![]() Havana, Friday October 7, 2011. Year 15 / Number 280
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![]() La Habana, viernes 7 de octubre de 2011. Año 15 / Número 280 Azahares de la indolencia En medio del reordenamiento de la economía del país, no hay razones para que una fábrica permanezca inactiva por incumplimientos con la contratación y las cifras demandadas por los organismos ORTELIO GONZÁLEZ MARTÍNEZ La entrada en funcionamiento, en septiembre del 2009, de la más moderna fábrica de servilletas del país alimentó la esperanza de producir en Cuba tales útiles, hasta ese momento importados en su gran mayoría.
Desde los inicios parecía que la obra hincaba sus cimientos en la eficiencia, en tanto tenía como principal ingrediente, además de la moderna tecnología, la organización de la fuerza laboral y el empeño con que fue construida por parte de los propios obreros de la Empresa Gráfica avileña Evelio Rodríguez Curbelo. La nueva maquinaria, capaz de producir 300 millones de unidades al año, confecciona servilletas en dos formatos (30x30 centímetros y 40x40).
Cuando esta línea comenzó a mover sus mecanismos, especialistas pertenecientes a la Unión Poligráfica del Ministerio de la Industria Ligera presagiaron que la inversión podría recuperarse en un año, con la comercialización en el sector del Turismo y las tiendas recaudadoras de divisas. Con ese aval de presentación, en un principio la Corporación Importadora Exportadora (CIMEX S.A.) no vaciló en "adueñarse" de la producción. Era lógico que no pusiera reparos ante un producto de excelente factura y que reportaría buenas utilidades. CUCHILLADAS A LA ECONOMÍA La fábrica de marras, sin embargo, estuvo paralizada totalmente desde octubre del 2010 hasta diciembre porque sus almacenes se encontraban abarrotados de la mercancía y quien en un inicio decidió "adueñarse" de la producción, lo hizo solo en parte. Entre paredes llegaron a permanecer cuatro millones de servilletas, unas 2 900 cajas. Pero el mal persiste, pues desde enero de este año la línea trabajó solo un turno hasta que el 17 de junio volvió a detenerse por la misma causa, según anotó en la Libreta de Control Dunielkys Torres Ricardo, operario de la máquina. El efecto dominó perjudicó la estimulación en divisas, y los indicadores económicos de una entidad en perfeccionamiento empresarial, pese a que contó con la materia prima para cumplir con la solicitud inicial contratada con CIMEX y el MINTUR, hasta ahora los máximos incumplidores y causantes del bostezo productivo en que está sumida la línea. Absurdo resulta que, según su capacidad de diseño, la línea podría haber producido en dos años 600 millones de unidades y en ese tiempo ha elaborado solo 69 millones, apenas el ¡11, 5! % de su potencial. Camilo Díaz Armenteros, director de Producción y Venta, precisa que se ven obligados a echarla a andar "cada cierto tiempo" para evitar daños irreversibles en los sistemas. "Hay que cuidarla. La garantía se le venció casi sin trabajar y no podemos darnos el lujo de que se rompa." Desde un principio, la culpa mayor en el entramado de informalidades la tuvo la División de Compras, Almacenaje y Distribución de la Corporación CIMEX S. A., a nivel central, al no cumplir lo contratado con la Empresa Gráfica de Ciego de Ávila. Y es que el pasado año, por ejemplo, debía extraer servilletas por un valor de 939 285 CUC, y solo lo hizo por un monto de 496 984. La diferencia permaneció inmovilizada por espacio de tres meses en los almacenes de dicha entidad. Con posterioridad, CIMEX ha sacado a cuentagotas parte de la mercancía y "en los próximos días" se comprometió a extraer —cuando han pasado ¡nueve meses del año 2011!— lo que resta del contrato del 2010. Ante tantas diatribas, en marzo, directivos de la Empresa Gráfica demandaron a la corporación por no pagarle 123 000 CUC. Después han ido liquidando la deuda, pero todavía deben 5 000 CUC, según confirmaron especialistas del Departamento Económico de la entidad afectada. A los infortunios se suma el hecho de que el Ministerio del Turismo —otro de los grandes consumidores de servilletas— retiró la demanda, al alegar que las comercializadas bajo el sello Azahar, aunque son de mejor calidad, tienen el precio más elevado que las vendidas por Prosa, entidad ubicada en el municipio matancero de Cárdenas. Este año la empresa avileña no cumplirá el plan de producción de esos artículos. La cifra total (85 millones 600 000 unidades) se verá afectada, porque a finales del primer semestre fue que se lograron firmar los contratos con el MINCIN y las TRD, pero vuelve el cuento de nunca acabar: el primer organismo se comprometió a adquirir 20 millones de unidades y las TRD la irrisoria cifra de cuatro millones. ¿Quién responderá por los 61 millones 600 000 restantes? DEUDAS DE AGILIDAD Se necesita andar con pasos de siete leguas para saltar las talanqueras que impiden una mejor gestión, y lograr que la fábrica retome el ritmo de producción para el cual estuvo diseñada o, al menos, no tenga que cargar con la indolencia y la mala planificación de otros. En lo adelante habrá que ponerle zancadillas al inmovilismo y agilizar las acciones involucradas en el "caso servilleta". Ese producto debe y puede tener un mercado seguro. La mercancía existe y la fábrica avileña también, cuya paralización resulta contradictoria ante la costosa inversión realizada. No es descabellado aspirar a tener las servilletas en cada uno de los ServiCUPET del país (en casi ninguno existen), y en los restaurantes y cafeterías del sector gastronómico donde, si las hay, permanecen en los almacenes. El panorama no fuera tan sombrío si se permitiera la compra a otros organismos que las necesitan y hoy no están autorizados a adquirirlas. En el escenario económico actual es insensato mantener inactiva una fábrica a causa de los reiterados incumplimientos con los contratos; tanto como resulta incoherente dormirse en los azahares de la falta de agilidad, para echar a andar la producción hacia otros destinos.
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