Havana, Friday, July 2, 2010. Year 14 / Number 184

From the foreign press
Spy arrests could be FBI hoax
By Gerson Borrero

I don’t know if my colleague Vicky Pelaez is or isn’t a spy or, for that matter, an unauthorized agent working for a foreign country, as she’s described on the list of charges.

I am as surprised and perplexed by the charges of Russian espionage as everyone else. But I confess that when I learned of them, I laughed aloud.

 A few days ago, in a rather bizarre Cold War-like operation, the FBI arrested 11 alleged Russian spies, including journalist Vicky Pelaez.

Thing is, there isn’t a shadow of doubt either among those of us who have worked with the controversial Peruvian or the thousands of readers who have enjoyed her columns that Vicky never was afraid to write her opinion. I can’t recall any occasion when she defended or attacked the old Soviet Union bloc or present-day Russia. When it comes to Cuba or Venezuela, however, that’s another story.

At any rate, the FBI claims to hold evidence against the accused.

Of course, in practice, the federal agency made public what it thought worthy of the headlines we’ve all seen.

The news has worried some who fear we have people on American soil who supposedly work for the Russians, although it’s so grossly manipulated that many already consider all the accused guilty as charged. And maybe the puppets of Barack Hussein Obama’s government will manage to prove so in court.

What public opinion should not overlook is the past history of the so-often discredited 30,000-large staff Bureau.

Remember J. Edgar Hoover, the FBI’s first director and the U.S.’s most notorious blackmailer of politicians? Held to have been a cross-dresser, Mr. Hoover headed the Bureau with an iron hand from 1924 to 1972 and during his mandate, they say, he kept files not only on the most wanted criminals but also on presidents and U.S. representatives, just in case they failed to do what he expected from them.

Furthermore, the FBI was up to its usual tricks with Dr. Martin Luther King, Jr. and hundreds of political activists who during his term raised their voice against what they called excesses committed by their government. For decades, the FBI has cracked down on civil rights fighters, pacifists opposed to the Vietnam War or the Iraq invasion, and demonstrators in the conventions of both U.S. political parties.

I don’t know whether or not Vicky is a spy. What I do know is that with around 7 billion dollars a year, the FBI does whatever it wants to whoever it wishes and however it likes. (Taken from New York’s El Diario/La Prensa)

 

http://www.granma.cubaweb.cu/2010/07/02/interna/artic01.html

   
   


La Habana, viernes 2 de julio de 2010. Año 14 / Número 184

De la prensa extranjera


Puede ser otra patraña del FBI


Gerson Borrero

No sé si la colega Vicky Peláez es o no espía. O como la describe el pliego acusatorio, una agente no autorizada al servicio de un Gobierno extranjero.

Estoy tan sorprendido y perplejo con lo del espionaje ruso como todos. Aunque, confieso que al enterarme me reí a carcajadas.

El FBI en una rocambolesca operación propia de la Guerra Fría detuvo hace unos días a 11 supuestos espías rusos, entre ellos a la periodista Vicky Peláez.

Es que sin duda a equivocarme, los que hemos trabajado con la polémica peruana y miles de sus lectores que hemos disfrutado sus columnas, sabemos que Vicky nunca ha temido escribir su opinión. No recuerdo ocasión en que haya defendido o atacado al viejo bloque soviético o a la Rusia de hoy. Sin embargo, si se tratara de Cuba o Venezuela eso sería otro cantar.

No obstante, el Buró Federal de Investigaciones (FBI) dice que tiene la evidencia en contra de los acusados.

Claro que en la práctica la agencia federal hizo público lo que determinó le daría los titulares que hemos visto.

La noticia ha preocupado a algunos que temen que en suelo estadounidense tengamos individuos que supuestamente trabajan para los rusos. Tan manipulada está la información que ya algunos dan por culpables a todos los acusados. Y puede que en el proceso judicial los títeres del gobierno de Barack Hussein Obama logren probarlo.

Lo que no se puede perder de perspectiva en la discusión pública es la trayectoria del ya tantas veces desacreditado Buró de unos 33 mil empleados.

Recuerden que el más notorio chantajista de políticos del país fue J. Edgar Hoover. El señor Hoover que se dice disfrutaba de vestirse de mujer, fungió como el primer director del FBI desde 1924 hasta 1972. Durante esos 48 años, las manos duras de Hoover, se dice, mantuvieron archivos de no solamente los más notorios criminales, sino también de presidentes y miembros del Congreso por si acaso no hacían lo que él les exigiera.

El FBI, además, hizo de las suyas con el Doctor Martin Luther King, Jr., y cientos de activistas, que en diferentes épocas han levantado su voz en oposición a lo que ellos han calificado de excesos de su gobierno. Las víctimas del FBI a través de las décadas han incluido grupos de derechos civiles, opositores a la guerra de Vietnam o la invasión de Iraq y manifestantes en convenciones de los dos partidos políticos norteamericanos.

Desconozco si Vicky es o no espía. Lo que sí sé es que con unos 7 mil millones de dólares anuales, el FBI hace lo que quiera a quien desee y como más le convenga. (Tomado de El Diario/La Prensa, de Nueva York)