The Abuses In Iraq Were Learned In Operation Condor

By Manuel E. Yepe

 

A CubaNews translation by Will Reissner.
Edited by Walter Lippmann.

 

In a report presented last February in Geneva by former UN High Commissioner for Human Rights Mary Robinson, the International Commission of Jurists (ICJ) called upon President Barack Obama to put an end to the violations of human rights that have been a part of United States policy since the September 11, 2001 attacks.

 

The Commission asked Obama not only to overturn this policy but also to investigate those responsible for having carried it out.

 

The report was prepared by a panel of prestigious international jurists who spent three years traveling to all regions of the world holding hearings that revealed that the planet had made a terrible return to the past with regard to respecting international law and human rights. It stated that “if we do not act now, we run the risk that the damages inflicted on international law could become permanent.”

 

The panel’s conclusions paint a picture of the scope of the terror carried out by the world’s number one power, which then spread to numerous other countries around the world who took advantage of the prevailing climate to settle their own accounts, according to a piece published by Página/12 in Argentina by journalist Eduardo Febbro, which was based on an interview with Federico Andreu Guzmán, general counsel of the ICJ.

 

Andreu Guzmán points out that the report “calls upon the new U.S. administration to revise the entire policy that was adopted after September 11, 2001 through the Patriot Act....For example: the practice of keeping people in prison completely incommunicado and for indefinite periods violates basic precepts of international law, human rights, and international humanitarian law. The gains that have been made since passage of the Universal Declaration of Human Rights have been set back;...the well-known practice of extraordinary renditions [wherein terrorism suspects are sent to countries other than the United States to be held and interrogated], are a form of international kidnapping. Therefore the time has come to put an end to this.”

 

When the journalist compared the U.S. forms of carrying out kidnappings, indiscriminate arrests, tortures, clandestine movements, and detentions without charges with what took place in Argentina at the Navy Mechanical School (ESMA), Andreu Guzmán notes: “If you look back at the report on Argentina issued by the Inter-American Commission on Human Rights in 1987, you see that a lot of what was done then during the antiterrorist struggle looks very familiar. Operation Cóndor is very similar to the policy of extraordinary renditions implemented by the United States. In Operation Cóndor people were kidnapped in one country and then surfaced in another country. There are many similarities with the old authoritarian methods of confronting real or supposed problems.

 

“And you need to remember that right after the terrible events of September 11, the Security Council of the UN adopted Resolution 1371, which called on all member states of the UN to fight terrorism. This resolution allowed immense discretion about how to do that, without any reminder of the obligations regarding human rights, international humanitarian law, or the rights of refugees.... The fact is that there is no single war against terrorism. There are acts of terror in certain countries. When they take place in times of peace they can be dealt with through police operations. And when they take place in times of war, they can be dealt with using the standards laid out by international humanitarian law.”

 

The ICJ’s report calls upon President Obama to address the abuses of the antiterrorist struggle and to carry out a “far-reaching and transparent” investigation. In this regard, Abreu Guzmán points out: “In the course of this so-called war against terrorism many abuses have been committed.... Knowing that all this was not a result of individual decisions but rather a state policy, you would have to ask if this does not fall under the definition of crimes against humanity. Torture was widely practiced, as were arbitrary detentions for indefinite periods. We believe that not only is it now time to eliminate these measures, but also to investigate those responsible for planning and carrying out these measures.”

 

Although the worldwide corporate media may try to hide it, there is an obvious and unhappy similarity between the abuses committed by the U.S. occupation forces against its prisoners in Iraq and the outrages committed some years ago against revolutionaries and those suspected of being revolutionaries who were held in the jails of the military tyrannies of Latin America, with U.S. military experts as advisors...but who still are waiting for justice.

 

April 2009


 

En Cóndor se ensayaron los abusos de Irak
Por Manuel E. Yepe

En un informe presentado en Ginebra por la ex Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos Mary Robinson, la Comisión Internacional de Juristas (CIJ) formuló en febrero último un llamado al presidente Barack Obama a que ponga fin a las violaciones de los derechos humanos presentes en la política de Estados Unidos luego de los atentados del 11 de septiembre de 2001.

La Comisión pidió a Obama no sólo un cambio en el rumbo de esa política sino que, además, se investigue a los responsables de haberla ejecutado. El informe, que fue elaborado por un panel de prestigiosos juristas internacionales que durante tres años recorrió todas las regiones del mundo haciendo audiencias por las que pudo constatar que el planeta había hecho un espantoso retorno al pasado en materia de respeto del derecho internacional y de los derechos humanos, alertó que “si no logramos actuar ahora, nos arriesgamos a que los daños infligidos al derecho internacional se hagan permanentes”,

Las conclusiones del panel delinean el panorama de terror difundido por la primera potencia mundial, extendido a numerosos otros Estados del mundo que se aprovecharon del clima para arreglar sus propias cuentas, según valoración del periodista Eduardo Febbro en un trabajo publicado por Página/12, de Argentina, centrado en una entrevista con Federico Andreu Guzmán, consejero general de la CIJ.

Andreu Guzmán señala que en el informe “se le pide a la nueva administración norteamericana que revise toda la política que se adoptó a partir del 11 de septiembre de 2001 mediante la ley patriótica. […] Por ejemplo: las prácticas que consisten en mantener presa a la gente de manera incomunicada, de modo permanente, indefinido, viola preceptos básicos del derecho internacional, de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario. Las conquistas que se han logrado desde la Declaración Universal de los Derechos Humanos han sido vulneradas; […] las famosas rendiciones extraordinarias [a cuyo amparo los sospechosos de terrorismo son enviados a otros países diferentes de Estados Unidos para encarcelamiento e interrogación], son una forma de secuestro internacional. Ha llegado entonces la hora de superar esto”.

Al comparar el periodista la forma estadounidense de actuar mediante secuestros, arrestos indiscriminados, torturas, traslados clandestinos y detenciones sin cargos con lo que aconteció en la Argentina en la Escuela de Mecánica de la Armada, la ESMA, Andreu Guzmán señala:

“Si uno revisa, por ejemplo, el informe sobre la Argentina elaborado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en 1987, se verá que mucho de lo que se hizo durante la lucha antiterrorista es muy parecido. La Operación Cóndor es muy similar a la política de rendiciones extraordinarias implementada por Estados Unidos. En la Operación Cóndor se secuestraba gente en un país y luego aparecía en otro país. Hay muchas similitudes con los viejos métodos autoritarios de enfrentar problemas reales o supuestos.

“Y hay que acordarse de que tan pronto se produjeron los terribles eventos del 11 de septiembre, el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó la resolución 1371 que creó la obligación, para todos los Estados miembros de la ONU, de combatir el terrorismo. Esa resolución dio una inmensa discrecionalidad para hacerlo, sin recordar las obligaciones en materia de derechos humanos, de derecho internacional humanitario, ni derecho de refugiados. […] En realidad, no hay una guerra contra el terrorismo. Hay actos de terror en ciertos países que se pueden controlar, cuando se dan en tiempos de paz, con operaciones de policía y, cuando se dan en tiempos de guerra, con los estándares que prescribe el derecho internacional humanitario”.

El informe del CIJ pide al presidente Obama que remedie los abusos de la lucha antiterrorista y que se haga una investigación “amplia y transparente”. Al respecto, Abreu Guzmán puntualiza:

“En el curso de esta llamada guerra contra el terrorismo se cometieron muchos abusos. […] cuando sabemos que todo esto no fue objeto de decisiones individuales sino de una política de Estado, uno podría plantearse si esto no entra en la configuración de crímenes de lesa humanidad. La tortura fue también ampliamente practicada, así como las detenciones arbitrarias por tiempo indefinido. Creemos que es hora no sólo de que se anulen todas estas medidas, sino también de que se investigue a los responsables que planearon y ejecutaron estas medidas.”

Aunque los medios de prensa corporativos a nivel mundial lo oculten, son tristemente evidentes las características similares de los abusos cometidos por las fuerzas de ocupación de EEUU contra sus prisioneros en Irak y los desmanes contra los revolucionarios y sospechosos de serlo detenidos en las cárceles de las tiranías militares de Latinoamérica con asesoramiento de expertos militares estadounidenses, hace algunos años… pero aún pendientes de justicia.

http://www.poresto.net/internacional/30042-en-condor-se-ensayaron-los-abusos-de-irak