Un revelador trabajo plantea varias interrogantes que los medios
hegemónicos de comunicación han obviado, en su afán por generar
terror entre la población. ¿A quién beneficia esta epidemia?
¿Qué otras noticias está sepultando? ¿Para qué se está
utilizando la emergencia en México?
El
Tamiflu fue desarrollado por la empresa estadounidense Gilead
Sciences, que fue presidida entre 1997 y el 2001 por Donald
Rumsfeld, quien continúa siendo accionista de la compañía.
El reporte de Fernando Velázquez menciona un artículo de la
investigadora Lori Price en el sitio web Globalresearch.ca ,
titulado La gripe acaba con los memos de la tortura, en el que
esta señala que la influenza porcina, fabricada probablemente en
laboratorios militares de Estados Unidos, ha acabado con la
noticia de los memos sobre la tortura ordenada por la Agencia
Central de Inteligencia (CIA) contra prisioneros en (N.R: la
ilegal base de) Guantánamo, Abu Ghraib, y cárceles secretas.
El artículo mencionado señala que un investigador de biodefensa
indonesio declaró el año pasado que Estados Unidos ya podía
fabricar armas biológicas en el laboratorio de Los Álamos,
usando muestras de la gripe aviar enviadas por Indonesia a la
Organización Mundial de la Salud. Detalles sobre el tema
aparecen en el libro Es tiempo de que cambie el mundo: manos
divinas detrás de la gripe aviar, escrito por el ministro de
Salud indonesio.
Lori Price subraya que la actual histeria provocada por el virus
porcino podría dar grandes ganancias a Donald Rumsfeld. El ex
secretario de Defensa de Bush es directivo desde hace 20 años
del laboratorio Gilead Sciences, Inc. la firma con sede en
California que fabrica y tiene los derechos de Tamiflu, el
supuesto remedio contra la influenza que aterroriza al mundo.
Fernando Velázquez también entrevistó para su reporte al
periodista Ralph Schoenman, productor del programa radial Taking
Aim (Apuntando) que se transmite en la emisora WBAI de Nueva
York. Schoenman afirma que los laboratorios militarizados a lo
largo de EE.UU. han estado perfeccionando armas biológicas con
los virus porcino, aviar, el asiático y otras enfermedades para
las que no hay respuesta inmunológica.
"En laboratorios de nivel cuatro y cinco en todo el país las
enfermedades más virulentas han sido alteradas de tal forma que
no hay defensa contra ellas, y han sido arrojadas en varias
partes del mundo. Se han dispersado en África, y han sido
monitoreadas por militares estadounidenses", afirma Schoenman.
Velázquez también menciona en su reporte el libro Clouds of
Secrecy (Nubes de secretos), del profesor de políticas de
Salud Pública Leonard Cole, quien documenta que por 40 años el
Pentágono ha estado esparciendo billones de bacilos I en el
metro de Nueva York, en las escuelas públicas de Minneapolis y
Saint Louis y, en particular, en la bahía de San Francisco. En
esa ciudad, los efectos fueron un incremento en un 10% de
meningitis de la espina dorsal. El número de personas impactadas
por el bacilo I asciende a 10 millones.
Velázquez recuerda el libro Matando la esperanza, donde
William Bloom describe que en 1971 la central de inteligencia
proveyó a exiliados cubanos con un virus que causa fiebre
porcina africana. Seis semanas después, un brote de la
enfermedad obligó al Gobierno cubano a sacrificar a medio millón
de puercos. Diez años después la población fue atacada por una
epidemia de dengue transmitida por mosquitos, que se extendió
por la Isla enfermando a más de 300 000 personas y matando a 158
(de los que más de un centenar eran niños menores de 15 años).
Reporta también Fernando Velázquez que documentos
desclasificados en 1956 y 1958 revelan que el ejército
estadounidense crió grandes cantidades de mosquitos en Florida y
en Georgia para ver si los insectos podían ser usados como armas
diseminando enfermedades, y que en 1969 más de 500 estudiantes
de 36 países se graduaron en cursos sobre guerra epidemiológica
en la escuela de química del ejército en Fort McClellan, en
Alabama.
TRES MILLONES DE DOSIS
El tema de las patentes farmacéuticas ha causado que Roche y
Gilead obtengan ganancias multimillonarias. Mientras que los
gobiernos no quieren echar para atrás su legislación sobre
patentes farmacéuticas, el Instituto de Patología de la Fuerza
Armada de EE.UU. obtuvo el genoma completo del virus de la gripe
española, que usa la misma cepa que la gripe aviar y la gripe
porcina. ¿Fueron ellos los causantes? No lo sabemos.
Suiza. El grupo farmacéutico suizo Roche dice estar "listo" para
enviar al mundo 3 millones de dosis de su medicamento antiviral
Tamiflu (Oseltamivir), que la Organización Mundial de la Salud
(OMS) recomienda contra el virus de la gripe porcina. Roche, con
sede en Basilea, había donado en el 2006 esas dosis a la OMS
para enfrentar una amenaza de pandemia de gripe aviaria, y las
mantiene a disposición de la organización, almacenadas en Suiza
y Estados Unidos. Aseguran que la OMS confirmó que el
medicamento, recomendado contra la gripe aviaria, también es
eficaz contra el nuevo virus de influenza porcina, de tipo A
H1N1.
Para el incauto, el gesto de Roche pareciera ser muy
benevolente. Pero es necesario recordar que el medicamento fue
desarrollado por la empresa estadounidense Gilead Sciences, que
fue presidida entre 1997 y el 2001 por Donald Rumsfeld, quien
luego fuera ministro de Defensa del presidente George W. Bush.
Rumsfeld continúa siendo accionista de Gilead, y cuando se
inició la pandemia de gripe aviar, que causó un aumento del
precio de las acciones de Gilead, circularon artículos de prensa
asegurando que Rumsfeld se estaba beneficiando económicamente de
esa pandemia.
Ahora, en el 2009, Roche y Gilead nuevamente se preparan a
vender millones de dosis de Tamiflu, que, supuestamente, puede
curar la influenza A aún cuando el Gobierno mexicano informó
recientemente que ninguna vacuna es eficaz.
HALLAZGOS EN LAS FUERZAS ARMADAS DE EE.UU.
La cepa H1N1 de gripe porcina que afecta a la población
actualmente es un subtipo del Influenzavirus tipo A del virus de
la gripe, de la familia de los Orthomyxoviridae. El H1N1 ha
mutado en diversos subtipos que incluyen la gripe española, la
gripe porcina y la gripe aviar. Mantiene su circulación después
de haber sido reintroducida en la población humana en los años
setenta del siglo XX.
En 2004 y 2005 hubo mucha controversia en Estados Unidos por un
estudio publicado en la revista Science y otras revistas
científicas estadounidenses, donde un grupo de científicos,
todos del Departamento de Patología Molecular del Instituto de
Patología de la Fuerza Armada estadounidense, examinaron y
obtuvieron el genoma completo del virus de la gripe española.
Entre los científicos estaban Jeffery K. Taubenberger, Ann H.
Reid, Raina M. Lourens, Ruixue Wang, Guozhong Jin y Thomas G.
Fanning.
Esto generó mucha controversia, dado que el genoma podría ser
usado con facilidad, haciendo unas pocas modificaciones, para
construir armas biológicas basadas en nuevas variaciones del
virus. Taubenberger también comparó cepas H1N1 de la gripe
tradicional, con el virus de 1918, descubriéndose que únicamente
ha habido alteraciones en 25 o 30 aminoácidos de los 4 400 que
componen el virus, lo que demuestra que pocos cambios en el
virus H1N1 de la gripe tradicional pueden convertirlo en un
virus mortal.
¿Está el gobierno o la milicia estadounidense detrás del nuevo
brote de gripe porcina? No lo sabemos aún con certeza. Pero,
¿hasta qué punto esperarán los gobiernos para considerar
seriamente la eliminación de las patentes farmacéuticas, y otras
formas de privatización del conocimiento? Tampoco lo sabemos.
(Tomado de Red Voltaire)
http://www.granma.cubaweb.cu/2009/05/08/interna/artic01.html