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La Habana, viernes 24 de septiembre de 2010. Año 14 / Número 268 El ahorro comienza en la casa Freddy Pérez Cabrera SANTA CLARA.— La experiencia de una familia santaclareña residente en el Reparto José Martí demuestra, lo que con tanto énfasis se ha estado insistiendo en materia de uso racional de la energía, que las mayores posibilidades de ahorro están en el sector residencial. Jesús Varela Santander y Beatriz González, miembros del CDR número 4, Fabric Aguilar Noriega, de la zona 180, se tomaron en serio la idea de economizar al máximo la electricidad, conscientes de lo que significa esa decisión para su bolsillo y las arcas del país. Otro método muy efectivo, según Varela, es la lectura sistemática del contador. La idea partió de José Antonio Vega, el coordinador de la Zona, quien al calor de la campaña de ahorro, decidió invitar a un grupo de especialistas de la Empresa Eléctrica a debatir el tema en la cuadra. La explicación resultó tan convincente que esa misma noche comenté a Beatriz, mi esposa, que no podíamos seguir pagando 80 o 90 pesos todos los meses porque íbamos a la ruina, explica Jesús. Al otro día comenzamos a pensar en implementar un grupo de medidas que en poco tiempo comenzaron a rendir buenos dividendos. Fíjate que actualmente estamos pagando entre 25 y 30 pesos, y quedan algunas reservitas por ahí, expresa el trabajador de la Base de Aseguramiento a la Industria de Materiales de la Construcción. El problema no está en dejar de emplear los equipos, sino en usarlos de manera eficiente, reconoce Beatriz, trabajadora de Planta Mecánica, quien se ha revelado como una gran innovadora en el tema. Nosotros tenemos los equipos eléctricos que pudiera tener cualquier familia cubana, y todos los utilizo cuando lo necesito, pero sin abusar, refiere. Así, por ejemplo, jamás usted verá una bombilla encendida de manera innecesaria, el planchado lo hago una sola vez a la semana, al igual que el lavado, y cocino, siempre que se pueda, para varios días. En el caso del refrigerador, veo a algunas amas de casa abriéndolo constantemente, yo en cambio aprovecho para sacar todos los productos a utilizar a la vez, con el consiguiente ahorro de energía. Otro método muy efectivo, según Varela, es la lectura sistemática del contador, lo que te permite tomar las decisiones a tiempo, y que no te sorprenda el cobrador a fin de mes con una factura elevada. A esas medidas, la familia adicionó la revisión de todos los interruptores y tomas de la casa, descubriendo algunas fugas que hasta ahora le estaban pasando la cuenta al bolsillo. A Varela, Beatriz y Claudia, la hija, se van sumando otros vecinos del Reparto José Martí quienes demuestran que, a la vigilancia cederista, las donaciones de sangre y la recogida de materia prima, los CDR pueden adicionar otra tarea no menos importante, el ahorro de energía.
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