engordaron como sátrapas serviles de las oligarquías.

La complicidad estadounidense en esta pretendida extorsión se evidencia en la desidia de su Presidente.

Agosto 15 de 2014.