Cuban women kidnapped in Cancun
by a prostitution network run by the Zetas
Jean-Guy Allard • Cubadebate
 

A CubaNews translation. Edited by Walter Lippmann.

The four Cuban women kidnapped by the Zetas, the murderous gang linked with Miami mafia rings, would be held by a prostitution network run by this group in Mexican territory, according to reports in the Yucatan daily Por Esto! about the case of the Cuban citizens who claimed to have been caught in the high seas, taken to Puerto Juarez, and tortured by Mexican criminals.

Described as “pretty” by their male companions, the four young women were separated from the group and put on a vehicle that set off for an unknown destination.

“They have not been heard from since, so they are believed to have been forced into prostitution in underground brothels or bars controlled by the criminal cartel”, concludes the newspaper with the highest circulation in the peninsula, famous for its investigations on crime.

On the other hand, Eros Gutiérrez Popo, one of the alleged Cubans rescued by the army and taken to a safe house in Cancun, turned out to be actually one of the torturers pretending to be a victim. “He was in charge of guarding the ‘illegals’, whom he subjected to torture, humiliation and even mutilation,” the report assures.

Reliable sources have it that the other kidnapper, identified as such during the raid to free the hostages, had left Cuba just a few months after serving a one-year prison term in the Island for embezzlement and robbery.

Ditsán Farradaz Ulloa lived in the town of Guïnes, near Havana, where he hijacked boats from a local fishery to flee the country through illegal channels. He and Gutiérrez Popo are members of a clique of Cubans who have United States citenship and are entrusted by the Cuban American mob with the task of aiding the Zetas in their trafficking in Cuban migrants.

Photographs retrieved from a kidnapper’s cellphone show the Cubans being tortured and threatened, clearly visible machete wounds, and even one Zeta member putting a gun in one of the prisoner’s mouths. The group had sent them to relatives in Cuba and demanded 10,000 dollars a head for their release.

A military operation last July to rescue Taimy Gonzalez, a young Cuban woman the Zetas had retained even after her family had already paid a twelve-thousand-dollar ransom, confirmed the kidnappers’ connection to the Cuban American mafia.

Among the criminals of Cuban origin arrested at the time were: José Luis Hernández Alonso, 48, from Florida; Jordy Gutiérrez Piñeros, 29, currently living at Coast Street 5445, Naples, Florida; Gil Hernández Castro, 71, 33177 F. Pinekey Ave., Florida; Carmen Rives Rives, 47, 1749 South Way 42, Terra, Florida; and Julio Rives Rives, 42, 1227 Fuller Lane, Naples, Florida.

These mobsters are suspected of working on a regular basis in open complicity with local authorities, who even offer to stand guard over the victims and then “turn a blind eye” in exchange for money.

The kidnapping operation discovered in the last few days was preceded by many others, the investigation reveals, but most victims remain silent over their ordeal out of sheer terror.

Taimy Gonzalez’s father admitted to the state assistant district attorney’s office that he had paid the ransom for his daughter prior to her arrival in Miami, Florida, where she was taken by a “tall, elderly white-haired” woman who introduced herself as “Mami”. However, the Zetas charged Mr. Gonzalez an additional one million pesos before they freed the young girl and let her reach the U.S. border.

In Miami, the Cuban American mafia and their spokespersons in the Congress take every opportunity to uphold the Cuban Adjustment Act, which fuels many profitable Mexico-bound human trafficking operations.

Potential migrants whom the U.S. deny a travel visa go to Mexico instead to try and cross the U.S. border, where pursuant to the said legislation they are automatically granted asylum, whereas Mexicans and other Central Americans, unprotected by any similar legislation, die by the dozens while attempting to reach United States territory in search of jobs.

Initially the criminal mercenary army for Mexico’s Gulf Cartel, the Zetas also traffic in Hondurans, Salvadorians, Guatemalans, Dominicans, Haitians and even Asians.


 

http://www.cubadebate.cu/opinion/2009/09/17/cancun-las-cubanas-secuestradas-en-red-de-prostitucion-de-los-zetas/
http://www.lajiribilla.co.cu/noticias/noticia.asp?Id=14170




 

   
   


Cancún: las cubanas secuestradas,
en red de prostitución de los Zetas

            Jean-Guy Allard • Cubadebate
 


17 Septiembre 2009 3 Comentarios

Las cuatro cubanas secuestradas por los Zetas, la pandilla asesina asociada a la mafia de Miami, se encuentren bajo control de la red de prostitución que maneja el grupo en todo el territorio mexicano.

Es lo que cree el diario Por Esto! de Yucatán al informar en sus últimas ediciones del caso de los cubanos torturados a su llegada en México por delincuentes que los capturaron en alta mar y los llevaron a Puerto Juarez.

Las cuatro muchachas, descritas como “bonitas” por los varones del grupo, fueron separadas, subidas a un vehículo y llevadas  a un destino desconocido.

De ellas “nada se sabe hasta el momento, por lo que se cree que son obligadas a prostituirse en casas de citas clandestinas o en bares que son controlados por el grupo delictivo”, concluye el diario más difundido de la península, bien conocido por sus investigaciones en los círculos de la criminalidad.

Por otro lado, uno de los cubanos rescatados por el ejército en una casa de seguridad de Cancún, Eros Gutiérrez Popo, se reveló ser en realidad uno de los torturadores que se hacía pasar por víctima. “Se encargaba de custodiar a los ilegales, además de participar en las torturas, vejaciones y hasta mutilaciones,” precisa Por Esto!

De fuente segura se supo que el otro secuestrador, identificado como tal en el momento de la operación de liberación de los rehenes, salió de Cuba hace solo unos meses después de haber sido preso en la Isla, durante un año, por malversación y hurto.

Ditsán Farradaz Ulloa vivía en la localidad de Guïnes, cercana a La Habana, donde desvió embarcaciones en la base local de pesca, antes de abandonar ilegalmente el país.

Gutiérrez Popo y Farradaz Ulloa  forman parte de la estructura de cubanos que cuentan con nacionalidad estadounidense, encargados por la mafia cubanoamericana de asistir  a “Los Zetas” en su tráfico de personas de origen cubano.

En el teléfono celular de los secuestradores se encontraron fotografías tomadas en el momento en que los cubanos eran torturados y amenazados y donde se ven  las heridas causadas a machetazos. Uno de los secuestrados se aparece con una pistola en la boca.

Estas fotos fueron enviadas a los familiares de los cubanos para que pagaran 10 mil dólares por cada rehén.

Un operativo realizado en julio en torno al secuestro de una joven cubana, Taimy González, secuestrada a pesar de que familiares ya habían pagado a los Zetas unos 12 mil dólares, confirman la vinculación de los secuestradores con la mafia cubanoamericana.

Los delincuentes de origen cubano entonces detenidos son, entre otros, José Luis Hernández Alonso, 48 años, residente en la Florida; Jordy Gutiérrez Piñeros, 29 años, con domicilio en Av. Coats Street 5445, Napoles. Florida; Gil Hernández Castro, 71 años, del 33177 Av., F. Pinekey, Florida; Carmen Rives Rives, 47 años, de 1749 South Way 42, Terra, Florida; Julio Rives Rives, 42 años, del 1227 Fuller Lane, Napoles, Florida.

Se sospecha que los mafiosos trabajan a menudo con la complicidad activa de autoridades locales que, incluso,  se prestan para escoltar a la victimas y luego “cerrar los ojos”  en cambio de pagos.

La operación de secuestro descubierta en los últimos días ha sido precedida de muchas otras más, revela la investigación. Las víctimas aterrorizadas conservan generalmente el silencio ante las atrocidades.

El padre de la joven Taimy Gónzalez ha revelado a la Subprocuraduría de Justicia del Estado que había pagado con antelación el traslado de su hija  hasta la ciudad de Miami, Florida, a una mujer “alta, mayor de edad y canosa ” a la que conoció como “Mami”. Sin embargo, “Los Zetas” se encargaron de cobrar al hombre un millón de pesos mexicanos más para liberar a la joven y dejarla llegar a la frontera norteamericana.

En Miami, la mafia cubanoamericana y sus portavoces en el Congreso promueven en cada oportunidad el mantenimiento de la Ley de Ajuste Cubano que favorece el lucrativo tráfico de personas hacia México.

Los emigrantes a quién las autoridades norteamericanas niegan visas, viajan a México y luego a la frontera con Estados Unidos donde aprovechan esta legislación, para entrar en territorio norteamericano mientras se le deniega tal autorización a los mexicanos y centroamericanos que mueren por decenas al intentar atravesar la frontera en búsqueda de trabajo.

Los Zetas, el grupo armado del Cartel del Golfo, también trafica a hondureños, salvadoreños, guatemaltecos, dominicanos, haitianos y hasta a asiáticos.