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Hamid Sharabi. |
Con el
ingeniero iraní Hamid Sharabi, JR tuvo
oportunidad de conversar en La Habana unos cuatro años atrás,
cuando era presidente de la Asociación de Amistad Irán-Cuba. Su
país, en este momento, es escenario de tensiones por las
protestas de la oposición —perdedora en los comicios
presidenciales del 12 de junio— en torno a un presunto fraude. Y
claro, siempre alguna que otra manito externa arrima trozos de
carbón a la hoguera, buscando darle fuerza al incendio...
Desde Teherán, por vía del correo electrónico, Sharabi expresa
su disposición a informarnos de los acontecimientos. En tal
sentido, explica:
—El 85 por ciento de los votantes participó en esta décima
elección presidencial. Esa asistencia masiva, sin precedentes,
mostró por sí misma la capacidad de la República Islámica de
Irán de involucrar a la absoluta mayoría de nuestro pueblo en
una elección presidencial. Ello, por supuesto, no cuaja con el
gusto y el deseo de países imperialistas liderados por Estados
Unidos que, con el uso de sus poderosos medios de comunicación,
han estado acusando a nuestro país de «no respetar la
democracia», de «falta de derechos humanos» y de otros cargos
infundados.
«Es así que montaron esta escena antiiraní, esta vez con falsas
acusaciones de “fraude electoral”. El plan imperialista era
básicamente implementar la estrategia que ya habían aplicado en
varias “revoluciones de terciopelo”, en países como Ucrania y
Georgia.
«Cuando se enteraron de que no tendría objetivo incitar a las
masas a boicotear la celebración de las elecciones, entonces
concentraron su campaña en apoyar a los autodenominados
candidatos “reformistas” contra el actual presidente Mahmud
Ahmadinejad. Esta campaña fue lanzada a pesar del hecho de que
incluso los sondeos efectuados por ellos mismos antes de las
elecciones, mostraban una balanza de votos de dos a uno a favor
de Ahmadinejad.
«Los imperialistas odian a este presidente, y tienen buenas
razones para ello. Él ha llevado adelante el derecho de nuestra
nación a desarrollar la energía nuclear pacífica, una de las
elementales prerrogativas de nuestro pueblo a la soberanía y la
independencia nacional. Además, no les gusta la tendencia de
Ahmadinejad a favorecer a las capas más humildes de la
población. Él ha tomado medidas tales como incrementar la
seguridad social para los más pobres, lo que ha resultado en su
popularidad entre ellos. Y no les agrada porque ha respaldado
vigorosamente la lucha del pueblo palestino contra el Estado
sionista de Israel, y porque ha reforzado los lazos con Cuba,
Venezuela, Bolivia y otros países latinoamericanos, que unen sus
fuerzas y resisten las políticas agresivas y la hegemonía del
imperialismo.
«La composición de clases en la reciente elección fue así:
mientras los grandes capitalistas y terratenientes, junto con la
clase media alta, apoyaron a candidatos “reformistas”, la gran
mayoría del campesinado y la clase trabajadora, y los de clase
media baja, respaldaron a Ah-madinejad. Los capitalistas
gastaron millones de dólares en apoyar a los “reformistas”. Esa
ayuda financiera fue a su vez conjugada con la máquina
propagandística imperialista, específicamente con la BBC y la
VOA (Voz de los Estados Unidos de América).
«Justo después de que se anunciaran los resultados de las
elecciones y ellos supieran que eran los perdedores, lanzaron la
segunda fase de su plan: fomentar la división entre 40 millones
de iraníes que votaron por candidatos diferentes. Se habían
preparado para esto, y habían anunciado que si el candidato
Hossein Musavi no era el ganador, ¡entonces habría “evidencia”
de fraude! Por desgracia, los llamados de Musavi y otros
candidatos de oposición a ir a las calles, sirven a los esquemas
del imperialismo para dividir al pueblo y desestabilizar el
país.
«El escenario descrito dio aire a las fuerzas
contrarrevolucionarias. Ellas sacaron provecho de las protestas
callejeras para organizar disturbios y choques con las fuerzas
de seguridad. Estos desórdenes provocados derivaron en la
desafortunada pérdida de vidas de varios de nuestros hermanos y
hermanas.
«En este momento, desde el domingo, las cosas se están calmando.
No hay grandes disturbios. Parece que las fuerzas
contrarrevolucionarias e imperialistas han captado el mensaje:
la Revolución iraní puede defenderse a sí misma».
http://www.juventudrebelde.cu/internacionales/2009-06-24/la-revolucion-irani-puede-defenderse/