08/10/09 - El Pais (Madrid).

Over 24,000 Cubans have already turned to the 'law of grandchildren'
MAURICIO VICENT  Havana - 08/10/2009

A CubaNews translation. Edited by Walter Lippmann.

Hundreds of Cubans line up in front of the Spanish consulate in Havana last December 29th.- EFE

While in Argentina the avalanche of applications for Spanish citizenship remains unattended six months after the Historical Memory Law came into force, the so-called ""aw of grandchildren" is still sweeping across Cuba. Between December 29 and July 15, Spain’s consulate in Havana registered 24.435 files of Cubans who are grandchildren of Spaniards and thus entitled to acquire Spanish citizenship, and about 8,000 of them have been already approved.

With a population of 11 million, Cuba is clearly breaking records. A Spanish passport will allow Cubans to travel abroad and, accordingly, a chance to make progress or start a new life. Since March, the consulate has received 325 applicants a day, a figure expected to reach 425 come October.

To date, over 165,000 Cubans have made appointments to submit documents.

When it first took effect, the Historical Memory Law was expected to draw around 250,000 Cubans wishing to either become Spanish citizens or recover such status taking advantage of the law’s one-year extension clause. However, all indications are that it was an overbid, even if it beats Argentina, a South American country of 40 million citizens where after six and a half months only 10,000 have applied for Spanish nationality, despite estimates that placed that number between 400,000 and 600,000.

In Havana, only 30% of the names have made it to the no-show list, without counting those whose files have been shelved while awaiting a required document. "All in all, the number of cases entering the system on a daily basis goes down to 50%, a rate pointing to some 100,000 applications processed within the stipulated two-year period", a consular source assures.

Another 50,000 files could be taken in thanks to the one-year extension afforded by the law, which means a total of 150,000 new Spaniards. It all depends on how long it will take for the Cuban registry to deliver applicants the documents they need.

Everything has been going at a snail’s pace so far, mainly in the Immigration offices where key paper must be issued: a certificate stating that its holder has always been registered as a Spaniard or that his or her grandparent never became a Cuban citizen, among other evidential and no less essential documents needing as an average more than five months to be delivered.

It’s no secret that the Cuban authorities frown on the ‘law of grandchildren’. In fact, no member of the Communist Party is among the applicants. Besides, the Cuban Government made it plain to Spain that it was not happy at all with the way the Cuban registries were snowed under with paperwork.

As things got worse, Spanish Foreign Ministry’s Secretary-General of Consular and Migratory Affairs Javier Elorza flew to the island in April to try and find a solution to this problem.

Eventually, the Spanish authorities agreed to be more flexible about the mandatory documents they request and the deadlines for submission. For instance, now they accept a summary of a birth certificate and demand proof of singlehood only in exceptional cases.

As elsewhere in Latin America, only 2% of claimants are grandchildren of political exiles. The vast majority are people seeking to benefit from the possibilities that the new law offers the grandchildren of immigrants who were still Spanish nationals by the time they had children in foreign countries.

Unlike in Argentina, Cuba’s economic and political situation and the obstacles that prevent its citizens from traveling to foreign countries are likely to keep the Historical Memory Law running at full tilt.


http://www.elpais.com/articulo/espana/ley/nietos/registra/24000/
peticiones/Cuba/elpepiesp/20090810elpepinac_11/Tes

   
   



La 'ley de nietos' registra ya 24.000 peticiones en Cuba

150.000 cubanos pueden acceder a la nacionalidad española en dos años y a un pasaporte que les permita viajar

MAURICIO VICENT - La Habana - 10/08/2009

Cientos de cubanos hacen cola frente al Consulado de España en La Habana el pasado 29 de diciembre.- EFE

A diferencia de países como Argentina, donde al entrar en vigor la Ley de Memoria Histórica se anunció una avalancha de solicitudes para acceder a la nacionalidad que seis meses después no se ha cumplido, en Cuba la llamada ley de nietos sigue arrasando.

A diferencia de países como Argentina, donde al entrar en vigor la Ley de Memoria Histórica se anunció una avalancha de solicitudes para acceder a la nacionalidad que seis meses después no se ha cumplido, en Cuba la llamada ley de nietos sigue arrasando. Desde el 29 de diciembre hasta el pasado 15 de julio, el Consulado español en La Habana ha recibido 24.435 expedientes de cubanos con un abuelo español y derecho a la ciudadanía. Alrededor de 8.000 casos ya han sido aprobados.

Cuba, con 11 millones de habitantes, bate récords por razones obvias. Disponer de un pasaporte español en la isla representa la posibilidad de viajar, y viajar, la posibilidad de progresar o de empezar una nueva vida. Desde marzo, el consulado tiene previstos 325 turnos diarios para los solicitantes, que se elevarán a 425 a partir de octubre.

Hasta la fecha, las citas concertadas por cubanos para entregar la documentación se elevan a más de 165.000.

En un principio se estimó que con la entrada en vigor la Ley de Memoria Histórica unos 250.000 cubanos podrían optar a la nacionalidad española o recuperarla, contando con la prórroga de un año de la ley.

Los hechos parecen demostrar que esta cifra será inferior, pero muy por encima de la de Argentina. En el país sudamericano, con una población de 40 millones de habitantes, se calculaba que entre 400.000 y 600.000 personas podrían reclamar la nacionalidad. Solamente 10.000 lo han hecho en seis meses y medio.

En La Habana, la tasa de incomparecencias a las citas es del 30 %, a lo que hay que sumar los expedientes aparcados por falta de algún documento sustancial. "En total, esto reduce un 50% el número de expedientes que entran en el sistema diariamente; de seguir así, en los dos años de plazo establecido podrían tramitarse unos 100.000 casos", asegura una fuente consular.

Con la prórroga de un año que contempla la ley podrían tramitarse otros 50.000 expedientes, lo que arrojaría un total de 150.000 nuevos españoles. Todo dependerá de la rapidez con que los registros cubanos entreguen a los solicitantes los documentos requeridos.

El ritmo hasta ahora es muy lento, sobre todo en las oficinas de Inmigración, que han de aportar un documento básico: la certificación que hace constar que la persona siempre estuvo inscrita en los registros como española, o la que demuestra que el abuelo del solicitante nunca se hizo cubano, acompañada de otras pruebas. Dicho documento es imprescindible y el promedio de tiempo para obtenerlo puede superar los cinco meses.

No es un secreto que las autoridades cubanas ven con recelo la llamada ley de nietos. De hecho, no hay militantes comunistas entre los candidatos a adquirir la ciudadanía española. El Gobierno de La Habana, además, hizo saber a España su malestar porque la demanda de documentos ha sobrecargado los registros cubanos.

El problema se agravó en abril, y para solucionarlo ese mes viajó a la isla Javier Elorza, secretario general de Asuntos Consulares y Migratorios. Finalmente, las autoridades españolas aceptaron ser flexibles con los documentos a exigir -por ejemplo, se acepta el certificado de nacimiento en extracto y sólo se pide el certificado de soltería en casos excepcionales- y condescendientes con los plazos.

Como en otros países latinoamericanos, en Cuba sólo el 2% de los reclamantes son nietos de exiliados políticos. La inmensa mayoría son personas que se benefician de la posibilidad que ofrece la nueva ley a nietos de emigrantes que no perdieron la nacionalidad antes de nacer sus hijos fuera de España.

A diferencia de Argentina, en el caso cubano, dada la situación económica y política y las considerables dificultades que la gente encuentra para viajar, todo parece indicar que la Ley de Memoria Histórica será apurada al máximo.



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