Y   LA  LLAMAN  “DEMOCRACIA  REPRESENTATIVA “

Por: Dr. Néstor García Iturbe
13 de julio del 2010.

Todos hemos escuchado las alabanzas y bondades que  los ideólogos y seguidores del sistema electoral instaurado en Estados Unidos atribuyen al mismo.

Según estas personas, dicho sistema está fundamentado en lo que  denominan “elecciones libres”, con las que se asegura la “democracia representativa”.  Estas dos frases que hemos puesto entre comillas se han repetido por decenas de años, cualquier persona las ha estado escuchando desde que tiene uso de razón,  lo que ha permitido que se introduzcan en su mente como conceptos que son repetidos sin efectuar un profundo análisis sobre lo que representan.

Pudiera decirse que cuando las mencionadas frases se escuchan,  la persona se encuentra bajo el control de un reflejo condicionado que se ha construido utilizando el mismo método que Pavlov utilizó para que cuando el perro escuchara sonar la campanilla comenzaran a segregarle las glándulas salivares, pues la comida estaba llegando.

Si usted les pide a cuatro personas que le den su versión sobre el significado de estas dos frases, seguramente  recibirá cuatro explicaciones distintas, sin excluir que uno de ellos no pueda explicar alguna de las dos y se limite a repetirla.

Es imposible denominar “elecciones libres” aquellas donde la persona que va a ejercer el voto solamente puede hacerlo por otras que aunque aparentemente representan dos partidos políticos, cuando ejerzan sus cargos representarán los intereses de una clase minoritaria, que controla la riqueza de la nación, a la cual pertenecen y que domina la sociedad estadounidense desde que se creó la misma.

Unas “elecciones” llenas de subterfugios que impiden se organicen y participen a nivel nacional partidos  y sus representantes que pudieran aspirar a cambiar las bases de la sociedad por otra más justa donde los intereses económicos, políticos y sociales de la mayoría de la población fueran los determinantes.

Cuando se habla de la “democracia representativa” se trata de esconder  que el sistema instaurado en Estados Unidos no puede denominarse democrático ni representativo.

No es democrático porque no representa la voluntad de la mayoría. Los votos compromisarios de los estados no se ven afectados por la cantidad de personas que se presentaron a efectuar el sufragio. Aunque vote un poco más del cincuenta por ciento de la población, algo que regularmente sucede en cualquiera de las elecciones, los votos compromisarios siguen siendo la misma cantidad.  No hay proporción entre las personas que votan y la representatividad que estas tiene para elegir al presidente, por  lo que en oportunidades se ha dado el caso de que ha sido elegido presidente el que menos votos populares obtuvo.

No puede considerarse democrático que cada estado pueda elegir dos Senadores al Congreso de la nación, independientemente de la cantidad de personas que viven en el estado.

En la ciudad de Nueva York  residen más personas que sumadas las que residen en los estados de Rhode Island, Montana, South Dakota, Delaware, North Dakota, Alaska, Vermont, and Wyoming. Los ocho estados antes mencionados pueden elegir entre todos dieciséis Senadores al Congreso de la nación, mientras que la ciudad de Nueva York, conjuntamente con las otras ciudades del estado, solamente pueden elegir dos Senadores que representen sus intereses.

Si este mismo razonamiento lo aplicamos a estados con una población mayor que el estado de Nueva York, como Texas y California, la desproporción representativa sería aún mayor.

Este sistema de la “democracia representativa”, al no ser realmente representativo pone en desventaja  a las minorías étnicas, latinos, afro norteamericanos, asiáticos y otros, que por lo regular viven en los estados más poblados y al no estar representados adecuadamente en el Senado son víctimas de un sistema bicameral que pudiera aprobar en la Cámara leyes que los beneficie y  que posteriormente el Senado se encarga de ajustar a los intereses de la clase que representa.

Considero que ahora tenemos un poco más claro qué son las “elecciones libres” y cómo funciona la “democracia representativa”.