Ecuador in the Heart of Latin America
by Manuel E. Yepe

A CubaNews translation. Edited by Walter Lippmann.

Latin America woke up on Monday, February 18th with two happy reports  that touched its peoples: the return to Venezuela of President Hugo Chávez to continue recovery in his homeland, and the incontestable re-election of President Rafael Correa for another 4-year term which will guarantee the continuity of the Citizen Revolution in Ecuador: an event that consolidates the nation in the vanguard of the struggle for identity and Latin American unity.

The positive recovery of the Bolivarian leader after two months of medical treatment in Cuba is of great significance because of the role Chávez plays in the front line of the great endeavor began in Cuba in 1959, continued with the Sandinista victory, and multiplied through his leadership of ALBA, an emblematic formation born to promote the unity of the countries in Our America and based on the defense of the independence of each one of its nations.

“This Revolution cannot be stopped, compañeros,” was the first thing Rafael Correa said from the balcony of the Palacio de Carondelet to the multitude of Ecuadorians who had gathered at the Plaza Grande in Quito to celebrate the official information of the first results. The voting that gave Correa the triumph and reelection in the first round with a substantial margin unprecedented in Ecuador.

“We are making history, we are building our homeland and the Big Homeland, Our America,” he added. More than 11 million Ecuadorians were called to vote for the President, the Vice President, the members of the National Assembly and the representatives to the Parlamento Andino.

“Bureaucracy is no longer in command here, neither is a “political party democracy”, or the media, or the [International] Monetary Fund, or any international bureaucracy; no hegemonic countries rule here,” emphasized the re-elected president who now has the backing of seven victories in three presidential elections and four popular consultations since 2009.

The return of Ecuador in 1970 to what Correa defined as “political party democracy” opened a period characterized by the growing discrediting of traditional politics and evidence of the corruption of politicians, their lies and disappointment. In only a decade, 5 presidents were elected and 4 were removed by popular pressure.

Ecuadorian citizens peacefully marched several times to remove inept, corrupt or traitorous presidents like Abdalá Bucaram, in 1997; Jamil Mahuad, in 2000 and Lucio Gutiérrez, in 2005.

Therefore, there were those who hoped that the wearing down of power suffered by former presidents would act against the candidate for re-election; mostly due to the smear campaign of the corporate media --both domestic and international-- that harassed him during his term.

Those who expected such a scenario did not take into account the fact that this is what happens when power is used to benefit the powerful or when the processes of social transformations to benefit the majorities are stopped, when they hesitate or they cannot show evidence of their revolutionary progress.

Although permanently harassed by the media at the service of oligarchs and financial interests, Correa never gave in. He always faced them with determination and courage. His action was paradigmatic for other popular leaders chosen by masses through votes or other non-violent means of revolutionary struggle.

Freedom of the press is a euphemism used by oligarchs and the superpower in the hemisphere to defend their private ownership of the media they use to make information a commodity that can be bought or sold, and used as an instrument of domination by the richest.

With the unquestionable victory of Rafael Correa and the majority of the representatives of Alianza País in Parliament nobody can doubt that the role of Ecuador in the future of Latin America is as outstanding as the civic demonstration its people gave in this popular consultation. Many will be the programs for popular benefit, and intense will be the laying of foundations for the impetuous economic and social development the citizens deserve.

Information –as Correa suggested- should be a public asset, free as the air we breathe, like water, land, space and all the resources nature offers us; and nobody should have the right to own it and use it against the people.


February 2013.

 
   
    ECUADOR EN EL CORAZÓN DE LATINOAMÉRICA

Por Manuel E. Yepe

América Latina amaneció el lunes 18 de febrero de 2013 con dos faustas noticias que conmocionaron a sus pueblos: el regreso del Presidente Hugo Chávez a Venezuela para continuar en la patria chica su recuperación y la contundente reelección para los próximos cuatro años del Presidente Rafael Correa que garantizará la continuidad en Ecuador de la Revolución Ciudadana, suceso que consolida a esa nación en la vanguardia de la lucha por la identidad y la unidad latinoamericana.

La positiva recuperación del líder bolivariano tras dos meses de recibir tratamiento médico en Cuba es de enorme significación por el papel que Chávez desempeña en la proa de la nave que zarpó de Cuba en 1959, se confirmó con el triunfo sandinista y se multiplicó con su liderazgo en el ALBA, emblemática formación nacida para promover la unión de los países de Nuestra América, apoyándose en la defensa de la independencia de cada una sus patrias.

“Esta Revolución no la para nada ni nadie, compañeros”, fue lo primero que dijo Rafael Correa desde el balcón del Palacio de Carondelet ante la multitud de ecuatorianos que se congregó en la Plaza Grande, en Quito, para celebrar la información oficial de los primeros resultados a boca de urna, que le dieron el triunfo y la reelección en primera vuelta con un amplitud sin precedentes en Ecuador.

“Estamos haciendo historia, estamos construyendo la patria chica, Ecuador, y la Patria Grande, nuestra América”, agregó.

Más de 11 millones de ecuatorianos estuvieron convocados a las urnas para elegir, además de Presidente, al Vicepresidente, los asambleístas nacionales y los diputados al Parlamento Andino.

"Aquí ya no manda la burocracia, la partidocracia, aquí ya no mandan los medios de comunicación, no manda el Fondo Monetario ni ninguna burocracia internacional, aquí ya no mandan países hegemónicos", enfatizó el reelecto Primer Mandatario quien ahora tiene el aval de haber obtenido desde 2009 siete triunfos en tres elecciones presidenciales y cuatro consultas populares.

La vuelta de Ecuador a partir de los años 1970 a lo que Correa definiera como “partidocracia” abrió una etapa caracterizada por un creciente descredito de la política tradicional y por la evidencia de una la corrupción de los políticos, sus engaños y desilusiones.

En apenas una década se eligieron 5 presidentes y 4 fueron destituidos por presión popular.

La ciudadanía ecuatoriana se había movilizó pacíficamente en varias ocasiones para deponer a presidentes ineptos, corruptos o traidores, como Abdalá Bucaram, en 1997; Jamil Mahuad, en 2000 y el Lucio Gutiérrez, en 2005.

Por eso, no faltaban quienes esperaban que el desgaste del poder que tradicionalmente sufren los presidentes actuara contra el candidato a la reelección, sobre todo por efecto de la campaña de difamación con que los medios corporativos, domésticos y externos, le habían acosado durante todo su mandato.

No tomaban en cuenta quienes así lo calculaban de que ello esas son cosas que ocurren cuando el poder se ejerce en provecho de los poderosos o cuando los procesos de transformación social en beneficio de las mayorías se detienen, vacilan o no pueden mostrar de manera tangible sus avances revolucionarios.

Acosado por los medios de prensa en manos de la oligarquía y los intereses dominantes, Correa jamás ha cedido ante ellos. Los ha enfrentado siempre con decisión y valor. Su actuar fue paradigma para otros dirigentes populares llegados al poder por las masas mediante el voto o por otros medios de lucha revolucionaria popular no violentos.

La libertad de prensa, es un eufemismo con que los oligarcas y la superpotencia hemisférica defienden la propiedad privada sobre los medios de prensa para hacer de la información una mercancía susceptible de ser comprada y vendida, utilizable como medio de dominación por los más ricos.

Con la holgada victoria de Rafael Correa y la mayoría obtenida en el parlamento por los representantes de Alianza País, nadie debe dudar que el papel de Ecuador en el futuro de Latinoamérica esté a la altura de la demostración de civismo que su pueblo ha dado en esta consulta popular. Serán muchos los programas de beneficio popular e intenso la siembra de las bases para un impetuoso desarrollo económico y social que su ciudadanía merece.

La información –como sugirió Correa- debía ser un valor público tan libre como el aire que respiramos, como las aguas, la tierra, el espacio y todos los recursos que nos ofrece la naturaleza y nadie debía tener derecho a apropiárselos y utilizarlos contra el pueblo.

Febrero 2013.