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Russell Means and George McGovern


Juana Carrasco MartínJuana Carrasco Martín juana@juventudrebelde.cu
October 23, 2012    21:31:06 CDT


A CubaNews translation. Edited by Walter Lippmann.

“Our father and husband now walks among our ancestors,” was the statement that made known the death in Porcupine, on Monday 22, of Russell Means, outstanding activist for the rights of Native Americans. In Sioux language there is no word to mean farewell, and this Lakota-Sioux also walks among his people and many other native peoples in the world; among men and women of good will.

Means was one of those necessary human beings, and I guess he walks together with another good American who departed last Sunday: former Senator George McGovern, the first to raise his voice against the war in Viet Nam.

In a speech he made when the Senate repealed the proposal to cut funding for the war in Viet Nam he directly accused:
Every Senator in this chamber is partly responsible for sending 50,000 young Americans to an early grave. This chamber reeks of blood. Every Senator here is partly responsible for that human wreckage at Walter Reed and Bethesda Naval and all across our land—young men without legs, or arms, or genitals, or faces or hopes” (…) “It does not take any courage at all for a Congressman, or a Senator, or a President to wrap himself in the flag and say we are staying in Vietnam, because it is not our blood that is being shed. But we are responsible for those young men and their lives and their hopes.”

And he called it a damnable war. And repeated the cry, “Come Home America”, his version against the “Yankee Go Home/Gringo vete a casa”, uttered by a world that was rejecting the interfering, invading and criminal presence of the United States.

And he did so in his acceptance speech when the Democratic Party nominated him as their presidential candidate. Some of his words could very well sound again in the United States of 2012:

From secrecy and deception in high places; come home, America. From military spending so wasteful that it weakens our nation; come home, America. From the entrenchment of special privileges in tax favoritism; from the waste of idle lands to the joy of useful labor; from the prejudice based on race and sex; from the loneliness of the aging poor and the despair of the neglected sick -- come home, America. Come home to the affirmation that we have a dream. Come home to the conviction that we can move our country forward”…

Of the Lakota-Sioux Russell Means, some reports highlighted his Hollywood movie acting and praised his role in The Last of the Mohicans; but this would only disguise the long history of struggle of a man who was the leader of the American Indian Movement (AIM) which he joined in 1968, and a candidate of the Libertarian Party to the Presidency of the United States.  

Born 72 years ago in Pine Ridge, the Oglala Sioux Indian Reservation, Russell struggled from the 60’s for the rights of the Native Americans; In 1972 he participated in a rebellious action that shook the country when a group of AIM warriors occupied the Bureau of Indian Affairs (BIA) in Washington. He was also among the leaders of the 72-day uprising against the Wounded Knee authorities, in Pine Ridge, the following year. 

He was arrested several times along his political life that began with protests against the use of Indian images as pets by college and professionals sports teams. He believed this practice diminished and caricaturized Native Americans. He spent time in jail.

A comment reacting to the information given by one of the big corporate media agencies read: they forgot to mention that Russell Means, Chief of the Lakota Nation declared its Independence from the United States and rejected all previous treaties three weeks ago, on October 1st. 2012. The Lakota land, 50 million acres in North Dakota, South Dakota and Wyoming, is now the Lakota Republic. Only a few weeks ago, Russell Means was involved in negotiations with a number of countries that would acknowledge its independence and establish diplomatic relations, added the comment.

And two days before his death, Means asked his followers to devote part of their time “to the task I have committed my entire life to: liberation and freedom for my Lakota people, for all Native peoples and for all persons.”

They were two men who struggled against injustice, for human rights and the sovereignty and independence of the peoples. Fighting their battles so there would be no forgotten peoples.

When the daily turbulence of the country they lived in continues to despise, exploit, vilify, and massacre others while sowing terror and despair; it is fitting and proper to honor the good ones and their legacies. Wake up America; come home.

   
   

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Russell Means y George McGovern

Juana Carrasco MartínJuana Carrasco Martín juana@juventudrebelde.cu
23 de Octubre del 2012 21:31:06 CDT

«Nuestro padre y esposo ahora camina entre nuestros ancestros», dijo la declaración familiar que dio a conocer el fallecimiento de Russell Means, destacado activista de los nativos de América del Norte, el lunes 22, en Porcupine. En lengua sioux no existe la palabra «adiós», y este lakota-sioux camina también entre su pueblo y muchos otros pueblos originarios del mundo, y entre hombres y mujeres de buena voluntad.

Means es uno de los humanos necesarios, y supongo entonces que acompaña a otro norteamericano bueno que se fue el domingo, el ex senador George McGovern, el primero que levantó su voz contra la guerra en Vietnam.

En el discurso que pronunciara McGovern cuando el Senado falló rechazando la ley que cortaría los fondos para la guerra de Vietnam, la acusación fue directa: «Cada senador en esta cámara es parte responsable de enviar a 50 000 jóvenes norteamericanos a una tumba temprana» «Esta cámara hiede a sangre. Aquí cada senador es parte responsable por los desechos humanos en el Walter Reed y el Bethesda Naval (hospitales militares) y a todo lo largo de nuestra tierra —jóvenes sin piernas, o sin brazos o genitales, o sin caras y sin esperanzas» (…) «No requiere coraje alguno para un congresista, o un senador, o un presidente para envolverse a sí mismo en la bandera y decir estamos en Vietnam, porque no es nuestra sangre la que se derrama. Pero somos responsables por esos jóvenes y de sus vidas y sus esperanzas»…

Y la llamó maldita guerra. Y repitió el clamor: Come Home America (vuelve a casa America), su versión frente al Yankee Go Home-Gringo vete a casa, gritado por un mundo que rechazaba la presencia injerencista, invasora y criminal de Estados Unidos.

Lo hizo en su discurso de aceptación cuando el Partido Demócrata lo llevó como candidato a la presidencia, y bien podrían resonar nuevamente sus palabras en los Estados Unidos de 2012:

«Del secretismo y la deshonestidad en los altos cargos; vuelve a casa, America. De los gastos militares tan despilfarradores que debilitan a nuestra nación; vuelve a casa, America. Del atrincheramiento en los privilegios especiales de un favoritismo en los impuestos; del derroche de tierras en el ocio y no en la labor útil; del prejuicio basado en raza y sexo; de las soledades de los ancianos pobres y la desesperanza de los enfermos abandonados— vuelve a casa, America. Vuelve a casa con la afirmación de que tenemos un sueño. Vuelve a casa por la convicción de que podemos mover a nuestro país hacia delante»…

Del lakota sioux Russell Means, algunas noticias destacaron su faceta de actor cinematográfico en Hollywood, y hablaron de su actuación en El último de lo mohicanos; pero sería esconder una larga historia de lucha de quien fue líder del Movimiento Indio Americano (AIM), al que se unió en 1968, y hasta en una ocasión candidato a presidente de Estados Unidos por el Partido Libertario.

Nacido hace 72 años en Pine Ridge, la Reserva India de los Oglala Sioux en Dakota del Sur, Russell Means batalló desde los años 60 por los derechos de los pueblos indígenas; en 1972 tomó parte en una acción de rebeldía que conmovió al país, cuando un grupo de guerreros ocupó el Buró de Asuntos Indios del Gobierno de EE.UU. en Washington, y también encabezó el levantamiento de 72 días frente a las autoridades de Wounded Knee, en Pine Ridge, al año siguiente.

No fueron pocas las ocasiones en que fue detenido por ese bregar que comenzara con protestas, porque los equipos deportivos de universidades y profesionales utilizaban las imágenes de los indios como mascotas, disminuyendo y caricaturizando a los pueblos originarios, y pasó períodos de su vida en la cárcel.

Un comentario a la información dada por una de las grandes agencias noticiosas señalaba: se les olvidó mencionar que Russell Means, el jefe de la Nación lakota declaró la independencia de los Estados Unidos, y rechazó todos los Tratados previos hace tres semanas, el 1ro. de octubre de 2012. La tierra Lakota, que comprende 50 millones de acres en Dakota del Norte, Dakota del Sur y Wyoming, es ahora la República de Lakota. Russell Means, añadía el lector, estaba involucrado en negociaciones, solamente hace unas semanas, con un número de países que reconocerían su independencia para establecer relaciones diplomáticas.

Y dos días antes de su muerte, Means llamó a sus seguidores a dedicar parte de su tiempo «en el trabajo en el que he tratado de comprometerme toda mi vida: la liberación y la libertad para mi pueblo Lakota, para todos los pueblos indígenas, para todas las personas».

Dos hombres en lucha contra la injusticia, por los derechos humanos y por la soberanía e independencia de los pueblos, enfrascados cada uno en su trinchera, porque no hubiera pueblos olvidados.

Cuando las diarias turbulencias de ese país que habitaron siguen despreciando, explotando, envileciendo y masacrando a otros, sembrando terror y desesperanza, regocija hablar de los buenos y las enseñanzas que legan. Despierta «America», regresa a tu casa.

http://www.juventudrebelde.cu/columnas/inter-nos/2012-10-23/russell-means-y-george-mcgovern-/