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Descubriendo trucos

En Ciudad de La Habana disminuye la tendencia a realizar fraude eléctrico, a partir de la aplicación de medidas severas a los infractores y con la instalación de metros contadores electrónicos. La Empresa Eléctrica capitalina ha cobrado 14,8 millones de pesos que antes se le escapaban

Joel Mayor Lorán
Joel@granma.cip.cu

Su olfato no lo engaña. En esa vivienda están cometiendo fraude eléctrico. Los infractores subestiman los años de experiencia de Rafael Márquez: lo niegan, hasta le agreden verbalmente. Y el veterano inspector se los demuestra; el metro contador no miente.

Fotos: Yordanka AlmaguerEl metro me avisa del engaño, asegura el inspector Rafael Márquez, y debo proceder. Pero la tendencia a cometer fraude disminuye, debido a la aplicación de multas y otras medidas severas, y a la instalación de metros contadores modernos.

De acuerdo con Santiago Michelena, jefe de inspectores en la Empresa Eléctrica capitalina, la tendencia a realizar fraude disminuye en la actualidad, debido a la aplicación de medidas severas a los comisores de este delito y a la instalación de metros contadores modernos.

Pese a esto, hallamos nuevos casos, porque incrementamos el número de inspecciones, explica. De enero a mayo detectamos 2 776.

LAS MULTAS DISUADEN

Michelena asegura que el decreto ley 260 —emitido por el Consejo de Ministros— prevé multas de 500 pesos, el retiro del servicio eléctrico por 72 horas y el cobro de la energía sustraída por 12 meses con carácter retroactivo. Si el infractor reincide, la multa asciende a mil pesos; el retiro del servicio aumenta a 15 días y se aplica también el cobro de la energía sustraída por 12 meses.

La experiencia no falla: en esta vivienda consumieron una cantidad de energía considerable, e intentaron dejar de pagarla con diferentes manipulaciones tecnológicas.

En caso de sorprenderle por tercera ocasión, la Empresa tiene la prerrogativa de suspenderle el servicio por seis meses o definitivamente.

Rafael Márquez, o Felo, como todos le conocen, descubrió varios fraudes en sus recorridos del mes de junio: por derivación de acometida y por manipulaciones de metro contador. "Nunca lo aceptan. Hasta te ofenden. Este trabajo es difícil; hay que tener tremenda ecuanimidad. El metro me avisa del engaño, y yo debo proceder.

"¿Reincidentes? No. Sustituimos el equipo de medición y, después de un tiempo, vuelvo a chequear otra vez. Las multas enseñan. Entretanto, voy hacia donde me lleva la experiencia, casi siempre hasta hogares con un nivel de vida muy alto y con equipos de aire acondicionado."

Solo por la detección de fraudes, entre febrero del 2008 y abril del 2009 se recuperaron más de 20 GW h.

Desde este mes, saldrán a diario en busca de fraude. En verano, crece el consumo y muchos pretenden evadir el pago sustrayendo energía, advierte Michelena.

Mas, la tarea de los inspectores no consiste únicamente en detectar fraudes, sino atender a los clientes: responder a sus quejas. Acuden cuando el lector de metros contadores verifica que alguno de estos ya no posee las condiciones técnicas requeridas, y lo cambian; igualmente, ante una casa cerrada o un índice de cero consumo, investigan si la familia se ha ausentado o el metro está defectuoso.

Trabajan en parejas. Así el metro esté en el interior o permanezca fuera de la vivienda, llaman al cliente, se identifican y proceden a analizar el equipo, la cablería, todo el sistema eléctrico externo. De percibir cualquier alteración, no solo le alertan sobre las consecuencias y aplican la multa, sino que le citan para la sucursal con tal de informarle sobre el decreto ley 260.

se RECUPERAN MILLONES

Según Rolando Hernández, especialista principal del área comercial de la Empresa Eléctrica capitalina, la detección de fraude, sustitución de los metros de inducción por otros más modernos (electrónicos) y la rehabilitación de redes, propician mitigar considerablemente las pérdidas técnicas y comerciales.

Las pérdidas técnicas ocurren por calentamiento en los conductores. Al rehabilitar las redes, queda solucionado el problema y, además, disminuye el consumo de combustible en la generación.

Mientras, las comerciales apuntan a la energía consumida —por la población—que no se reporta como pagada. Para reducirlas existen dos vías: el cambio del metro y descubrir a quienes cometen fraude, afirma.

Los metros contadores electrónicos no permiten trucos. Hemos instalado unos 400 000, más de la mitad del total, sostiene Hernández.

Hallar fraudes no influye directamente en la generación; apenas revela el consumo que no había sido declarado por el cliente, para poder cobrarlo. Sin embargo, indirectamente sí obliga a gastar menos energía, pues la cantidad escondida por el infractor implica un desembolso más difícil de afrontar.

De hecho, entre febrero del 2008 y abril del 2009, solo por este concepto, se recuperaron más de 20 GW h. Esa energía había sido consumida en diversos hogares, pero intentaron dejar de pagarla con diferentes manipulaciones tecnológicas. Al descubrirles en semejantes artimañas, la Empresa Eléctrica capitalina pudo cobrar 14,8 millones de pesos que antes se le escapaban.

Esa es parte de la labor de Felo y de otros tantos como él, especialistas en descubrir los trucos de quienes creen más fácil esconder su derroche que evitarlo