POLÍTICA

Hernández habría grabado conversaciones a altos cargos acerca de un posible cambio en el régimen castrista
 
 
Investigan por espionaje al delegado comercial del Gobierno vasco en Cuba
Hernández, de pie, reunido con Ibarretxe e Inclán, entre otros, en 2002. / TELEPRESS
 
Conrado Hernández, el enlace comercial del Gobierno vasco en Cuba que lleva detenido casi dos meses en la isla por motivos que oficialmente se desconocen, podría ser un espía. Al parecer, el arresto del delegado de la Sociedad para la Promoción y Reconversión Industrial (SPRI) estaría relacionado presuntamente con la grabación clandestina de conversaciones a altos cargos del Ejecutivo cubano, entre ellos a los ya destituidos Carlos Lage, ex vicepresidente y amigo suyo desde la infancia; y Felipe Pérez Roque, ex ministro de Exteriores. Según esta tesis, Hernández, que habría realizado las grabaciones en su rancho de Matanzas entre partidas de dominó y 'buchitos' de ron, se ocuparía luego de facilitar la información a miembros de la inteligencia española, con la intención de demostrar posibles cambios dentro del régimen tras la retirada de Fidel Castro del poder por enfermedad.
 
La vinculación entre el arresto del delegado de la SPRI en La Habana y el espionaje, publicada el lunes por el periódico New York Times, se suma a otras hipótesis barajadas hasta ahora sobre el apresamiento de Conrado Hernández. En círculos empresariales y diplomáticos, se especuló incluso con la posibilidad de que estuviera involucrado en el cobro de comisiones ilegales por su estrecha relación con Lage, acusado veladamente por el régimen castrista de corrupción cuando fue fulminantemente cesado.
 
El Gobierno vasco negó ayer cualquier relación entre el trabajo que desempeñaba Hernández para su oficina comercial y la investigación abierta por las autoridades cubanas. «Ese proceso no tiene nada que ver con las actividades que haya realizado como delegado de la SPRI», aseguró la portavoz en funciones del Gabinete de Juan José Ibarretxe, Miren Azkarate, quien no aclaró si conoce los cargos que podrían pesar sobre su empleado.
 
Conrado Hernández, de unos 60 años, nacionalidad cubana, casado y con varios hijos, es el representante de la SPRI en Cuba desde la creación de la sede, en 1998. Desde ella ejerce de intermediario entre el Gobierno cubano y las empresas vascas con intereses comerciales en la isla, donde hay instaladas unas 40 firmas procedentes de Euskadi. Hernández, que tiene una hija que estudia con beca en España, fue detenido el pasado 14 de febrero en el aeropuerto de La Habana cuando se disponía a viajar con su mujer a Bilbao para asistir a una reunión de trabajo.
 
Pocos días antes, Carlos Lage y Pérez Roque quedaron fuera del Gabinete en una destitución fulminante que Fidel Castro atribuyó a que se dejaron tentar por «la miel del poder». «El enemigo externo se llenó de ilusiones con ellos», ha señalado el histórico líder comunista. Ambos altos cargos están en libertad tras admitir sus «errores».
 
Bromas sobre Fidel
 
Con estas declaraciones, cobra fuerza la tesis del espionaje para explicar la investigación abierta a Conrado Hernández. Al parecer, las conversaciones que habría grabado a Lage y Pérez Roque podrían contener duras críticas al régimen e, incluso, bromas sobre Fidel Castro acerca de su edad y enfermedad, y sobre su hermano Raúl, presidente del país, de quien dudaban de sus capacidades al frente del Gobierno. Además, los dos altos mandatarios se presentarían como cabezas visibles de un supuesto cambio político que decían tener controlado.
 
Un portavoz de Asuntos Exteriores en Madrid explicó ayer a este periódico que el Ministerio desconoce esta hipótesis y recordó que la nacionalidad cubana de Hernández limita la tareas de afrontar eventuales pesquisas diplomáticas. Desde la detención, la consejería de Industria del Ejecutivo autónomo, de la que depende la SPRI, no tiene noticias sobre su delegado. Una comitiva encabezada por el viceconsejero del área, José Ignacio Zudaire, se entrevistó este lunes en La Habana con las autoridades cubanas para interesarse por la situación de Hernández y el futuro de la oficina de relaciones comerciales.
 
Miren Azkarate dio ayer cuenta de esas reuniones. Aunque no aclaró la situación del delegado, la portavoz del Gobierno vasco en funciones mostró la disposición del Ejecutivo cubano a «seguir colaborando» en materia empresarial y anunció la intención de la Consejería de Industria de mantener la delegación de la SPRI y nombrar «en breve plazo» al sustituto de Hernández.
 

http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/20090408/politica/investigan-espionaje-delegado-comercial-20090408.html