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Cuban Music Promoted in China
In the capital of China, there is a place that promotes Cuban culture,
music and dance. Its founder feels a great passion for Cuba and its
rhythms
By: Nyliam Vázquez García
Email:
nyliam@juventudrebelde.cu
2009-10-14 | 12:57:17 EST
Photo:
Cortesía de la fuenteZoom
Huo Yaofei (David) considers himself a messenger of Cuban music in his
country of China. Moreover, David is an innate cultural promoter, a
compulsive casino dancer and a passionate follower of Cuban
music.
His movements are so fluid that if he were not born and raised in
Beijing, people would swear he grew up in a Cuban neighbourhood. His
technique is refined, and, above all, he enjoys every movement.
David has also incorporated many of our customs and traditions. For
example, when he greets people instead of saying “Ni Hao” (hello in
Mandarin), he says “Hola, ¿cómo estás? ¿Todo bien?”
In 2004, he inaugurated a center in downtown Beijing that promotes Cuban
culture called La Casa de David. During the day, the center is
a school, and some of its first students are now teachers. At night, it
turns into a club where the only music played is Cuban. In China, there
has been a recent boom in Latin American music and David has done his
part in this movement by providing a center that offers pure Cubania.
Evolution of a Dancer
David is a frequent guest of honor at many of the celebrations held at
the Cuban Embassy in China.
“I studied at the University of Sports Medicine and during my second
year I selected Latin Dance as an optional subject. Around that time
(1998), I began to listen to salsa music for the first time. I liked it
a lot, although it was still not well known in China,” said David.
David learned some basic steps in Latin dance lessons given by two
Chinese teachers. At the time, a Cuban group came to play in China, with
musicians and dancers from the Tropicana Santiago nightclub. He
made good friends with the Cubans in the group and learned more precise
details on the Cuban style of dance, despite not being able to talk
Spanish.
After becoming familiar with the differences of salsa dancing in
different Latin American countries, he chose the Cuban style known as
casino.
“The rhythm of Cuban music is stronger. Its style has more feeling and
is expressed in a more natural way. Music must be understood as part of
a culture, and I believe that is the secret,” David points out.
When he learned how to really dance like some of the best Cuban dancers,
he began to share his gift with his friends. He would practise and hold
classes at gyms in Beijing and in 2003; he even got his own television
program. It was that same year that David would take his first trip to
Cuba.
The student becomes master
David travelled to different provinces and met with several Cuban
dancers who would become his casino professors.
“At first, it was not hard to learn how to dance. I felt salsa music as
a mixture of different kinds of Cuban music such as
montuno, son, and other traditional rhythms. I
returned to China to put my personal and work matters in order, and then
came back to Cuba for a much longer visit. At the end of 2003, during my
second visit, I gained a better understanding of other Cuban rhythms
such as the mambo, rumba and cha cha cha.”
At first, David though of applying for a Cuban scholarship to study in
Cuba; but as this takes a while he began on his own. He enrolled in some
courses at the Higher Institute of Art (ISA), where he also learned how
to dance traditional rhythms. It was then that he learned the essence of
becoming a good casino dancer: “To dance perfectly, I needed to
add that Cuban flavor.”
—
What is your favourite type of Cuban music?
—Cuban rumba
— And what is your favorite group?
—Los Van Van and Pupy y los que son son —he answers without hesitation.
—What do you think about the Chineses´ interest
in dancing salsa music?
—Lots has changed over the past ten years. At the beginning, only Latin
American embassies employees and students in China danced salsa.
Currently, I think that some 10 million Chinese are dancing salsa. This
in part is due to the great efforts by many teachers, like myself, to
teach salsa in China.
David´s House
Huo Yaofei not only teaches his pupils the basic dance steps, moves and
tricks, but also provides them with a background in Cuban culture, which
the Chinese have also left their imprint on through immigration to Cuba
that began close to a 150 years ago. As such, David introduces his
student to Cuban art, movies and traditional music.
—How difficult is if for a Chinese person to learn how to dance
salsa?
—It is a process that goes beyond learning the basic steps, mainly
because professors focus more on techniques than on rhythms. I try to
help students to understand the music. I speak Spanish to them; I
explain the differences between the styles of Colombian and US salsa
dancing, for example. I am lucky to have many former students who are
now working as dance instructors.
What does Cuba and Cuban dancing mean to David?
—I feel Cuban. I like Cuban food, rum, tobacco, music and culture...and
I love Cuban women,” says David laughing.
“I feel like a messenger of Cuban culture in China. I want Cubans to
continue developing their music and dance. And for all Cubans who come
to Beijing, I invite you to come by La Casa de David, it is Cuba.”
http://www.juventudrebelde.co.cu/culture/2009-10-14/cuban-music-promoted-in-china/
http://www.juventudrebelde.cu/cultura/2009-10-05/huo-yaofei-un-chino-en-su-salsa/
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Huo Yaofei: Un chino en su salsa
En la capital china existe un local que
promueve la cultura cubana, su fundador es un apasionado por Cuba y
sus ritmos
Nyliam Vázquez García
nyliam@juventudrebelde.cu
5 de Octubre del 2009 20:43:17 CDT
Confiesa ser un
mensajero de la música cubana en su país. Pero más que eso, Huo
Yaofei (David) es un promotor cultural nato, un «casinero»
empedernido, un apasionado de nuestros ritmos. Se mueve con
tanta soltura que si no fuera por la certeza de que nació en
China y ha vivido siempre en Beijing, podría pensarse que creció
en cualquiera de nuestros barrios. Posee una técnica depurada y,
sobre todo, disfruta cada movimiento. David ha incorporado no
pocas de nuestras prácticas y gustos, así que al encontrarlo
sorprende que no saluda con el «Ni Hao» (hola en mandarín) y la
inclinación de la cabeza como hace con los suyos, sino con un «Hola,
¿cómo estás? ¿Todo bien?», los sonados besos o el apretón de
manos.
En 2004 inauguró La Casa de David en pleno centro de Beijing.
Este es un local de promoción de la cultura cubana, que por el
día funciona como escuela y en las noches se convierte en club
donde lo único que suena es música cubana. Algunos de sus
alumnos ya son maestros y mientras en China se vive el boom de
los ritmos latinos, David aporta lo suyo desde un espacio que
tiene mucho de nuestra Isla.
Génesis de un bailarín
David es invitado de honor de muchas de las actividades de la
Embajada de Cuba en China. Dueño de una amplia y fresca sonrisa,
casi siempre viste de pantalón blanco y camisa entreabierta.
«Estudié
en la Universidad medicina deportiva y en segundo año de la
carrera seleccioné como asignatura opcional Danza latina. Por
esa misma época (1998), escuché por primera vez música salsa en
una discoteca. Me gustó mucho, aunque entonces no era muy
conocida en China», comentó.
Con las clases de danza, impartidas por dos profesores chinos,
aprendió algunos pasos básicos de bailes latinos. En ese período
llegó un grupo musical de Cuba. Gracias a su interés y a pesar
de no hablar español, hizo muy buenos amigos entre los
profesionales cubanos, y con las bailarinas de Tropicana
Santiago aprendió detalles de nuestro estilo de baile.
Huo Yaofei notó muchas diferencias entre el modo de bailar
colombiano, venezolano… latinoamericano y el nuestro. Sin
embargo, se quedó con el «casino».
«El ritmo de la música cubana también es más fuerte. El estilo
cubano tiene más sentimiento y se expresa de un modo más
natural. Hay que entender la música como parte de la cultura»,
confesó, y creo que ese es su secreto.
Cuando aprendió a bailar como el más ducho de los cubanos en la
materia, David comenzó a compartir con sus compañeros su don.
Practicaba y enseñaba en gimnasios; incluso en 2003 logró tener
un espacio en la televisión. En ese año vino a Cuba por primera
vez.
Bailar en casa del trompo
Recorrió varias provincias y, especialmente, intercambió con
personajes de la cotidianeidad, quienes fueron sus maestros de
«casino».
«En ese primer momento, el baile no me dio mucha dificultad.
Sentí la salsa como una mezcla de muchos tipos de música en Cuba
como el son montuno y otros ritmos populares. Volví a China para
dejar mis asuntos personales y de trabajo en orden y regresar
por un tiempo más largo. A finales del propio 2003, durante mi
segunda estancia, me acerqué más a otros ritmos cubanos, como el
mambo, la rumba y el cha cha cha», contó David, quien dijo que
en esa ocasión su objetivo era aprender la música y la danza
profundamente y de modo sistemático.
Primero pensó pedir una beca, pero como demoraba, optó continuar
solo. Sin embargo, se apoyó en cursos ofertados por el Instituto
Superior de Arte (ISA). Fue en esa escuela y entre los cubanos
donde aprendió las danzas tradicionales. Entendió entonces que
ahí estaba la esencia: «Si le incorporaba ese sabor cubano,
podía bailar perfectamente la danza». Tenía razón.
—¿Qué ritmos
cubanos prefieres?
—Rumba cubana —dice en perfecto español (hasta aquí me apoyaba
la joven Lei, unas de las traductoras de la Embajada).
—¿Y el grupo
que más te gusta?
—Los Van Van y Pupy y los que son son —otra respuesta en español
que no le tomó ni medio segundo.
—¿Qué
piensas del interés de los chinos por bailar salsa?
—Después
de diez años ha cambiado mucho el panorama. Al principio solo
bailaban los empleados de las embajadas latinoamericanas o los
estudiantes de ese país en China. Actualmente, pienso que unos
diez millones de chinos estarían bailando salsa, según cálculos
personales. Para lograr estos resultados, se ha contado con los
esfuerzos de muchos profesores que, como yo, enseñan salsa, y no
solo en Beijing.
La Casa de David
Huo Yaofei no solo enseña a sus alumnos los pasos básicos del
baile, el rito de la rueda de casino u otros trucos y
complicadas vueltas la danza. Le interesa que aprendan de
nuestra rica y diversa cultura, en la que los chinos también
dieron su aporte hace casi siglo y medio atrás. Para conseguirlo
utiliza en sus clases varias manifestaciones como la pintura, el
cine y la música más tradicional.
—¿Cuán
difícil es para un chino aprender a bailar salsa?
—Es un proceso largo más allá de los pasos básicos,
especialmente porque mis compatriotas a veces se concentran más
en la técnica que en seguir el ritmo. Trato de que comprendan la
música, uso palabras en español, les explico las diferencias de
los estilos de la salsa colombiana o la de Nueva York, por
ejemplo. Por suerte, tengo muchos alumnos que ya están enseñando.
—¿Qué
significan Cuba y los bailes cubanos para David?
—Yo
me siento cubano. Me gusta la comida cubana, el ron, el tabaco,
la música, la cultura… ¡me encantan las cubanas!, dice y ríe con
una picardía más nuestra que de su tradición.
«Me siento un mensajero de la cultura cubana en China. Quiero
que los cubanos sigan desarrollando su música y su baile y todos
los que visiten Beijing se lleguen por la Casa de David, que es
Cuba».
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