Havana, Monday January 14, 2013. Year 17 / Issue 14
Gun control doesn't control violence

DALIA GONZALEZ DELGADO


Google translation. Edited by Walter Lippmann.

Today it's been a month since the massacre in Newtown, Connecticut, which killed 28 people, including 20 children. Since then, as always in these cases, there have been cries, promises and discussions but no concrete steps to prevent another tragedy.

Last week U.S. Vice President Joseph Biden, met with organizations interested in the control of firearms, and who must soon put on the president's desk a plan to combat violence.

Some hope to ban the sale of assault weapons, something that was in force between 1994 and 2004. However, the National Rifle Association (NRA, for its acronym in English) said that Congress will not approve such a standard.

NRA President David Keene, said in an interview with CNN that the pressure group, one of the most powerful in Washington, "has enough support to prevent the initiative's success." Keene, however, added that the situation can be "unpredictable" if Obama "decided to use all the power of his office".

While Biden drafted a proposal, authorities around the country have decided to make their own provisions. Texas Lt. Gov. David Dewhurst, requested state funds to teach teachers how to shoot. Meanwhile, fourteen schools in Butler County, Pennsylvania, will have armed guards.

The idea of
guns in schools is also popular in Utah, Tennessee, Ohio, and New Jersey, where all the schools in the city of Marlboro will be monitored by police.

Those who defend such laws, should be reminded that during the slaughter at Columbine High School, a trained guard faced one of the attackers and failed to prevent the murder of 13 people.

Mike Strutt, superintendent of schools in Butler, believes that "the armed guards are the only thing that would give us a fighting chance."

Fight? Against whom? The murderers are always U.S. citizens. Whenever a slaughter occurs in a school or a mall, Americans are victims of themselves. Why nobody proposes to ban the sale of all kinds of weapons, not only of assault weapons? That possibility seems unthinkable.

In the search for "solutions", some have made ragic decisions. A Louisiana sheriff offers free courses for children aged 8 to 12 years to learn to shoot. Classes take place every year after Christmas, for little ones receiving their first gun as a gift.

The problem of mass killings in the United States does not have a simple explanation, let alone an immediate solution. It is not only the respect of a constitutional right, we can not solely blame the NRA. Americans have guns because they want to, because they feel protected or powerful with them.

According to official figures, there are about 238 million firearms in private hands, for a total population of about 310 million.

While it would be important to regulate its tenure, this alone would not solve the problem. How could Obama fight against domestic violence while insisting on violent foreign policy? United States became the richest country in the world through, not the "superiority" of its population, but by the looting and genocide it has committed for centuries. Thus, the culture of violence is simply a reflection of the social order, and gun control is just the tip of the iceberg of a deep sickness in American society.


Google translation. Edited by Walter Lippmann.
 

 

   
   


La Habana, lunes 14 de enero de 2013. Año 17 / Número 14


Controlar las armas no es controlar la violencia


DALIA GONZÁLEZ DELGADO

Hoy hace un mes de la matanza en Newtown, Connecticut, donde murieron 28 personas, incluidos 20 niños. Desde entonces, como siempre en estos casos, ha habido lamentos, promesas y debates, pero ninguna medida concreta que evite una nueva tragedia.

Durante la semana pasada el vicepresidente estadounidense, Joseph Biden, se reunió con organizaciones interesadas en el control de las armas de fuego, y debe poner pronto sobre la mesa del presidente un plan para luchar contra la violencia.

Algunos esperan que se prohíba la venta de armas de asalto, algo que ya estuvo en vigor entre 1994 y el 2004. No obstante, la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés) adelantó que el Congreso no aprobará una norma de ese tipo.

El presidente de la NRA, David Keene, aseguró en una entrevista con la cadena CNN que el grupo de presión, uno de los más poderosos en Washington, "tiene el apoyo suficiente para impedir que prospere la iniciativa". Keene, sin embargo, matizó que la situación puede ser "impredecible" si Obama "decide emplear todo el poder de su cargo".

Mientras Biden redacta una propuesta, autoridades de todo el país han decidido tomar sus propias providencias. El vicegobernador de Texas, David Dewhurst, pidió fondos estatales para enseñar a disparar a los profesores. Mientras, las catorce escuelas del condado de Butler, Pensilvania, contarán con guardias armados.

La idea de las armas en las escuelas también es popular en Utah, Tennessee, Ohio, y en Nueva Jersey, donde todos los centros educativos de la ciudad de Marlboro estarán vigilados por policías.

A quienes defienden este tipo de leyes, habría que recordarles que durante la masacre en la secundaria de Columbine, un guardia entrenado se enfrentó a uno de los atacantes y no logró impedir el asesinato de 13 personas.

Mike Strutt, superintendente de escuelas en Butler, opina que "los guardias armados son la única cosa que nos daría una oportunidad de luchar".

¿Luchar contra quién? Los asesinos son siempre ciudadanos estadounidenses. Cada vez que ocurre una masacre en una escuela o un centro comercial, los norteamericanos son víctimas de sí mismos. ¿Por qué nadie propone que se prohíba la venta de todo tipo de armas, no solo las de asalto? Esa posibilidad parece impensable.

En la búsqueda de "soluciones", algunos han llegado a tomar decisiones trágicas. Un sheriff del estado de Luisiana ofrece cursos gratuitos para que los niños de entre 8 y 12 años aprendan a disparar. Las clases se llevarían a cabo anualmente después de la Navidad, para los pequeños que reciben su primera arma como regalo.

El problema de los asesinatos masivos en Estados Unidos no tiene una explicación simple, y mucho menos una solución inmediata. No se trata solo del respeto a un derecho constitucional, ni podemos culpar exclusivamente a la NRA. Los estadounidenses tienen armas porque quieren, porque se sienten protegidos o poderosos con ellas.

Según cifras oficiales, existen cerca de 238 millones de armas de fuego en manos privadas, para una población total de alrededor de 310 millones.

Si bien sería importante regular su tenencia, esto por sí solo no resolvería el problema. ¿Cómo podría Obama luchar contra la violencia doméstica mientras insista en una política exterior violenta? Estados Unidos no se convirtió en el país más rico del mundo por la "supremacía" de su población, sino por los saqueos y genocidios que han cometido durante siglos. Así, la cultura de la violencia no es más que un reflejo del orden social, y el control de armas es solo la punta del iceberg de una enfermedad muy profunda en la sociedad norteamericana.





http://www.granma.cubaweb.cu/2013/01/14/interna/artic09.html