TEL AVIV, diciembre 29.— Mordechai Vanunu, el hombre que
denunció en 1986 el programa israelí de armas atómicas, será
puesto bajo arresto domiciliario tras ser acusado de violar una
condición de su libertad, que obtuvo en 2004.
Según AP, el vocero policial Micky Rosenfeld dijo que Vanunu se
reunió con «varios extranjeros», algo que le ordenaron no hacer
por temor a que revelase «información secreta».
Vanunu hizo con una mano el gesto de la «v»’ de la victoria, y
se manifestó contra el «impotente» Estado judío al entrar en el
tribunal. El ex técnico de la planta nuclear de Dimona, en el
desierto del Neguev, filtró al diario británico Sunday Times, en
1986, detalles y fotos de la operación de fabricación de armas
nucleares allí.
Posteriormente, el servicio de inteligencia exterior israelí,
Mossad, le envió a una joven agente («Cindy» se hacía llamar),
que lo sedujo, lo invitó a viajar a Roma con ella, y allí
facilitó su secuestro. Inmediatamente lo llevaron a Israel,
donde pasó 18 años en la cárcel, acusado de alta traición.
Su abogado, Avigdor Feldman, dijo que esta vez fue arrestado por
tener una novia noruega, a quien la policía ya había interrogado.
Al quedar en libertad en 2004, a Vanunu se le prohibió salir del
país y mantener contactos no autorizados con extranjeros.
En cumplimiento de una política que califica de «ambigüedad
nuclear», Israel nunca ha admitido ni desmentido tener un
programa de armas atómicas, pero los expertos llegaron a la
conclusión, por el material que divulgó Vanunu, de que Israel
tiene el sexto arsenal nuclear más grande del mundo, con al
menos unas 200 bombas nucleares