The Basque government meets with the authorities
in Cuba to ask about the SPRI representative

Conrado Hernández was arrested February 14 after the sudden dismissal of high officials of the Cuban administration

MILAGROS LÓPEZ DE GUEREÑO, Correspondent, Havana

A CubaNews translation by Will Reissner.
Edited by Walter Lippmann.

The Basque delegation used the trip to Havana to plan out the future of the office

A delegation from the Basque government, headed by the regional vice-minister of Industry, José Ignacio Zudaire, met yesterday with authorities from the administration headed by Raúl Castro to ask about the fate of the Cuban official Conrado Hernández, director of the office of the Society for Industrial Promotion and Reconversion (SPRI). The whereabouts of Hernández, who has managed the SPRI office in Havana since its creation in 1998, has been unknown to the Basque administration since he was detained on February 14.

Zudaire has gone to the Caribbean island along with Mauri Lazkano and Leyre Madariaga, respectively General Director of the SPRI and Director of Internationalization, as well as Jasone Aretxabaleta, a cabinet official of the regional ministry of Industry. At the organization’s headquarters, the delegation from the Basque government declined to make statements about Hernández’s situation and the results of their meeting with representatives of the Castro administration. Instead they deferred to a communique that Ibarretxe’s cabinet itself may issue today.

“Internal matter”

The visit of the regional ministry of Industry had been requested at the time Hernández’s arrest became known. Sources consulted by EL CORREO attributed the detention of the SPRI representative in Havana to a question of an “internal matter” related to the sudden removal of high officials of the Cuban government, among them the ex-vice-president Carlos Lage, a childhood friend of Conrado Hernández, and the ex-foreign minister Felipe Pérez Roque.

Both are free at present, although they admitted their “errors” after Fidel Castro pointed to them from his retirement. Castro accused them of becoming tempted by the “sweetness of power” and of allegedly succumbing to “ambitions that led them to an unworthy role.” He warned that “the external enemy was filled with illusions about them.”

If the theory that the detention is due to a case of internal policy is confirmed, the SPRI and the Basque companies that have had commercial dealings with the Cuban government for years would remain free of any suspicion. However, the official silence regarding the causes that led to the arrest of Hernández set off rumors among business owners and diplomats. Initially there was speculation about the possibility that the SPRI representative was allegedly involved in payments of illegal commissions and managerial wrong-doing. Other sources even suggested the possibility that the official would be accused of espionage and conspiracy.

The Basque delegation, which has spent barely a day and a half on the island, also used the visit to plan for the agency’s future in Cuba. According to protocol, the designation of a new SPRI director must be approved by the Cuban authorities.
 

Ibarretxe y Hernández, durante un acto oficial en Cuba./ E. C.

 

El Ejecutivo lleva la carta para que las autoridades den el visto bueno a un nuevo responsable

 

Una delegación del Gobierno vasco llegará el domingo a La Habana para recibir información de primera mano sobre la situación legal y los cargos imputados a Conrado Hernández, el funcionario cubano detenido a mediados de febrero que durante diez años ha dirigido la oficina de la Sociedad para la Promoción y Reconversión Industrial (SPRI). Según fuentes consultadas por EL CORREO, será una visita relámpago de cuatro altos cargos de la entidad dependiente de la consejería de Industria, Comercio y Turismo, quienes permanecerán en la capital de la isla dos días hábiles.
 

Además de interesarse por Hernández, la comitiva presumiblemente llevará consigo la carta para que el Gobierno de Cuba dé el visto bueno a un nuevo responsable para la agencia vasca en aquel país. El Ejecutivo de Vitoria solicitó a las autoridades castristas permiso para desplazarse a La Habana en cuanto trascendió el arresto de Hernández. Pero el gabinete de Raúl Castro respondió: «No es un buen momento». Posteriormente, también fueron lacónicos al asegurar que el director de la SPRI se encontraba «bien».
 

Más de mes y medio después, el silencio oficial sigue siendo total. Muy pocos cubanos saben de la detención del funcionario, que algunas fuentes relacionan con la sorpresiva destitución de varios altos cargos del Gobierno, entre ellos el ex vicepresidente Carlos Lage, amigo de la infancia de Conrado, y del ex canciller Felipe Pérez Roque.
 

Mutismo
 

Ambos fueron acusados por Fidel Castro de haber incurrido en «ambiciones que les condujeron a un papel indigno. El enemigo se llenó de ilusiones con ellos». Ellos reconocieron sus «errores» y el nuevo ministro de Exteriores, Bruno Rodríguez, intentó más tarde quitarle hierro al asunto afirmó que ambos siguen perteneciendo al Partido Comunista de Cuba.
 

Oficialmente, es imposible confirmar de qué se acusa a Hernández, aunque algunas fuentes han señalado que la imputación sería «tan grave» que merecería un «castigo ejemplar». Al tratarse de un ciudadano cubano, la embajada española no puede intervenir.
 

Un experimentado observador de los asuntos del país caribeño ha insistido en que solo cuando los casos son realmente delicados se mantiene tanto mutismo. Mientras tanto, la esposa de Conrado Hernández ha vuelto a residir en el piso que poseen en un edificio de 'microbrigada' -inmuebles construidos por sus propietarios- en el barrio del Vedado. Un vecino del bloque ha explicado a los medios de comunicación que cuando le preguntan por su esposo, responde que está de viaje.

http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/20090401/politica/gobierno-vasco-viaja-cuba-20090401.html