FEARS AND HOPES IN MIAMI AND MADRID
By Manuel E. Yepe

A CubaNews translation.
Edited by Walter Lippmpann.

With fear and sadness, some of the most conspicuous figures among the extreme right of Cuban immigrants, residing in Spain and Miami, come out against everything they believe may threaten the business of the counter-revolution.

All they need is any American leader -at any level- ready for dialogue with Cuba, or recognizing the failure of the hostile policy toward the island, or taking a different stand, or changing their previous extremist position; for the local media, supportive of Washington’s policies against Cuba, to stigmatize them hysterically.

Although recent surveys show that both in Madrid and Miami most of the population is in favor of normalizing relations with Cuba, and that hostility toward the island is no longer trendy; extremists are not willing to accept the end of a confrontation that is their way of life and source of income.

There is an increasing number of Cuban entrepreneurs living in the United States who are breaking the public relations guidelines towards Cuba imposed for many years by the U.S. neo-conservative right.

Recently, billionaire sugar magnate Alfonso Fanjul -who in 1959 suffered the nationalization of some of his large properties as a result of the revolutionary laws to benefit the Cuban people- publicly expressed his willingness to invest on the island. In an interview with The Washington Post, the CEO of the Fanjul Corporation in the United States, recounted details of his recent trips to the island and his interest in returning to his homeland.

According to local Spanish-language media, such comments by Fanjul had the impact of a bomb on the right-wing of Cubans living in southern Florida.

A violent smear campaign was unleashed against the heretic; even when he had not even made mention of the need to end the blockade against Cuba.

An article in Forbes magazine, quoting the Palm Beach Post of Florida, recalled that the U.S. government had spent many millions of dollars subsidizing Fanjul’s agricultural businesses, and that these, in the mid- 2000s, tried to boycott President George W. Bush’s projects aimed at promoting the Free Trade Area of the Americas (FTAA).

In Miami, an unusual conference of supporters of the normalization of relations with Cuba was recently held. Calls were made to the Obama’s administration to lift the travel ban of U.S. citizens to the island; and to remove Cuba from its ludicrous inclusion in the list Washington publishes of countries who supposedly support terrorism.

There was an uproar in the ranks of the right-wing of Cuban immigrants when Jorge Perez, a businessman of Cuban origin with much notoriety for his contribution to the development of the city of Miami, on the occasion of the inauguration of the new Pérez Art Museum in Miami last December, advocated increasing artistic exchanges between Cubans and local artists.

Meanwhile, also in Europe, there are symptoms indicating that the hostility toward Cuba maintained by right-wing sectors of the Cuban emigration are growing increasingly obsolete in light of the fact that even those closer to the United States seem to be evolving towards a more lucid European Union Common Position towards Cuba, in contrast to the one imposed years ago by the close association of President George W. Bush with British Prime Minister Tony Blair and Spanish Prime Minister José María Aznar.

There has been an outbreak of what some observers call an increase of schizophrenia among the Spanish conservatives reacting to news such as the interviews offered to the Cuban Ambassador by the President of the Partido Popular (PP) in Valencia, or the warm welcome accorded by President Raul Castro to the leader of the PP in Galicia during his recent trip to the island

And to top it all, wherever in Latin America there are truly democratic conditions for the will of the people to choose their rulers, progressive leftists keep coming to power; and there is evidence that the pro-imperialist right has no other way to deal with the peoples but appealing to coups, terrorism and counter-revolutionary violence.

March 31, 2014.

 
   
   

TEMORES Y ESPERANZAS EN MIAMI Y EN MADRID

Por Manuel E. Yepe

Con temor y tristeza, algunas de las más conspicuas figuras de la extrema derecha de los emigrados cubanos radicados en España y en Miami se pronuncian contra todo lo que entiendan que pone en peligro el negocio de la contrarrevolución.

Basta con que cualquier dirigente estadounidense, de cualquier jerarquía, se pronuncie dispuesto al diálogo con Cuba o reconozca el fracaso de la política hostil de Washington hacia la isla, o adopte una posición distinta a la mantenida al respecto hasta el presente, o discrepe de sus posicionas extremistas previas, para que los medios locales afines a las políticas de Washington hacia Cuba les estigmaticen de manera histérica.

Pese a que las encuestas exponen que tanto en Madrid como en Miami la mayor parte de la población se muestra favorable a la normalización de las relaciones con Cuba y que la hostilidad hacia la isla ha pasado evidentemente de moda, los extremistas no están dispuestos a aceptar el fin de una confrontación que es su medio y su modo de vida. Se observa que un número creciente de empresarios cubanos radicados en Estados Unidos están rompiendo con la línea pública de relaciones con Cuba que les ha sido impuesta por la derecha neoconservadora norteamericana durante muchos años.

Recientemente, el multimillonario magnate azucarero Alfonso Fanjul, quien en 1959 sufrió la nacionalización de algunas de sus cuantiosas propiedades por efecto de las leyes revolucionarias de beneficio popular en Cuba, manifestó públicamente su disposición a volver a invertir en la isla. En una entrevista con el periódico The Washington Post, el director ejecutivo de la Corporación Fanjul en Estados Unidos, relató pormenores de sus recientes viajes a la isla y su interés por regresar a su patria.

Según los medios locales de habla hispana, tales comentarios de Fanjul tuvieron el efecto de una bomba en la derecha de los cubanos radicados en el sur de Florida. Una violenta campaña de descrédito se desató contra el hereje, aún cuando ni siquiera había hecho mención de la necesidad de poner fin al bloqueo a Cuba.

Un artículo aparecido en la revista Forbes, citando al diario Palm Beach Post de la Florida, recordó que el gobierno de EEUU había gastado muchos millones de dólares subsidiando negocios agrícolas de los Fanjul y que éstos, a mediados de la década del 2000, trataran de torpedear los proyectos del presidente George W. Bush encaminados a promover el Área de Libre Comercio para las Américas (ALCA).

En Miami, recientemente tuvo lugar una inusual conferencia de partidarios de la normalización de las relaciones con Cuba, en la que se hicieron llamados a la administración de Obama para que levante la prohibición de los viajes de ciudadanos estadounidenses a la isla y saque a Cuba de su absurda inclusión en lista de países que apoyan el terrorismo que publica Washington.

Causó estupor en las filas de la derecha de los inmigrantes cubanos que Jorge Pérez, un empresario de origen cubano con mucha notoriedad por su contribución al desarrollo de la ciudad de Miami, abogara por el incremento de los intercambios entre artistas cubanos y locales, y se pronunciara por el incremento de los intercambios artísticos con Cuba al inaugurar su nuevo Museo de Arte Pérez de Miami en diciembre último.

Entretanto, también en Europa se observan síntomas de que la hostilidad hacia Cuba de los sectores de derecha de la emigración cubana se hace cada vez más obsoleta a la luz del hecho de que hasta las corrientes más afines a Estados Unidos parecen estar evolucionando hacia una más lúcida Posición Común de la Unión Europea hacia Cuba que aquella que años atrás fuera impuesta por la estrecha asociación del presidente George W. Bush con Blair y Aznar.

Se ha estado produciendo lo que algunos observadores llaman un aumento de la esquizofrenia de los conservadores españoles ante anuncios tales como las audiencias que le han sido ofrecidas al embajador cubano en España por el presidente del Partido Popular en Valencia, o la cordialidad del recibimiento que le fue dispensado por el Presidente Raúl Castro, al líder de ese partido español en Galicia durante su reciente viaje a la Isla.

Y, para colmo de sus desgracias, dondequiera que en América Latina se ofrecen condiciones verdaderamente democráticas para que la voluntad popular elija a sus gobernantes, siguen llegando al poder gobernantes progresistas de izquierda y se evidencia que a la derecha pro-imperialista no le queda más camino que enfrentarse a los pueblos apelando al golpe de Estado, al terrorismo y la violencia contrarrevolucionaria.

Marzo 31 de 2014.