Tatiana
Bichkova
de
Handal
con el
libro. (Foto:
Aurelia
Ventura/La
Opinion)
Memorias de Tania
Handal
La viuda de un
revolucionario salvadoreño
presenta un libro donde recrea la figura del esposo
Róger Lindo |
2009-08-23
|La
Opinión
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Tania Handal autora del libro Memorias sin peinar. (FOTO:
Aurelia Ventura/La Opinión) |
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"Como echar mis besos del alma", responde cuando se le pide que explique
la intención de su obra.
Los recuerdos no vienen arreglados, surgen como vienen, dice al
preguntársele por el proceso de escritura de esas memorias, que son al
mismo tiempo las suyas.
"No se conoce casi nada de su vida privada ni de cómo era en realidad",
continúa. "Su imagen estaba tergiversada por la prensa de derecha, que
hizo todo lo posible para presentarlo como un hombre iracundo".
Este libro, entonces, según la autora, es un esfuerzo por hacerle
justicia y rescatar la imagen del novio, esposo, padre de familia y, por
supuesto, el luchador, enfatiza, pues no es posible separar lo uno de lo
otro.
Tania Bichkova es una mujer menuda, de ojos claros y mente despabilada.
En su español sobrevive algo del acento ruso, pero sus giros y su manera
de hablar son salvadoreños.
Ella y Shafick se conocieron en Moscú en 1977, en un evento para
conmemorar el 60 aniversario de la Revolución de Octubre. Aceptar a
Shafik, explicó, era optar por una vida plagada de separaciones y
agonías.
"Era difícil naturalmente, pero si yo no aceptaba la vida así como era
no hubiéramos tenido ni nuestro matrimonio, ni familia, ni nada".
Handal falleció el 24 de enero de 2006 a su regreso de un viaje a La
Paz. Su viuda se quedó a vivir en San Salvador, en la misma casa que
compartieron después de la firma de los acuerdos de paz de enero de
1992, con los que se puso fin a la guerra civil de 10 años en ese país.
Handal fue miembro de la Comandancia General del FMLN, y al terminar la
guerra, después que el frente guerrillero se transformó en partido
político, figuró como candidato a la presidencia.
"El se dio cuenta que yo no puedo ser una de estas mujeres que no hacen
nada, que sólo están matando el tiempo. Por eso él me abrió el espacio a
su lado, me incorporó a su quehacer y le funcionó bien", dijo.
Ambos, añadió, tuvieron el mismo objetivo en la vida, y se combinaron
perfectamente.
Entre otras cosas, la autora registra en su libro los orígenes de la
familia de Handal. Su padre, de origen palestino, llegó a El Salvador
cuando tenía 13 años, y sin un centavo. Esta, dice, es otra historia.
Cuando el inmigrante logró estabilizarse regresó por su madre a
Palestina para llevarla consigo a El Salvador.
Xenía, la hija de 27 años de Tania Bichkova y Shafick, radica en Moscú.
Cada vez que llega a visitarla no puede faltar un paquete de tortillas
para ella, que también ha vivido en El Salvador.
El libro fue presentado originalmente en El Salvador.
Se le pregunta cuál ha sido la reacción en ese país después de la
presentación del libro.
"El mejor elogio me lo hizo una persona desconocida que llegó a la
segunda presentación. ‘Yo volví a enamorarme de mi esposa después de
leer su libro’, me dijo’’.