La
Habana, miércoles 21 de octubre de 2009. Año 13 / Número
295
Fabio Grobart
Maestro de revolucionarios
Raquel Marrero Yanes
Ante
la persecución policiaca que sufría en Polonia, y la
posibilidad de ser condenado, llegó en 1924 a La Habana,
como emigrado político, Abraham Grobart, su nombre
legítimo, aunque en Cuba adoptó varios seudónimos:
Yunger, Otto Fabio. Con este último se le conoce en
nuestro país.
La biografía de Fabio Grobart es un hermoso canto de
exaltación al internacionalismo proletario y a la
solidaridad humana. Al tocar suelo cubano, con solo 19
años de edad, nada conocía de la historia de nuestra
tierra, y del español apenas "chapurreaba" unas palabras,
lo que no fue limitante para abrazar la causa de los
trabajadores.
Desde entonces, ocupó responsabilidades en las filas
comunistas, hasta su fallecimiento el 21 de octubre de
1994, a los 89 años de edad. Para Fabio, el Partido fue
hogar, escuela y trinchera. Tuvo el privilegio de vivir
los avatares y la gloria del Primer Congreso de las
Agrupaciones Comunistas de Cuba en 1925 y también del
Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba, en 1975,
en el que propuso al Comandante en Jefe Fidel Castro
como Primer Secretario.
En 1965 formó parte del primer Comité Central del
Partido Comunista de Cuba, y en 1973, fue nombrado
Presidente del Instituto de Historia del Movimiento
Comunista y de la Revolución Socialista de Cuba. Tres
años más tarde era elegido diputado a la Asamblea
Nacional del Poder Popular.
Quienes compartieron con Fabio Grobart sentían por él
admiración y respeto; Blas Roca lo llamaba "entrañable
compañero" y Carlos Rafael Rodríguez "maestro de
revolucionarios".
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