Havana, Wednesday April 10, 2013. Year 17 / Number 101

Cuba opens its prisons to the press
DALIA GONZÁLEZ DELGADO

A CubaNews translation by Sean Joseph Clancy.
Edited by Walter Lippmann.

National and international journalists arrived at Cuba’s largest penitentiary establishment, Combinado del Este, last Tuesday where they were able to converse with inmates in their cells, the hospital and their work and study areas.

Foto: oriol de la cruz/AININMATES OF COMBINADO DEL ESTE PARTICIPATE IN SPORTS ACTIVITIES


Lieutenant Colonel Roelis Osorio, head of the institution, explained that 27% of the prison population undertakes voluntary or paid work.

Indeed, work is one of the pillars of re-education and later social reintegration and is at the same a means by which amends can be made for damage done.

So Nelson, who works dismantling cars in the Combinado, corroborates. “Work has multiple benefits” he says. “It helps us progress within the system, provides us with reward visits or it may get us out to play baseball at weekends.” These are things we are entitled to but we get them more frequently through our work.”

There is a technical training program in Combinado de Este which teaches plumbing, electricity, plastering, ironmongery, carpentry and welding skills.

foto: ismael francisco/Cubadebate
SAN FRANCISCO DE PAULA DOMESTIC JUVENILE DETENTION CENTER CENTER

Luis Pina Rojas, head of education services at the center, stated that courses were about six months long and that a diploma awarded on conclusion which is valid outside the prison.

“I partake in a welding training course and I am also a reading promoter” says Reinier who shares a cell with two other inmates and who has been waiting seven months for his trial.

The time established within which an accused should be tried is 180 days, Lieutenant Colonel Osorio told Granma, and although it does not often happen it can be delayed for up to a year. This happens above all when dealing with serious crime and when a very thorough investigation is required in order to ensure that no injustices are inadvertently perpetrated, he emphasized.

Another speciality which can be opted for since 2004 is a nursing course, offered in conjunction with the Ministry of Public Health. There is a more rigorous selection process for this profession. One of many requirements is that inmates must not have committed crimes against the physical integrity of another person

Study for this discipline takes place in the National Hospital for Inmates which is based in the Combinado, although every establishment has primary care and dental treatment facilities and also sanatoriums for persons who are HIV positive.

Another good element of the Cuban penal system is the family and conjugal visits to which every prisoner is entitled. Additionally there are family quarters within the Combinado in where an accused can, as a reward for good conduct, spend 24 hours with their loved ones.

WORK AND STUDY CENTERS

Of the 200 penitentiaries in Cuba, 155 do not operate on a traditional prison model. Called Work and Study Centres, these are open air prisons (CTE´s after their Spanish initials) without cells or high protective fencing where the prisoners go out to work.

And contrary to what one might think, the rate of running away is almost zero according to what the head of La Lima CTE in Guanabacoa, Major Jorge Fonseca relates.

Placed within this minimum security system, where approximately half of the entire prison population presently is placed, are low-risk persons or those who have demonstrated good behavior as part of their progression through the Cuban prison system during which they pass from high security through medium security (closed prisons) and on to low security units which are the open centers.

Major Jorge Fonseca comments that work is even more important in these because they are in the departure-lounges for conditional release.

The La Lima CTE has work contracts with 18 state bodies involving, for example, the construction of housing and sanitation services in the capital.

Inmates in Cuba are not only offered qualifications in trades but also schooling. According to official figures 27,095 are incorporated into study programs at different levels.

Such is the case of Pedro who at 53 years of age is taking a 6th grade course. His day starts at 5.30am; he has breakfast and goes to work. “That’s until about 4 after which I study.”

And in a similar fashion the “Educate your Child” program, designed to strengthen ties between those deprived of their liberty and their family members is operational within the prisons. “It’s a very beautiful thing” says Annel. “They teach us here what we should do at the different ages of our children. It has been a marvelous experience for me to do things with my wife and child despite the years I have been in prison”.

The officers who work with inmates recognize that the CTE´s contribute to the formation of habits and values with a view to the social re-integration of people.

In addition to the Combinado del Este and La Lima, a second group of journalists visited the “El Guatao” women’s prison and the San Francisco de Paula Juvenile Detention Centre.

Full page in print edition:
http://www.granma.cubaweb.cu/2013/04/10/pdf/pagina03.pdf
   
   
La Habana, miércoles 10 de abril de 2013. Año 17 / Número 101

Cuba abre sus cárceles a la prensa
DALIA GONZÁLEZ DELGADO

Hasta el Combinado del Este, el mayor establecimiento penitenciario cubano, llegaron este martes periodistas nacionales y extranjeros, que pudieron conversar con los internos en las celdas, el hospital y los lugares donde estudian y trabajan.

Foto: oriol de la cruz/AINLOS INTERNOS DEL COMBINADO DEL ESTE PARTICIPAN EN ACTIVIDADES DEPORTIVAS.

El Teniente Coronel Roelis Osorio, jefe de esa instalación, explicó que allí el 27 % de la población penal realiza actividades laborales voluntarias y remuneradas.

Es precisamente el trabajo uno de los pilares de la reeducación y posterior reinserción social de los sentenciados y, al mismo tiempo, una manera de resarcir el daño que causaron.

Así lo corrobora Nelson, quien trabaja en la desarmadora de vehículos del Combinado. El trabajo tiene "bastantes beneficios", cuenta. "Nos ayuda a progresar de régimen, nos dan visitas de estímulo, o nos sacan el fin de semana a jugar pelota. Eso normalmente nos toca, pero por estímulo lo hacen más seguido".

En el Combinado del Este funciona un polígono de capacitación donde se imparten los oficios de albañil, ferrallista (operario de estructuras de hormigón armado), carpintero, electricista, plomero y soldador.

foto: ismael francisco/CubadebateINTERNOS EN EL CENTRO DE JÓVENES POR CONDUCTA SAN FRANCISCO DE PAULA.

Luis Piña Rojas, jefe de tratamiento educativo en ese centro, declaró que las materias duran alrededor de seis meses, y al concluir se les entrega un diploma que continúa teniendo validez al salir del penal.

"Voy a un curso de superación de soldadura y soy promotor de lectura", cuenta Reinier, que convive en una celda con otros dos internos y lleva siete meses a la espera del juicio.

El tiempo establecido para que enjuicien a un acusado es de hasta 180 días -declaró a Granma el Teniente Coronel Osorio-, pero a veces puede demorarse incluso un año, aunque no es lo más frecuente. Se hace sobre todo cuando se trata de delitos graves y es preciso profundizar en las investigaciones para no cometer ninguna injusticia, subraya.

Otra especialidad por la que pueden optar desde el 2004 son los cursos de enfermería, que se imparten en colaboración con el Ministerio de Salud Pública. Para esa profesión son más rigurosos los criterios de selección. Entre otros requisitos, los internos no pueden haber cometido atentados contra la integridad física de otra persona.

Esa disciplina se estudia en el Hospital Nacional de Internos -con sede en el Combinado-, que brinda servicios nacionales, aunque en todos los establecimientos hay atención primaria médica y estomatológica, además de sanatorios para personas con VIH.

Otra de las bondades del sistema penitenciario cubano son las visitas familiares y conyugales, a las que tienen derecho todos los internos. Adicionalmente, en el Combinado existe un pabellón familiar, donde por estímulo los sentenciados pueden pasar 24 horas con su más allegados.

CENTROS DE TRABAJO Y ESTUDIO

De los 200 establecimientos penitenciarios que hay en Cuba, 155 quedan fuera de los moldes tradicionales. Los llamados Centros de Trabajo y Estudio (CTE) son prisiones al aire libre, sin celdas ni cercas de protección, donde los internos salen a trabajar fuera del lugar.

Y contrario a lo que podría pensarse, el índice de fuga es casi nulo, según cuenta el Mayor Jorge Fonseca Calzadilla, jefe del CTE La Lima, en Guanabacoa.

A ese régimen de mínima severidad -donde está aproximadamente la mitad de la población penal- acceden personas de baja peligrosidad o por buena conducta, como parte de la progresión en el sistema penitenciario cubano, donde se transita desde la mayor severidad, severidad y media severidad (en establecimientos cerrados) hasta los centros abiertos.

Aquí el trabajo es aún más importante -comenta el Mayor Jorge Fonseca-, porque el hombre está en la antesala de la libertad condicional.

El CTE La Lima mantiene contratos laborales con 18 entidades estatales, encargadas, por ejemplo, de edificación de viviendas e higienización de la capital.

A los internos cubanos no solo se les ofrece capacitación en oficios, sino instrucción escolar. Según datos oficiales, 27 095 están incorporados al estudio en los diferentes niveles de enseñanza.

Ese es el caso de Pedro, quien a sus 53 años cursa en el sexto grado. Su día comienza a las 5:30 a.m., desayuna y se incorpora a trabajar. "Eso es hasta las cuatro, más o menos. Después estudio".

Asimismo, se viene implementando en los centros penitenciarios el programa "Educa a tu hijo", encaminado a fortalecer el vínculo entre los privados de libertad y sus familiares. "Es una cosa bien linda", comenta Annel. "Aquí se nos enseña cómo saber las cosas que tenemos que hacer en las diferentes edades de los niños. Para mí fue una experiencia maravillosa hacer algo con mi mujer y mi hija a pesar de los años que llevo preso".

Los oficiales que trabajan con los internos reconocen que el ambiente de los CTE contribuye de manera más eficiente a la creación de hábitos y valores con vistas a la reinserción social de esas personas.

Además del Combinado del Este y La Lima, un segundo grupo de periodistas visitó el establecimiento penitenciario de mujeres "El Guatao" y el Centro de Jóvenes por Conducta San Francisco de Paula.

http://www.granma.cubaweb.cu/2013/04/10/nacional/artic06.html

Edición Impresa
http://www.granma.cubaweb.cu/2013/04/10/pdf/pagina03.pdf