The Secrets of a School for Assassins
By Manuel E. Yepe

A CubaNews translation.
Edited by Walter Lippmann.

U.S. activists for the defense of human rights recently had a surprising success when, in April 2013, Federal Judge J. Phyllis Hamilton from the Northern California District ruled that the Pentagon had no reason whatsoever for denying disclosing the names of the trainers and trainees of the repudiated School of the Americas, now the Western Hemisphere Institute for Security Cooperation (SOA/WHINSEC).

The SOA/WHINSEC was established in Panama in 1946 and later moved to Fort Benning, Georgia, in 1984. The SOA has always been identified as a “base for the destabilization of Latin America” and known in Latin America as “The School for Assassins”. History confirms these concepts and the reasons why the U.S. government has always tried to keep a low profile for this infamous military institution. 

The Latin Americans tortured, raped, murdered, missing, massacred or forced into exile from their countries by the military trained at the SOA/WHINSEC number in the hundreds of thousands. Those trained in the center stand out as hunters of leaders: students, workers, peasants, educators or religious persons, as well as of any person who fights for, or defends, the rights of the dispossessed.  

The school has always been connected with the formation of the dreadful death squads, and the torturers and military dictators in the continent. In the school’s more than sixty years of existence SOA/WHINSEC has trained around 60,000 Latin American soldiers and policemen in combat techniques, military intelligence, command tactics and torture techniques. An average of one thousand graduates comes out of their classrooms each year to continue leaving their trail of blood and torment in the countries where they “do their work”.

Today, the Pentagon is maneuvering strongly to reverse Judge Hamilton’s ruling, so they can continue keeping secret the names of SOA/WHINSEC graduates and instructors. 

The decision of the U.S. government to appeal the judicial ruling aimed at impeding the secrecy of SOA/WHINSEC activities, contradicts previous affirmations by President Obama who said his administration would be the most transparent in the history of the United States.

SOA/WATCH, an NGO that in 2004 published a compilation with the names, courses, ranks, countries of origin and dates on which every soldier and instructor attended SOA/WHINSEC  has played a remarkable role in watching, unmasking and publicly condemning the hateful School of the .

SOA/WATCH had access to that information because their NGO accreditation to Congress made the data offered by the School to the legislators available to them as well. But ever since and because of this, the School has refused to continue revealing information about students and professors in their courses.


In 1996, SOA/WATCH revealed the contents of the training manuals used in the School. In these it becomes evident that the Pentagon condones methods of extortion, torture techniques and extrajudicial executions. 

Hundreds of SOA/WHINSEC students have been involved in human right violations and the formation of death squads. Eleven Latin American dictators including Jorge Videla from Argentine, Hugo Banzer from Bolivia and General Efrén Ríos Montt from Guatemala, attended the School. SOA graduates took part in the attempted coup d’état in Venezuela in 2002, and the coup d’état in Honduras in 2009; and they continue being involved in repression in Colombia, Honduras, Mexico and Latin America.

The case will now go to the Ninth Circuit of the Court of Appeals of the United States with jurisdiction over the Northern District of California. SOA/Watch will defend the value of transparency and the right of the public to know the truth beyond the secrecy the Pentagon wants to impose.

SOA/Watch has called for a vigil, from November 22 to 24, outside Fort Benning, Georgia, where the School is located. The organization has declared it will continue taking this struggle for justice and transparency to the halls of Congress and will pursue it along the judicial system to the Supreme Court, if necessary. 

We must change the culture of secrecy, violence and domination, and create a culture of justice and peace to make impossible the existence of places like the School of the Americas, declared the founder of SOA Watch, Father Roy Bourgeois.

August 2013.

 

 

   
    LOS SECRETOS DE UNA ESCUELA DE ASESINOS
Por Manuel E. Yepe

Los activistas estadounidenses por la defensa de los derechos humanos obtuvieron recientemente un sorpresivo triunfo al dictaminar en abril de 2013 el juez federal J. Phyllis Hamilton, del distrito norte de California, que el Pentágono no tenía motivo alguno para negarse a liberar los nombres de los entrenadores y entrenados de la repudiada Escuela de las Américas, ahora Instituto de Cooperación para la Seguridad Hemisférica (SOA/WHINSEC, por sus siglas en inglés).

La SOA/ WHINSEC fue establecida en Panamá en 1946 y luego trasladada a Fort Benning, en el estado de Georgia en 1984. La SOA ha sido siempre identificada como "una base para la desestabilización en América Latina" y conocida en Latinoamérica como "La Escuela de Asesinos". La historia confirma estos apelativos y los motivos por los que el gobierno estadounidense siempre ha tratado de mantener con un bajo perfil público a esta oprobiosa institución militar.

Se cuentan por cientos de miles los latinoamericanos torturados, violados, asesinados, desaparecidos, masacrados o forzados al exilio de sus países por militares entrenados en la SOA/WHINSEC. Los entrenados en ese centro destacan como cazadores de líderes estudiantiles, obreros y campesinos; educadores, religiosos, y toda persona que luche o abogue por los derechos de los desposeídos.

Esta escuela ha sido conectada siempre con la formación de los temibles escuadrones de la muerte, los torturadores y los dictadores militares del continente. En sus más de sesenta años de existencia, la SOA/WHINSEC ha entrenado alrededor de 60.000 soldados y policías latinoamericanos en técnicas de combate, inteligencia militar, tácticas de comando y técnicas de tortura. Un promedio de mil graduados suyos salen de sus aulas cada año para continuar dejando sus estelas de sangre y tormento en los países donde realizan su “trabajo”.

En la actualidad, el Pentágono maniobra fuertemente por revertir el fallo del juez Hamilton a fin de continuar manteniendo en secreto los nombres de los graduados de la SOA/ WHINSEC, así como los de los instructores.

La decisión del gobierno de Estados Unidos de apelar contra el acto judicial que pretende impedir el secretismo en las actividades de la SOA/ WHINSEC contradice anteriores afirmaciones del Presidente Obama en el sentido de que su administración habría de ser la más transparente en la historia de Estados Unidos.

Un destacado papel en la vigilancia, desenmascaramiento y condena púbica de la oprobiosa Escuela de las Américas ha sido el desempeñado por SOA/WATCH, organización no gubernamental que en 2004 hizo público una compilación con los nombres, cursos, rangos, países de origen y las fechas en que asistió a la escuela cada soldado e instructor en la SOA/WHINSEC.

SOA/WATCH tenía acceso a aquella información en virtud de que su acreditación como ONG en el Congreso le facilitaba estos datos proporcionados por la Escuela le al legislativo. Pero, a partir de esta circunstancia, la Escuela se ha negado a continuar revelando al Congreso información sobre estudiantes o profesores en sus cursos. En 1996, SOA/WATCH dio a conocer los textos de los manuales de entrenamiento que se usan en la escuela. En ellos se advierte que el Pentágono ampara métodos de extorsión, técnicas de tortura y las ejecuciones extrajudiciales.

Cientos han sido los alumnos de SOA/WHINSEC que han sido implicados en violaciones de los derechos humanos y la formación de escuadrones de la muerte. Once dictadores militares latinoamericanos, incluyendo a Jorge Videla de Argentina, Hugo Banzer de Bolivia y el General Efrén Ríos Montt, de Guatemala, asistieron a la escuela. Graduados de la SOA participaron en el intento de golpe de estado de 2002 en Venezuela y el golpe de estado de 2009 en Honduras y continúan involucrados en la represión en Colombia, Honduras, México y América Latina.

El caso irá al noveno circuito de la Corte de Apelaciones de Estados Unidos, con jurisdicción sobre el distrito norte de California. SOA Watch defenderá allí el valor de la transparencia y el derecho del público a conocer la verdad por encina del secretismo que pretende imponer el Pentágono.

SOA Watch ha convocado a una vigilia a las puertas de Fort Benning, Georgia, donde radica la Escuela, del 22 al 24 de noviembre de 2013. La organización ha declarado que continuará llevando esta lucha por la justicia y la transparencia a los pasillos del Congreso, y la seguirá por todo el sistema judicial hasta la Corte Suprema, si fuera necesario.

Necesitamos cambiar la cultura del secretismo, la violencia y la dominación y crear una cultura de justicia y paz para hacer imposible la existencia de lugares como la Escuela de las Américas, declaró el fundador de SOA Watch, padre Roy Bourgeois.

Agosto de 2013.