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miércoles 29 de julio de 2009
En la imagen: La mención otorgada a Yoani Sánchez, la noticia principal
de la página web de Radio TV Martí
Por M. H. Lagarde
Para quiénes se preguntan quién y cómo se paga la labor mercenaria que
realiza la bloguera cubana Yoani Sánchez, la mención del María Moors
Cabot que le acaba de otorgar la universidad norteamericana de Columbia
puede ser la mejor respuesta.Basta reseñar el curriculum de los
premiados por Columbia para que salte a la vista rápidamente cuál es -en
el caso de la mercenaria-, el verdadero fin de este tipo de trofeos.
Entre los ganadores de la medalla de oro del Cabot de este año se
encuentra el columnista brasileño Merval Pereira, sobre quien, según un
reporte de EFE, la universidad ha señalado que durante "más de cuatro
décadas ha destacado como periodista de investigación, director de
agencia regional, editor, director editorial, columnista, enviado
especial, y comentarista de radio y televisión".
Miembro de la generación de periodistas brasileños que iniciaron sus
carreras en la adversidad de una dictadura militar, Pereira "valientemente
resistió la censura cuando era solo un periodista joven. Sus artículos
sobre las divisiones entre los generales gobernantes ayudaron a acelerar
el retorno de la democracia al país", dijo la institución.“También
destacan que como editor ejecutivo de O Globo, ha modernizado con
eficacia un diario muy influyente" y ha elevado sus estándares
periodísticos”.
"Como columnista, ha escrito varios análisis elegantes, altamente
equilibrados, documentados, y sagaces sobre las dificultades políticas y
económicas domésticas e internacionales que enfrenta Brasil".
Otro de los premiados es el periodista Anthony DePalma, escritor
residente en la Seton Hall University, quien ha sido reportero del New
York Times por más de 20 años y es autor de los libros El The Man Who
Invented Fidel (April 2006) y Here: A Biography of the New American
Continent (2001).
Igualmente mereció el galardón Christopher Hawley, Corresponsal para
Latinoamerica de los diarios USA Today and the Arizona Republic, quien
desde México, ha reportado sobre la región durante más de una década.
La mercenaria, en cambio, según la universidad que la premia, solo
cuenta a su favor con ser “una ciudadana cubana que aprovecha internet
con un poder extraordinario. En apenas dos años, su blog semanal ha
conectado Cuba, digitalmente, con el resto del mundo". También señala
que "Generación Y no reitera la batalla de palabras que Cuba y Estados
Unidos han fomentado hasta la saciedad por cinco décadas. En cambio, es
una mezcla de observaciones personales y un riguroso análisis que pone
de manifiesto la vida diaria de los cubanos, llena de frustraciones y
esperanzas".
Sin dudas, en el mejor de los casos, al jurado del María Moors Cabot que
se le ocurrió “mencionar” a la mercenaria, no tiene mucha información
sobre el tema. En el peor, y el más probable, se trata seguir inflando
el globo soltado al éter mediático por el grupo Prisa con la anuencia
del terrorista y agente de la CIA, Carlos Alberto Montaner.
En primer lugar, el blog de marras no se hace en Cuba, sino en Alemania.
¿Por fin qué, cabría preguntarse, los cubanos tienen o no acceso a
Internet?
En segundo lugar, la mercenaria no hace nada extraordinario, cumple
simplemente con el trabajo por el cual le pagan con premios similares al
que nos ocupa. Nada de extraordinario tiene denigrar a la revolución
cubana y alentar a la subversión interna. Es algo que hace, desde 1980,
la emisora del gobierno norteamericano Radio TV Martí, y desde hace algo
más de una década varias páginas web subvencionadas por la NED –léase
CIA- como parte de la guerra mediática de Estados Unidos contra Cuba.
Decir que en sus post hay “rigurosos análisis” es el colmo de la
desfachatez. Un inventario de las escaseces que padece el pueblo cubano
debido al bloqueo y a la guerra contra Cuba impuesta por Estados Unidos
no son más que una verdad elemental que cada cubano sufre y padece cada
día y que no le hace falta que ninguna mercenaria se la cuente nada
menos que por Internet, vía que, según no se cansan de pregonar los
medios que aúpan a la bloguera contrarrevolucionaria, no tienen acceso
los cubanos. ¿O por fin qué?
Tampoco la bloguera está al margen de “la batalla” entre Cuba y Estados
Unidos. No puede estarlo quien usa sus “observaciones personales” como
pretextos para deslizar
mensajes cuyo fin real no es otro que el de incitar a la
violencia entre cubanos .
Nada de extraordinario tiene tampoco este ni otros premios. No es
Yoani el primer contrarrevolucionario al que los servicios de
Inteligencia de Estados Unidos han tratado de prestigiar
internacionalmente – en Cuba nadie se traga el cuento- como “líderes de
opinión” de una oposición que solo es posible en su condición mercenaria.
Primero fue Oswaldo Paya, luego las llamadas Damas de Blanco y
Jorge Luis García Pérez (Antunez).
Ni estos, ni Yoani, aunque le den tres premios Nobel –el de física y
medicina incluidos-, acaban por convencer a nadie.
Extraordinario si es, en cambio, que el premio no provenga en esta
ocasión de un grupo empresarial o ONG europea, y sí de una Universidad
Norteamericana. Por lo visto, los fabricantes del “personaje”, han
renunciado a las escaramuzas geográficas y han optado por utilizar la
vía directa para mantener y proteger a su empleada.
Por lo menos, así lo entiende también la “sagaz” periodista Yoani
Sánchez. Según ha declarado, este último premio “es "combustible" y "protección"
para "correr hacia adelante" con su popular 'Generación Y' y otros
proyectos”.
Publicado por
M. H. Lagarde
en
16:33
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