POLÍTICA
Hernández
habría grabado
conversaciones a altos cargos acerca de
un posible cambio en el régimen castrista
Conrado Hernández,
el enlace comercial del Gobierno vasco en Cuba
que lleva detenido casi dos meses en la isla por
motivos que oficialmente se desconocen, podría
ser un espía. Al parecer, el arresto del
delegado de la Sociedad para la Promoción y
Reconversión Industrial (SPRI) estaría
relacionado presuntamente con la grabación
clandestina de conversaciones a altos cargos del
Ejecutivo cubano, entre ellos a los ya
destituidos Carlos Lage, ex vicepresidente y
amigo suyo desde la infancia; y Felipe Pérez
Roque, ex ministro de Exteriores. Según esta
tesis, Hernández, que habría realizado las
grabaciones en su rancho de Matanzas entre
partidas de dominó y 'buchitos' de ron, se
ocuparía luego de facilitar la información a
miembros de la inteligencia española, con la
intención de demostrar posibles cambios dentro
del régimen tras la retirada de Fidel Castro del
poder por enfermedad.
La vinculación entre
el arresto del delegado de la SPRI en La Habana
y el espionaje, publicada el lunes por el
periódico New York Times, se suma a otras
hipótesis barajadas hasta ahora sobre el
apresamiento de Conrado Hernández. En círculos
empresariales y diplomáticos, se especuló
incluso con la posibilidad de que estuviera
involucrado en el cobro de comisiones ilegales
por su estrecha relación con Lage, acusado
veladamente por el régimen castrista de
corrupción cuando fue fulminantemente cesado.
El Gobierno vasco
negó ayer cualquier relación entre el trabajo
que desempeñaba Hernández para su oficina
comercial y la investigación abierta por las
autoridades cubanas. «Ese proceso no tiene nada
que ver con las actividades que haya realizado
como delegado de la SPRI», aseguró la portavoz
en funciones del Gabinete de Juan José Ibarretxe,
Miren Azkarate, quien no aclaró si conoce los
cargos que podrían pesar sobre su empleado.
Conrado Hernández,
de unos 60 años, nacionalidad cubana, casado y
con varios hijos, es el representante de la SPRI
en Cuba desde la creación de la sede, en 1998.
Desde ella ejerce de intermediario entre el
Gobierno cubano y las empresas vascas con
intereses comerciales en la isla, donde hay
instaladas unas 40 firmas procedentes de Euskadi.
Hernández, que tiene una hija que estudia con
beca en España, fue detenido el pasado 14 de
febrero en el aeropuerto de La Habana cuando se
disponía a viajar con su mujer a Bilbao para
asistir a una reunión de trabajo.
Pocos días antes,
Carlos Lage y Pérez Roque quedaron fuera del
Gabinete en una destitución fulminante que Fidel
Castro atribuyó a que se dejaron tentar por «la
miel del poder». «El enemigo externo se llenó de
ilusiones con ellos», ha señalado el histórico
líder comunista. Ambos altos cargos están en
libertad tras admitir sus «errores».
Bromas sobre Fidel
Con estas
declaraciones, cobra fuerza la tesis del
espionaje para explicar la investigación abierta
a Conrado Hernández. Al parecer, las
conversaciones que habría grabado a Lage y Pérez
Roque podrían contener duras críticas al régimen
e, incluso, bromas sobre Fidel Castro acerca de
su edad y enfermedad, y sobre su hermano Raúl,
presidente del país, de quien dudaban de sus
capacidades al frente del Gobierno. Además, los
dos altos mandatarios se presentarían como
cabezas visibles de un supuesto cambio político
que decían tener controlado.
Un portavoz de
Asuntos Exteriores en Madrid explicó ayer a este
periódico que el Ministerio desconoce esta
hipótesis y recordó que la nacionalidad cubana
de Hernández limita la tareas de afrontar
eventuales pesquisas diplomáticas. Desde la
detención, la consejería de Industria del
Ejecutivo autónomo, de la que depende la SPRI,
no tiene noticias sobre su delegado. Una
comitiva encabezada por el viceconsejero del
área, José Ignacio Zudaire, se entrevistó este
lunes en La Habana con las autoridades cubanas
para interesarse por la situación de Hernández y
el futuro de la oficina de relaciones
comerciales.
Miren Azkarate dio
ayer cuenta de esas reuniones. Aunque no aclaró
la situación del delegado, la portavoz del
Gobierno vasco en funciones mostró la
disposición del Ejecutivo cubano a «seguir
colaborando» en materia empresarial y anunció la
intención de la Consejería de Industria de
mantener la delegación de la SPRI y nombrar «en
breve plazo» al sustituto de Hernández.