|
|
Spy
Larry Franklin, sentenced 10 months,
explains his plan to overthrow the Iranian Government
By
Jean-Guy Allard
October 22, 2009
A CubaNews translation by
Giselle Gil.
Edited by Walter Lippmann.
Larry Franklin, the spy sentenced to 10 months home imprisonment for
surrendering thousands of secret Pentagon documents to Israel, explains
in Foreign Policy’s last edition his plan to overthrow the Iranian
government.
Lawrence "Larry" Franklin is one of the most devastating spies in the
history of the United States. He gave the Zionist Israeli government
thousands of ultra-secret documents taken directly from the Pentagon
computer system.
In the article My Secret Plan to Overthrow the Mullahs, Franklin
explains in detail the plan to overthrow the current government of the
Islamic Republic of Iran he proposed the Bush administration.
The word mollah (of the Persian mollā)
designates the priests of Islamic faith in Iran.
In his article, without any scruples, this former Pentagon official
details each aspect of his Machiavellian project to put an end to the
legitimate Iranian government. He starts with the recognition of a
"government in exile" located on a border region "of Persian
inheritance" by the States and proceeds to exposing "cases" of human
rights violation, at a “one a day” frequency.
His plan, similar in
every way to the formula used dozens of times against countries whose
sovereignty is troublesome for the empire, foresees "freezing" leaders'
bank accounts and systematic obstruction of the country’s financial
transactions.
In his not very original plan, Franklin suggests using the strategy
developed in Poland with the
Solidarność
group with activists "entering and leaving the country
surreptitiously."
Spy Franklin, whose sentence extends - supposedly - until April and who
is theoretically controlled by penitentiary authorities, writes for
several pages about his intrusive and subversive ideas without this
seemingly perturbing the editors.
FROM 12 YEARS TO 10
MONTHS
Last June, Judge T.S. Ellis, of the Alexandria district court in
Virginia, decided to reduce the already light 12 year sentence imposed
on Franklin, to a symbolic sentence of 10 months in a transition house
for former prisoners.
The FBI surprised Franklin with thousands of classified documents,
hidden in his home. Some of these documents were dated several years
back, "a veritable mine of North American secrets", according to one
investigator.
It is even more absurd that in this country five Cubans, who were not
accused of spying, but of "conspiring to spy" and who had never
appropriated not even the shadow of a state secret, received serious
life long sentences. On the other hand, the government revoked espionage
charges against two Israeli agents who received the secrets stolen by
Franklin, thanks to Israeli lobbying in the American capital.
Franklin worked at the Special Plans Office, directly under Paul
Wolfowitz, a prominent Bush collaborator of sinister reputation.
The FBI discovered that in his desire to please his Israeli clients,
officer Franklin – who speaks farsi - went as far as organizing meetings
of "dissident" Iranians in the office of Defense Undersecretary Douglas
Feith,
With another polyglot colleague, Harold Rhode, this official also
contacted the net of Manucher Ghorbanifar, a weapon smuggler of more
than dubious reputation. He is a known figure of the Iran-Contra scandal
and is also involved in complots against Teheran.
This happened in the country where five antiterrorist Cuban Americans
infiltrated in Miami terrorist nets were arrested by an FBI officer
associated to the Cuban mafia in Miami. The request for their arrest
came from extreme rightist congress members. They were prosecuted in a
city dominated by this same terrorist mafia.
They Cuban Americans were devoted to protecting the lives of their
countrymen and of the Americans and received, in total, nothing less
than four life imprisonments plus 75 years in jail.
EN LA REVISTA FOREIGN POLICY
El espía Larry Franklin, condenado a 10 meses,
explica su plan para derrocar al Gobierno iraní
POR JEAN-GUY ALLARD
Larry Frankin, el espía condenado a 10 meses de prisión domiciliaria por
haber entregado a Israel miles de documentos secretos del Pentágono,
explica en la última edición de la conocida revista Foreign Policy su
plan para derrocar el gobierno de Iran.
Lawrence "Larry" Franklin es uno de los espías más devastadores de la
historia de Estados Unidos. Regaló al gobierno sionista de Israel miles
de documentos ultra-secretos sacados directamente del sistema
informático del Pentágono.
En un texto titulado My Secret Plan to Overthrow the Mullahs (Mi plan
secreto para derrocar a los Mullahs), Franklin expone detalladamente
cual fue el plan que propuso a la administración de George W. Bush para
derrocar al actual gobierno de la República Islámica de Irán.
La palabra mollah (del persa mollā) designa en Irán a los sacerdotes de
fe islámica.
En su texto, sin ningún escrúpulo, este ex funcionario del Pentágono
entra en cada aspecto de su proyecto maquiavélico para acabar con el
gobierno legítimo de Irán, desde el reconocimiento por EE.UU. de un
“gobierno en exilio” ubicado en una región fronteriza “de herencia
pérsica” hasta poner en relieve “casos” de violación de derechos humanos,
al ritmo de “uno por día”.
Su plan que se parece en todo a la formula usada decenas de veces contra
países cuya soberanía molesta al imperio, prevé el “congelamiento” de
cuentas bancarias de dirigentes y la obstaculización sistemática de las
transacciones financieras del país.
Poco innovador, el plan de Franklin sugiere el uso de la estrategia
desarrollada en Polonia con el grupo Solidarność , con activistas que
“entran y salen del país subrepticiamente”.
El espía Franklin, cuya sentencia se extiende – se supone – hasta abril
y quien se encuentra teóricamente bajo control de las autoridades
penitenciarias, prosigue así a lo largo de varias cuartillas la
exposición de sus ideas injerencistas y subversivas sin que a los
editores les parezca esto una anomalía.
DE 12 AÑOS A 10 MESES
En junio pasado, el juez T.S. Ellis, de la Corte de distrito de
Alexandria, Virginia, decidió reducir la ya leve sentencia de 12 años de
prisión que se le había impuesto a Franklin, a una simbólica sentencia
de 10 meses de estancia en una casa de transición para ex reclusos.
El FBI sorprendió a Franklin con miles de documentos clasificados,
escondidos en su casa, algunos fechados de varios años atrás, "una
verdadera mina de secretos norteamericanos", según un investigador.
Más absurdo aún, en el país donde cinco cubanos acusados no de espiar,
sino de “conspirar para espiar” y que nunca se apoderaron ni de la
sombra de un secreto de estado, recibieron sentencias que alcanzaron
hasta la perpetuidad: el Gobierno norteamericano abandonó los cargos de
espionaje contra dos agentes israelíes que recogieron los secretos
robados por Franklin, por cuenta del lobby isareli en la capital
norteamericana.
Franklin trabajaba en la Oficina de los Planes Especiales, directamente
bajo Paul Wolfowitz, colaborador emérito de los Bush, de siniestra
reputación.
Descubrió el FBI que en su afán de complacer a sus clientes israelíes,
el funcionario Franklin – que habla farsi - fue hasta organizar
reuniones de “disidentes” iraníes en la oficina del Subsecretario de la
Defensa Douglas Feith,
Con otro colega poliglota, Harold Rhode, el funcionario también contactó
con la red del contrabandista de armas de reputación más que dudosa
Manucher Ghorbanifar, conocida figura del escándalo Iran-Contra,
involucrado en complots contra Teheran.
Esto ocurrió en el país donde cinco cubanoamericanos antiterroristas
infiltrados en redes terroristas de Miami fueron arrestados a solicitud
de congresistas de extrema derecha, por un oficial del FBI asociado a la
fauna mafiosa de Miami, y enjuiciados en una ciudad dominada por esta
misma mafia terrorista.
Se dedicaban a proteger las vidas de sus compatriotas y de los propios
norteamericanos y recibieron, al total, nada menos que cuatro cadenas
perpetuas más 75 años de cárcel.
|
|
|