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Excerpts from an interview that Enrique Ubieta Gómez granted German
journalist Harald Neuber in January. An excerpt was published in
Germany.
Q: Many reports are published abroad about the “independent
journalists.” Do these “independent journalists” form part of some
strategy?
A: First of all, we should define exactly what we mean by “independent.”
That word acquires a specific meaning when used in regard to Cuba:
incredibly, it refers not to the sources of financing—or, rather, the
obvious one—but rather to the content of the opinion expressed. If the
opinion is against the Revolution, it is independent. If it is for the
Revolution—even if it is critical—it isn’t independent. Supposedly,
nobody can have a personal opinion that is for the Revolution. Cuba is
the only place in the world where the “independents” earn more money and
get more goodies than the ones called “line-toers.” If you open a
personal blog and don’t talk about political topics—because, for example,
you like philately—you, too, are a “line-toer.” But, if you open a
personal blog with services for translation into 18 languages (not even
the President of the United States has such a deployment of versions)—which
is the case of Yoani Sánchez—to write against the Revolution, you’re an
“independent.” The “independents” use cell phones with satellite
connections, have high-tech video cameras, pay high prices in hard
currency to use the Internet in luxury hotels, wear brand-name clothes
and are on close terms with the functionaries of foreign embassies that
just happen not to be good friends of the Cuban Government. In economic
terms or in terms of any other material benefits, it’s not very
advantageous to be a “line-toer” in Cuba, as the Western agencies call
those journalists. For example, there are more than 1000 blogs on Cuban
topics in Internet, but European readers are familiar with only three or
four of them. It makes you wonder why these and not others are promoted.
Or why only these. . . . Yes, there is a strategy and financing for the
subversion of the Cuban system. Can anyone think that the Revolution
toes the line in the world in which we live, while capitalism is “the
alternative”? Everyone knows that the opposite is true: those who
defend the dominant position in the world (capitalism) and can draw on
enormous financial resources and the media are the real line-toers. The
Cubans who support the revolutionary project are the independents.
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http://la-isla-desconocida.blogspot.com/2010/03/publica-el-neues-deutschland-entrevista.html
Fragmentos de la
entrevista realizada en el mes de enero a Enrique Ubieta Gómez
por el periodista alemán Harald Neuber. En alemán se publicó un
extracto.
En el exterior se publican muchos reportes sobre los llamados
‘periodistas independientes’? ¿estos ‘periodistas independientes’ forman
parte de alguna estrategia?
Primero debemos precisar qué entendemos por “independiente”. Esa palabra
adquiere un significado concreto cuando se utiliza con respecto a Cuba:
increíblemente no alude a las fuentes de financiamiento –más bien las
obvia--, sino al contenido de la opinión emitida. Si la opinión emitida
es contraria a la Revolución, es independiente. Si es favorable –aunque
sea crítica--, no es independiente. Supuestamente nadie puede tener una
opinión personal favorable a la Revolución. Cuba es el único lugar del
mundo donde los llamados “independientes” ganan más dinero y obtienen
mayores prebendas, que los llamados “oficialistas”. Si abres un blog
personal y no hablas de temas políticos –porque por ejemplo, lo que te
gusta es la filatelia--, eres oficialista también. Pero si abres un blog
personal con servicios de traducción a 18 idiomas (semejante despliegue
de versiones no lo tiene ni el Presidente de Estados Unidos) –es el caso
de Yoani Sánchez--, para escribir contra la Revolución, eres
independiente. Los llamados “independientes” usan celulares de conexión
satelital, portan cámaras de video de alta tecnología, pagan altos
precios en moneda dura en hoteles de lujo de La Habana para usar
Internet, visten con ropa de marca, y son muy amigos de funcionarios de
embajadas extranjeras que casualmente no son muy amigas del gobierno
cubano. En términos económicos o de cualquier otra prebenda material, es
poco ventajoso ser en Cuba “oficialista”, según la denominación de las
agencias occidentales. Por ejemplo, existen más de mil blogs de temas
cubanos en Internet, pero el lector europeo solo conoce tres o cuatro.
Cabría preguntarse por qué se promocionan esos y no otros. O por qué
únicamente esos. Sí, existe una estrategia y un financiamiento para la
subversión del sistema cubano. ¿Alguien podría pensar que la Revolución
es “lo oficial” en el mundo en que vivimos, mientras que el Capitalismo
es “lo alternativo”? Como se sabe, es al revés: los que defienden la
posición dominante en el mundo (el capitalismo), y disponen de sus
grandes recursos mediáticos y financieros, son los auténticos
oficialistas. Los cubanos que apoyan el proyecto revolucionario, son los
independientes.
Y el blog de Yoani Sánchez, ¿qué credibilidad tiene?, ¿por qué no se
publican sus textos en la prensa cubana a fin de desmentir su
propaganda?
Los textos de Yoani son intrascendentes. Su blog no es más que un
pretexto para introducir su nombre en el escenario mediático. Lo que de
verdad interesa a sus promotores es la construcción mediática de un
personaje que acapare simpatías internacionales. El esfuerzo mayor de
Occidente en la guerra contra la Revolución cubana –y su mayor fracaso
histórico--, ha estado dirigido hacia la construcción de personajes
creíbles para el espectador occidental y para los cubanos (algo todavía
más difícil), que encarnen el concepto de oposición interna. En cuanto
aparece un candidato, se abre la tubería del financiamiento. Con Yoani
se ha usado un método más sinuoso, aunque no del todo nuevo: el
blanqueamiento del pago mediante premios que al mismo tiempo la
promocionan. ¿Por qué no se desmienten sus argumentos? La guerra que se
nos hace no es por la verdad, es por el poder político: a sus
patrocinadores no les interesa quién tiene la razón, sino quien inserta
más veces en los medios internacionales su versión de los hechos. Vuelvo
a repetir lo dicho: Cuba es apenas una islita que navega a
contracorriente en el océano del capitalismo mundial. En esa guerra, los
argumentos de la Revolución no tendrán nunca las mismas oportunidades
que las medias verdades de Yoani. Pero la verdadera guerra es la de las
calles en Cuba: y aunque han querido lanzar a Yoani al ruedo, allí sí
que no funcionan los criterios de la prensa extranjera. Por mucho que se
distorsione en los medios la verdad sobre Cuba, la mayoría de los
cubanos apoya a la Revolución.
¿Cuál es la diferencia entre un periodista cubano que critica ciertos
problemas cotidianos y un ‘periodista independiente’ que hace lo mismo?
A los llamados “independientes” los distingue la dependencia financiera
e ideológica de Estados Unidos, aunque a veces el dinero viaje hasta
Europa y regrese disfrazado de otros colores. Yoani Sánchez, por ejemplo,
es monotemática: no puede salirse del guión preestablecido de quejas y
más quejas. Los blogueros revolucionarios son más libres: critican y
defienden a la Revolución, hablan del último juego de pelota y del
último disco de moda. Los que venden su producto contrarrevolucionario
siguen un guión tan estrecho, que suelen repetir (sobre temas nacionales
e internacionales) exactamente lo mismo que el gobierno norteamericano.
Por ejemplo, Yoani participa activamente en campañas mediáticas contra
el gobierno venezolano y apoya en su blog a los iraníes que combaten al
gobierno de aquel país. Piensa que estuvo bien desalojar del poder al
presidente Zelaya en Honduras. ¿Eso no es un auténtico oficialismo
norteamericano? Durante la administración Bush los “independientes” eran
convocados a la residencia de su representante en La Habana para que
votaran –simbólicamente--, en las elecciones presidenciales de aquel
país. Y la mayoría lo hacía a favor de Bush, según ellos mismos se
encargaban de difundir.
¿Cuánta gente en Cuba tiene acceso a Internet? ¿Cómo afectaría la
culminación del cable submarino desde Venezuela en la situación actual?
Cuba está rodeada de cables submarinos norteamericanos, pero no los
puede usar. Tiene que conectarse a Internet por vía satelital; ello
ralentiza la conexión y la encarece. Pero Cuba está abierta a las nuevas
tecnologías. Cuando empezaba a surgir la biotecnología vinculada a la
medicina, Cuba preparó a cientos de científicos e invirtió sus escasos
recursos en la creación de importantes centros que hoy producen y
exportan medicamentos únicos. Cuando se avizoraba la irrupción de la
informática como tecnología de punta, Cuba creó universidades
especializadas únicamente en esa rama del saber. Hay varias
Universidades de Ciencias Informáticas en el país; la de La Habana
cuenta con una matrícula de diez mil estudiantes. Se crearon clubes de
computación en cada municipio del país y se incorporó la enseñanza de la
computación en las escuelas secundarias. Con una población de once
millones de habitantes, se calcula la existencia de 700 000 computadoras
en el país, de ellas alrededor de cien mil en los hogares. Pero ante la
carencia de medios y frente a los obstáculos tecnológicos que impone el
bloqueo norteamericano, Cuba prioriza el uso social de Internet,
especialmente en los sectores asociados al conocimiento y la creación.
Existen 2 331 dominios cubanos en Internet, y cada uno de ellos puede
tener varios sitios web: en esos sitios se hospedan más de 500 000
páginas web. Las redes más amplias de correos electrónicos son las
asociadas a los sectores de salud pública, educación y cultura. Existen
salas de navegación en todas las universidades, y en la mayoría de los
centros de investigación o asociados a la creación artística. Muchos
intelectuales tienen Internet en sus casas. Se estima que en Cuba
acceden a Internet un millón 600 mil personas. De ellos casi 200 000
personas lo hacen desde sus hogares. La apertura del cable submarino
desde Venezuela permitiría un mayor y mejor uso de Internet, pero no
podemos olvidar que el verdadero control de esa tecnología lo ejerce
Estados Unidos. Ni siquiera Obama que lanzó la idea de abrir para Cuba
los caminos de Internet –idea asociada en su caso a la promoción de la
subversión, pero igualmente bienvenida--, ha podido avanzar en esa
dirección, porque existen trabas insolubles contenidas en la propia
esencia del bloqueo. Por último, quiero señalar que lo que al Primer
Mundo puede parecerle una prioridad –en este caso la universalización de
Internet--, no necesariamente debe serlo para el Tercer Mundo. El
continente africano tiene todavía menos teléfonos que la isla de
Manhattan en Nueva York. Queremos usar plenamente la tecnología, pero
nuestros recursos son escasos y seguimos siendo una nación bloqueada.
Publicado por
Enrique Ubieta Gómez en
19:17
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