AN ERROR CONFIRMS USAID INTERFERENCE IN CUBA
By Manuel E. Yepe

A CubaNews translation.
Edited by Walter Lippmann.

Details of a six million dollar plan by the United States Agency for International Development (USAID), intended to destabilize the government of Cuba, were accidentally discovered when the documents were sent unclassified and over an unsecured line to officials of the U.S. Interests Section in Havana.

As was mistakenly revealed, the USAID´s initiative SOL-OAA-13-000110, launched on 10 July 2013, the sum was earmarked to finance the work of at least 20 counterrevolutionary organizations that had requested funds to carry out the subversive tasks entrusted them "to overthrow the communist regime."

Details of the inadvertently disclosed plan include draft budgets, forms to monitor and evaluate the progress of the plan, organizational charts and some experiences derived from other projects designed for destabilizing Cuba under the Helms-Burton Act passed by the U.S. Congress in 1996 to strengthen the U.S. blockade.

Section 109 of this Act authorizes the government to "provide assistance and support to individuals and independent non-governmental organizations in their efforts towards democratization of Cuba", a euphemism that serves as a basis for legalizing U.S. interference in the internal affairs of Cuba in open violation of international law.

USAID is directly subordinate to the State Department of the U.S. government and officially its main tasks are to the offer development loans, technical assistance, emergency funds, and other forms of aid to foreign countries.

It is well-known, however, that the U.S. government uses this agency to interfere in the internal affairs and to destabilize other countries in accordance with the interests of its foreign policy.

USAID in Latin America has a dark history of interference which has on several occasions resulted in the expulsion of their representatives from nations in the region by declaring them persona non grata in defense of their national sovereignty.

Being a government agency, USAID usually employs non-governmental organizations (NGOs) to perform its core tasks. These NGO´s can in turn have other sub-contractors whose managers and staff in general are not likely to meet certain formalities that are required of USAID due to its governmental nature.

Many of these NGOs that enter into contracts with USAID are neither "non-governmental" nor independent; they are mere fictions set up to perform murky tasks which in turn generate shady fund dealings.

This has become apparent in the conflicts between alleged Non-Governmental Organizations (NGOs) that promote "democracy" in Cuba and the USAID. Especially since most of the ultimate beneficiaries of these actions are Cuban counter-revolutionary organizations based in the island or in the United States, that on account of their illegal and/or nebulous character, are not subject to appropriate financial control measures.

The leaders and spokespersons of the NGOs complain about the lack of "security" that characterizes the U.S. agency´s handling of its mission and about the allegedly exaggerated requests for information on their activities which obstruct their work.

Freedom House, based in Washington, voluntarily returned a "subsidy" of $1.7 million dollars destined to actions against Cuba in 2011 after complaints that the USAID was asking for "too much information" on how the funds were to be used, including the identities and travel plans of the participants.

NGOs that are responsible for the direct performance of terrorist actions in the field or that are likely to be detected by those who are targeted, consider that the USAID´s requests for information make the actions more difficult and "increase the risk of what we do."

Such shortcomings were present in the case of the above-mentioned $6 million dollar plan to destabilize the Cuban government that was discovered because the USAID did not take the necessary safety precautions and left "in the open " the exact amounts and the objectives of each of the plan´s actions.

It is certainly very curious that an NGO refuses to report on the tasks that their members are to undertake when these are supposed to "foster the development of democracy" in the country they allegedly intend to assist.

December 18, 2013.

UN ERROR PRUEBA INJERENCIA DE USAID EN CUBA

Por Manuel E. Yepe

Detalles de un plan de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) con presupuesto de seis millones de dólares destinado a desestabilizar al gobierno de Cuba fueron descubiertos gracias a que los documentos contentivos de éste fueron enviados, por línea desprotegida y sin ser clasificados como secretos, a funcionarios de la Sección de Intereses de EE.UU. en La Habana.

Según pusieron de manifiesto las revelaciones a causa del error, la iniciativa SOL-OAA-13-000110 de la USAID lanzada el 10 de julio de 2013 estaba destinando esa suma al financiamiento del trabajo de al menos 20 organizaciones contrarrevolucionarias que habían solicitado esos fondos para llevar adelante las tareas subversivas que les habían sido encomendadas "para derribar al régimen comunista".

Los detalles del plan involuntariamente divulgado incluyen propuestas de presupuesto, formularios para observar y evaluar el progreso del plan, organigramas y algunas experiencias derivadas de otros proyectos desestabilizadores diseñados para Cuba al calor de la ley Helms-Burton aprobada por el Congreso estadounidense en 1996 para reforzar el bloqueo.

La citada Ley, en su sección 109, autoriza al gobierno a "brindar asistencia y dar apoyo a personas y organizaciones no gubernamentales independientes en favor de los esfuerzos de democratización de Cuba", eufemismo que fundamenta y legaliza la injerencia de Estados Unidos en los asuntos internos de Cuba en flagrante violación de la legalidad internacional.

La USAID se subordina directamente a la Secretaría de Estado del gobierno norteamericano y oficialmente tiene como principales tareas las de ofrecer créditos para el desarrollo, asistencia técnica, fondos para emergencias, y otras formas de ayuda a países extranjeros. Es harto conocido, sin embargo, el uso que hace el gobierno de Estados Unidos de esta agencia para sus acciones de injerencia en los asuntos internos y la desestabilización de otros países en función de los intereses de su política exterior.

La USAID ha tejido en América Latina una tenebrosa historia injerencista que ha traído como consecuencia que, en no pocas ocasiones, sus representantes en naciones del área hayan sido expulsados de sus territorios declarándolos personas no gratas en aras de la defensa de sus soberanías nacionales.

Por ser una agencia gubernamental, la USAID suele utilizar para el desempeño de sus tareas de base, a organizaciones no gubernamentales (ONGs) que a su vez pueden tener a otras sub-contratantes cuyos directivos y personal en general no es propenso a cumplir con ciertas formalidades que a ella le son exigibles por su carácter gubernamental.

Una buena parte de estas ONGs que asumen actividades por contratos con la USAID no son ni “no gubernamentales” ni independientes, sino ficciones creadas para la realización de tareas turbias que a su vez generan manejos turbios de los fondos.

Ello se ha puesto de manifiesto en conflictos entre las supuestas Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) que fomentan la "democracia" en Cuba y la USAID. Sobre todo porque la mayor parte de los beneficiaros últimos de estas acciones son organizaciones contrarrevolucionarias cubanas radicadas en la isla o en Estados Unidos que, por su carácter ilegal y/o escabroso, no hacen practicable medidas apropiadas de control financiero.

Los dirigentes y voceros de las ONGs se quejan de la falta de "seguridad" con que se maneja la agencia norteamericana y los supuestamente exagerados pedidos de información sobre sus actividades que obstruyen sus trabajos.

La organización Freedom House, con sede en Washington, devolvió voluntariamente una "subvención" de 1,7 millones de dólares destinados a llevar a cabo acciones contra Cuba en 2011 luego de quejas de que la USAID estaba pidiendo "demasiada información" sobre cómo los fondos iban a ser usados, incluyendo las identidades y los planes de viaje de los participantes.

Las ONG que tienen a su cargo la ejecución directa en el terreno de las acciones terroristas o propensas a ser detectadas por los llamados a ser perjudicados, consideran que las peticiones de información de USAID las hacen más onerosas y “aumentan el riesgo de lo que hacemos”.

Tales inconvenientes estuvieron presentes en el caso del plan arriba mencionado de 6 millones de dólares para desestabilizar al gobierno cubano que fue descubierto a causa de que la USAID no tomó las medidas de seguridad necesarias y dejó "al descubierto" las cantidades exactas y los objetivos de cada acción que formaban parte del plan.

Es, sin duda, muy curioso que una ONG se niegue a informar de las tareas que se proponen acometer sus enviados cuando ellas se suponen destinadas a "fomentar el desarrollo democrático" en un país al que dicen beneficiar.

Diciembre 18 de 2013.