EL SALVADOR: GREAT TRIUMPH OF A SMALL BIG COUNTRY
By Manuel E. Yepe

A CubaNews translation.
Edited by Walter Lippmann.

The election of the candidate of the Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), Salvador Sánchez Cerén, to the presidency  of the Republic of El Salvador for the period 2014 to 2019, was not a surprise after the wide margin with which he won the first round of voting.

However, the confirmation by the Electoral Supreme Court of the victory of the FMLN by a margin of only six thousand votes reflected the acute social polarization in the country. It also unleashed a terror campaign similar to that of Capriles in Venezuela. And showed that the political machinery of the right-wing Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) has a large treasury, and the unlimited support of the reactionary and powerful Salvadoran oligarchy.

After the victory of the FMLN in the polls in 2009 --which for the first time brought to the presidency a candidate promoted by this leftist political grouping-- the 2014 elections came to be conclusive proof of whether Salvadorans believed that the revolutionary organization which for years led the popular guerrilla struggle for the liberation of the country was fully capable of successfully leading the nation from the government.

On February 2, 2014, in the first round of voting, the FMLN won 10% more votes than ARENA; but this margin was not sufficient to meet the legal requirements of the electoral law to be credited with definitive success. They needed 26,000 more votes to fulfill the requirement and win.

For the second round scheduled for 9 March, the FMLN, without changes in its electoral strategy, continued adding support and this led to its victory with a historic result of 1,495,815 votes representing 50.11 % of the vote in this second round. With a difference of 6,364 votes over ARENA, the FMLN and its presidential ticket were victorious this time.

The victory of candidate Salvador Sánchez Cerén of the ruling Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN) party, in this second round of the presidential elections, includes continuity with the revolutionary program designed to rescue the people’s dignity initiated by the government of President Mauricio Funes, but in practical terms it is much more than that.

This is because current President, Mauricio Funes, reached the presidency sponsored by the FMLN but he was not an outstanding name in the historical Fuerzas Populares de Liberación Farabundo Martí as is the newly elected former commander of the
guerrillas, Salvador Sanchez Ceren.

It can be said that
, when the FMLN signed the Peace Agreements 22 years ago, which opened the process of political confrontation to replace armed struggle, the left was pushing for a democratic solution of the type that has now resulted in the outcome of the 2014 elections in which the two political models offered to the Salvadoran people have come face-to-face.

The continuity of the FMLN leading the Salvadoran government imposes a course full of complexities; hence the appeal Sanchez Ceren for unity and understanding with all sectors of society in the Central American nation. It provides continuity with the projects initiated by President Mauricio Funes, aimed at reducing the levels of poverty in a nation that, along with the injustices characteristics of oligarchic and imperialist plunder, has suffered a prolonged and bloody civil conflict.

On March 9, 2014, nearly a half million Salvadorans voted in favor of the former guerrilla commander Salvador Sanchez Ceren, thus marking the starting point of the efforts to realize the hopes of the forgotten by building a more just country.

It was a glorious victory of Salvadorans and their revolutionary vanguard, the FMLN, which its historic leader, Shafik Jorge Handal, unfortunately was not able to enjoy.

If from the national point of view this triumph at the polls will be remembered as the most important electoral civic battle in the history of El Salvador, its impact has been no less in the international arena, particularly in Latin America.

The results of the Salvadoran people's victory in the elections of March 9, together with the important victory of former president Michelle Bachelet, who now returns to the presidency in Chile, strengthen the trend, increasingly more solid on the continent, which marks a rise of the left and its consolidation in power wherever peoples are given the right to decide their destinies by themselves.

March 15, 2014.
   
    GIGANTESCO TRIUNFO DE UN PEQUEÑO GRAN PAÍS

Por Manuel E. Yepe

La elección del candidato del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), Salvador Sánchez Cerén, en la presidencia de la República de El Salvador para el periodo 2014 al 2019, para nadie debió ser sorpresa luego de la holgada ventaja con que éste ganó la primera vuelta de los comicios.

No obstante, la confirmación por el Tribunal Supremo Electoral del triunfo del FMLN por una diferencia de tan solo seis mil votos reflejó la aguda polaridad social que hay en el país, desató una campaña de terror al estilo de Capriles en Venezuela y demostró que la maquinaria política de la derechista Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) dispone de una gran capacidad financiera y tiene ilimitado apoyo de la reaccionaria y poderosa oligarquía salvadoreña.

Después del triunfo en las urnas del FMLN en 2009, que llevó por vez primera a la presidencia del país a un candidato promovido por esta formación política de la izquierda, las elecciones del 2014 venían a ser prueba conclusiva de si los salvadoreños consideraban que la organización revolucionaria que durante años guió la lucha guerrillera popular por la liberación del país era plenamente capaz de encabezar exitosamente a la nación desde el gobierno.

El 2 de febrero de 2014, en la primera vuelta de los comicios, el FMLN obtuvo un 10 % de votos más que ARENA, pero este margen no fue suficiente para cumplir las exigencias legales de la ley electoral para acreditarse la proclamación presidencial, por haber quedado a 26 000 votos de cumplir este requisito para ganar.

Para la segunda vuelta programada para el 9 de marzo, el FMLN, sin cambios en su estrategia electoral, siguió sumando adhesiones y ello le llevó a la victoria con un caudal electoral histórico de 1.495,815 votos que representaron el 50.11% de las votaciones en esa segunda vuelta. Con una diferencia sobre ARENA de 6,364 votos, el FMLN y su fórmula presidencial resultaron esta vez ganadores.

La victoria del candidato del gobernante Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN), Salvador Sánchez Cerén, en esa segunda vuelta de los comicios presidenciales propicia la continuidad del programa revolucionario encaminado al rescate de la dignidad popular iniciado por el gobierno del presidente Mauricio Funes, pero en términos prácticos es mucho más que eso.

Porque el actual Presidente de la República, Mauricio Funes, llegó a la primera magistratura patrocinado por el FMLN pero no era una figura sobresaliente de las históricas Fuerzas Populares de Liberación Farabundo Martí como sí lo es el recién electo ex comandante de las guerrillas Salvador Sánchez Cerén.

Puede afirmarse que cuando el FMLN suscribió hace 22 años los acuerdos de Paz que dieron origen al proceso de confrontación política en reemplazo de la lucha armada, la izquierda presionaba por una solución democrática del tipo de la que ahora se ha concretado en los resultados de estas elecciones de 2014 en las que se han medido cara a cara los dos modelos políticos que se ofrecen al pueblo salvadoreño.

La continuidad del FMLN al frente del gobierno salvadoreño impone un rumbo cargado de complejidades, de ahí el llamamiento de Sánchez Cerén a la unidad y el entendimiento con todos los sectores de la sociedad de esta nación centroamericana, dando continuidad a los proyectos iniciados por el presidente Mauricio Funes encaminados a la reducción de los niveles de pobreza en una nación que, junto a las injusticias características del despojo oligárquico e imperial, ha sufrido un prolongado y cruento conflicto civil.

El 9 de marzo de 2014 casi un millón y medio de salvadoreños votó a favor del ex comandante guerrillero Salvador Sánchez Cerén marcando con ello el punto de partida del empeño de materializar las esperanzas de los olvidados con la construcción de un país más justo. Ha sido una gloriosa victoria de los salvadoreños y de su vanguardia revolucionaria, el FMLN, que lamentablemente su líder histórico, Schafik Jorge Handal, no alcanzó a disfrutar. Si desde el punto de vista nacional este triunfo en las urnas será recordado como la batalla cívica electoral más importante en la historia de El Salvador, no ha sido menor su impacto en los anales internacionales y en particular en América Latina.

Los resultados de esta victoria popular salvadoreña en los comicios del 9 de marzo, sumados a la importante victoria de la ex presidenta Michelle Bachelet, regresada a la primera magistratura en Chile, afianzan la tendencia, cada vez más sólida en el continente, de que la izquierda ascienda y se consolide en el poder allí donde se brinde a los pueblos la facultad de decidir por sí mismos sus destinos.

Marzo 15 de 2014.