http://www.granma.cubaweb.cu/2010/04/13/nacional/artic01.html    
    Control de combustible

... Y sin embargo, se pierde

RONALD SUÁREZ RIVAS

PINAR DEL RÍO.— Ni las bombas automatizadas, las tarjetas magnéticas, las pastas especiales para detectar una adulteración... bastan para asegurar el control del combustible. Cuatro años después del montaje de un nuevo equipamiento en los servicentros de esta provincia, la vida demuestra que los medios tecnológicos no son suficientes.

Aunque en todo ese tiempo el tema ha permanecido latente, en muchos lugares siguen faltando oídos receptivos. Las inspecciones señalan una y otra vez el escaso chequeo de las hojas de ruta y el uso inadecuado de las tarjetas magnéticas; pero esa es solo la punta del iceberg. Debajo, se encubre el desvío de un recurso imprescindible para el desarrollo del país.

Fotos del autorAunque las ventas de diesel en efectivo promedian menos de un litro diario por servicentro, el tráfico no se detiene.

Así lo sugieren las estadísticas. De otro modo no podría explicarse que el año pasado los 1 293 vehículos privados con motor diesel (una buena parte de ellos registrados como porteadores particulares), solo hayan consumido como promedio en servicentros 6,6 litros.

O sea, que 289 camiones, 198 camionetas, 93 jeeps, 703 autos y ocho paneles circularon durante todo el 2009 sin acudir apenas a las pistas de combustible.

 ¿CÓMO ES POSIBLE ALGO ASÍ?

Iván Deulofeu, director general de la Empresa comercializadora de combustible (CUPET) en Vueltabajo, enumera entre las principales irregularidades detectadas la venta de gasolina y diesel por parte de los choferes de algunas entidades a pisteros inescrupulosos.

Fotos del autorLa modernización de los servicentros ha permitido elevar el control del combustible, pero la vida demuestra que los medios tecnológicos no son suficientes.

Además, el incumplimiento de la indicación de que cada vehículo posea su propia tarjeta magnética, y la violación de la normativa de que en una empresa a lo sumo dos personas conozcan su código de carga. "Cuando eso sucede, se pierde el control", advierte Iván.

Con el propósito de tener una información más precisa, se ha establecido el seguimiento de las "tarjetas dudosas", es decir, aquellas con saldos muy altos (más de 500 litros de gasolina o más de 2 000 litros de diesel) o que realizan por encima de cinco descargas en un mismo día.

En el 2009 fueron identificadas 7 132 con esas características.

"Aunque a los organismos se les ha explicado repetidamente que esto no debe pasar, el fenómeno continúa vigente", comenta Luis Fidel García, gerente de la sucursal CIMEX en Pinar del Río, a cargo de la mayoría de los servicentros de la provincia.

"En primer lugar, una tarjeta con un saldo demasiado elevado, digamos 50 000 litros, se puede averiar, y mientras el problema se resuelve, la actividad para la cual estaba destinado ese combustible se detiene. Además, no se puede ejercer control cuando un mismo dispositivo es empleado para surtir a varios vehículos a la vez. Si se hace eso, el principio de la tarjeta magnética se pierde".

A pesar de las advertencias, tales violaciones continúan ocurriendo. Los especialistas aseguran que incluso algunas empresas —generalmente dedicadas al transporte de carga— ubican una persona cerca de los servicentros con un par de tarjetas, con la misión de abastecer a todos los carros de la entidad, dificultando sobremanera cualquier tipo de fiscalización.

EL ANTES Y EL DESPUÉS

Guillermo Sarmiento, vicepresidente del Consejo de la Administración Provincial, lo admite: "Evidentemente, existe una brecha en el control. Las auditorías y supervisiones realizadas que arrojan calificaciones de mal, lo están indicando".

Aún así, considera que el tema ha tenido una evolución. Actualmente, afirma, la cifra de irregularidades detectadas es muy inferior a la de hace dos o tres años.

"Existe una tendencia a la disminución. Ahora un organismo como la Agricultura está reportando 300 o 400 tarjetas dudosas, pero en el 2007 o el 2008, tenía muchas más, asegura el funcionario.

"Hoy los organismos del Estado tienen una mayor responsabilidad en el control del combustible", añade.

"Anteriormente, si se les terminaba, venían y solicitaban más. En cambio, este año ya todos recibieron su asignación, y deben velar por que no se les acabe antes del 31 de diciembre. Eso va a contribuir a que se preocupen más".

DE LAS PALABRAS A LOS HECHOS

No obstante, el simple hecho de ajustarse a un plan no parece razón suficiente para afirmar que los portadores energéticos se emplean adecuadamente. Para ello también es preciso establecer acciones de control efectivas y adoptar una actitud más enérgica hacia quienes siguen haciendo resistencia a las medidas de orden.

Todo indica que aún queda tela por donde cortar. En los tres primeros meses del año, por ejemplo, los vehículos particulares que funcionan con diesel mantuvieron la tendencia de no acudir a las pistas de combustible. "El promedio de venta diaria en efectivo es de menos de un litro por servicentro. Este fenómeno da la idea de que existe desvío", comenta el gerente de CIMEX.

Pero, ¿por dónde? Lamentablemente, el moderno equipamiento instalado en esos establecimientos solo permite conocer determinadas adulteraciones. El resto queda en manos de los hombres.

Para empezar, lo más lógico sería profundizar la búsqueda en aquellos organismos con mayor cantidad de tarjetas dudosas, o donde las auditorías arrojaron calificaciones de mal. A fin de cuentas, para nadie es secreto que el uso indebido de los recursos del Estado siempre se suele agazapar en río revuelto.