Néstor García Iturbe
Cuando
se puede observar una luz al final del túnel,
siempre existe la esperanza de que en algún
momento se saldrá de ese oscuro orificio y todo
nuestro alrededor estará iluminado. Primero la
luz se proyecta como un pequeño punto luminoso,
y en la medida que avanzamos en su dirección
vemos como el mismo va creciendo, eso debe dar
el ánimo suficiente para avanzar más.
Si esto que hemos planteado lo aplicamos a la
situación existente entre
Cuba y
Estados Unidos, debemos
reconocer que una pequeña luz está brillando al
final del túnel. Ahora la voluntad política y la
comprensión entre ambos países pudiera hacer que
la luz, al menos, crezca un poco más.
Es importante reconocer que la tarea no es fácil.
Está influida por más de cincuenta años de
hostilidad en que distintos presidentes de
Estados Unidos, incluyendo el actual, han venido
incrementando la presión sobre Cuba,
principalmente con la aplicación del bloqueo
económico, el fortalecimiento de las actividades
subversivas contra la Revolución Cubana,
intentos de asesinato a los líderes de la
revolución, acciones terroristas y paramilitares,
guerra mediática y otras que considero no es
necesario citar por ser bien conocidas, cuyo
objetivo ha sido y aún lo es, destruir la
Revolución Cubana.
El resultado de todas estas medidas ha sido que
se han dedicado miles de millones de dólares del
contribuyente estadounidense a una empresa
totalmente improductiva, pues nuestra Revolución,
con dificultades y logrando éxitos, se mantiene
vigente.
Dentro de los propios Estados Unidos, pudiéramos
clasificar como mínimo en tres grupos el enfoque
de la población en relación con la Revolución
cubana. Un grupo totalmente en contra de la
misma y que solamente concibe acciones para
destruirla, un segundo grupo interesado en que
se normalice la situación entre los dos países y
un tercer grupo que está totalmente ajeno a lo
que sucede entre los mismos.
Debemos tener bien claro que dentro de las
prioridades relacionadas con la política
exterior de Estados Unidos no se encuentra Cuba
y eso se refleja en el enfoque de la población
al que hicimos mención en el párrafo anterior.
Uno de los grupos aboga por el incremento de la
hostilidad y la subversión político ideológica,
la mayor afectación posible a la economía de la
isla, que continúen las campañas tratando de
desacreditar la imagen de Cuba y tratar de
dividir la familia cubana.
Este grupo es conocido como la mafia
cubano-americana. Por lo regular está formado
por personas de origen cubano que han adoptado
la ciudadanía estadounidense, pero que pretenden
continuar teniendo derechos en un país al cual
renunciaron. Un pequeño número de personas en
este grupo aún mantienen la ciudadanía cubana.
El segundo grupo está formado por cubanos
nacionalizados en Estados Unidos, cubanos que
aún mantienen su ciudadanía y estadounidenses
por nacimiento. Los intereses de este grupo son
un poco más heterogéneos, pero coinciden en que
el mejoramiento del clima entre los dos países
resultaría de beneficio para ambos.
Este grupo aboga por el fin del “embargo”
comercial y financiero contra Cuba, o al menos,
comenzar con pasos que permitan el incremento
comercial, tanto en cantidad como en variedad,
dar los pasos necesarios para que las
operaciones financieras entre ambos países estén
dentro de lo que se considera normal para las
mismas. Permitir que un número mayor de
residentes en Estados Unidos puedan viajar a la
isla y que los contactos entre instituciones de
los dos países se incrementen y regularicen.
En este grupo se encuentran hombres de negocio
que desean aprovechar las oportunidades que
representa el comercio con Cuba, país que puede
adquirir muchos de sus productos y a la vez
venderles artículos y materias primas que
resultan de aceptación en el mercado
estadounidense. No están exentas de este interés
las empresas que se dedican al turismo y la
trasportación de pasajeros. Podemos decir que en
este grupo están los que no quieren llegar tarde
al mercado cubano y que conocen otros países ya
se encuentran en el mismo.
Si tomamos en cuenta la historia de la situación
entre los dos países, y los momentos en que se
han dado algunos pasos en función de mejorar
esta, encontraremos que en distintas
oportunidades se han realizado conversaciones
secretas y ahora las mismas se han desarrollado
públicamente, lo cual es un avance evidente para
este tipo de contacto diplomático.
Hablar es algo importante, para conocer los
criterios de la otra parte y que esta conozca
los nuestros. No tenemos necesariamente que
estar de acuerdo en todo lo que hablemos, pero
el hablar de un asunto, en el que podemos tener
criterios distintos, implica que puede existir
una posibilidad en que de la diferencia salga la
coincidencia, digamos como ejemplo, la situación
de
Alan Gross y de los
Tres Héroes que permanecen
en prisión.
Mientras los problemas más importantes esperan
por una solución favorable para ambos países, se
pueden dar, y considero se están dando, pasos
para ir estableciendo arreglos entre ambos
gobiernos que se refieren a situaciones
particulares de distintos organismos, todo lo
cual ayuda a crear el ambiente político, de
conocimiento y de respeto a la soberanía de
ambas naciones, requerido para posteriormente
involucrarse en mayores tareas.
Los enemigos de la Revolución quieren apagar esa
pequeña luz que se percibe en la distancia, al
final del túnel. Debemos marchar con firmeza y
sin apuro hacia donde la luz se encuentra.