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LA LUCHA CONTINÚA TRAS LA VICTORIA
Por Manuel E. Yepe
http://manuelyepe.wordpress.com/
Muy temprano luego de la firma de los acuerdos entre los gobiernos de
Estados Unidos y Cuba que significaron la liberación de prisión, tras su
injusto encierro, de los últimos tres antiterroristas cubanos que
permanecían en cárceles dispersas por todo el territorio de la nación
norteamericana, Washington dio pruebas de que no se trató de una lección
aprendida sino de una excepcional circunstancia al decretar virtuales
bloqueos económicos a Venezuela y Rusia, cual si Estados Unidos tuviera
facultades de tribunal internacional.
Con supina ignorancia de los valores que caracterizan al proceso
revolucionario cubano llegado al poder en la isla luego de su triunfo
por las armas sobre la tiranía patrocinada por Estados Unidos en 1959,
ha habido políticos, politólogos y comentaristas en los medios de prensa
en diversas partes del mundo especulando que los acuerdos recién
anunciados entre los presidentes de Estados Unidos y Cuba, predicen el
regreso de La Habana a la relación sumisa con Washington que tenía antes
de la revolución.
Tamaña inopia solo puede resultar de una intoxicación provocada por los
venenos sistemáticos que los medios de prensa manipulados por las
agencias de inteligencia y subversión estadounidenses han llevado a cabo
contra La Habana en el último medio siglo, con mayor fuerza en el
período posterior a la “guerra fría”.
Si se quiere calificar los acuerdos cubano-estadounidenses anunciados el
17 de diciembre de 2014 por los presidentes Raúl Castro y Barack Obama
como otra cosa que no sea el triunfo de la razón sobre la barbarie,
habría que decir que ha sido la resultante de la resistencia de un
pueblo unido y digno basada en principios que nunca fueron ni serán
abandonados.
Los cubanos se reconocen deudores de gratitud a quienes en todo el mundo
contribuyeron a hacer moralmente insostenible la guerra virtual de
Estados Unidos contra Cuba como castigo por el delito de ejercer la
independencia nacional a que tiene derecho todo país de acuerdo a las
normas internacionales y, lo peor, por ser “mal” ejemplo para los demás
pueblos sometidos a la hegemonía global imperialista.
Así como los cinco cubanos liberados del injusto encierro por haber
prestado un servicio extraordinario a la lucha universal antiterrorista
ratificaron su disposición a continuar en la defensa de sus ideas, los
cubanos todos, al recibir a sus héroes y conocer de los acuerdos
oficiales, se han manifestado más comprometidos a continuar su batalla
en defensa de los principios latinoamericanistas e internacionalistas de
la revolución cubana.
El extraordinario acto de firmeza, sacrificio y dignidad de los Cinco no
solo enorgullece a la nación, que batalló por su liberación y ahora los
acoge como sus héroes, sino que confirma la certeza de la continuidad de
su revolución, capaz de generar nuevos héroes que reproducen sus
victorias.
El Presidente cubano Raúl Castro exaltó la trascendencia de las
conversaciones al más alto nivel sostenidas en estricta discreción que
contaron con la contribución del Papa Francisco y las facilidades
ofrecidas por el gobierno de Canadá que las acogieron. Este resultado,
enfatizó, ha sido posible gracias a los profundos cambios acaecidos en
América Latina.
El líder cubano agradeció a su homólogo estadounidense las decisiones
que hicieron posible materializar los acuerdos y, acerca de las
recientes noticias sobre una nueva etapa que se abre en el ámbito de las
relaciones entre Cuba y Estados Unidos, precisó que comparte la idea de
que puede abrirse una nueva etapa entre los Estados Unidos y Cuba que se
inicia con el restablecimiento de las relaciones diplomáticas. “Se ha
dado un paso importante pero queda por resolver lo esencial, el cese del
bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba”.
Reiteró su gratitud hacia todos los movimientos y comités de solidaridad
que lucharon para conseguir la libertad de los Cinco, y a los gobiernos,
parlamentos, organizaciones, instituciones y personalidades que
aportaron su valiosa contribución a esta lucha. La gratitud de los
cubanos es más acentuada aún para con los muchos ciudadanos
estadounidenses que han practicado esta solidaridad en las más difíciles
condiciones, sin olvidar a los miles de cubanos radicados en Estados
Unidos que compartieron con sus compatriotas en la isla el reclamo de
justicia para los cinco.
Los cubanos han dado sobradas pruebas de lealtad a los principios que
generan esa solidaridad, así como de que por ningún motivo traicionarán
a quienes en todo el mundo les han apoyado y les han acompañado en la
ardua lucha por un mundo más justo y mejor.
Diciembre 21 de 2014.
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