CÁTEDRA DE ESTUDIOS
ANTONIO GRAMSCI
En enero del 2009 se
cumplirán 50 años del triunfo del poder
revolucionario. Este poder se propuso llevar
a cabo un programa de justicia social en
Cuba, utópico a los ojos de muchos en ese
momento. Los que hoy recibimos este mensaje
hemos vivido su proceso.
Muchas frustraciones,
logros y esperanzas se movilizan en las
cubanas y los cubanos, cuando desde el
compromiso individual con la Revolución se
piensa en el significado de todo su tiempo
de vida.
Para hacer confluir en
un mismo espacio-tiempo nuestras
experiencias, saberes y emociones, y
articular sensibilidades e intentos pensando
y haciendo política en la Revolución, la
Cátedra Antonio Gramsci del ICIC Juan
Marinello convoca de modo abierto, en
ocasión de este aniversario, el Ciclo-Taller
VIVIR LA REVOLUCIÓN A 50 AÑOS DE SU
TRIUNFO.
En el Ciclo
trabajaremos en un espacio de diálogo y de
participación consciente, crítica y
propositiva, concentrándonos en todo lo que
podemos hacer en la coyuntura que marca este
50 aniversario.
Nos proponemos:
-
Reconocer experiencias de trabajo, proyectos
y sensibilidades enfocadas a la
transformación socialista de la realidad
cubana.
-
Legitimar las vivencias y experiencias de
las personas y grupos como expresiones de
los procesos de la Revolución y la
transición socialista.
-
Integrar la
Revolución cubana como proceso y el
socialismo como proyecto.
-
Contribuir al empoderamiento de las personas
y grupos en sus prácticas cotidianas.
El primer taller
tendrá lugar el viernes 30 de enero del
2009 en el ICIC Juan Marinello de
9:00am a 1:00pm. La temática
será: Sentidos y significados de la
Revolución en la vida de nosotros.
Coordinadores/as:
Alexander
Correa Gleydis
Martínez
Ariel
Dacal Ernesto
Morejón
Julio Antonio
Fernández Diosnara Ortega
Julio César
Guanche Ailynn
Torres
Hiram
Hernández
Llanisca Lugo
Convocatorias
anteriores:
TALLER PERMANENTE
«Revolución bolchevique,
historia de la URSS y Cuba. Análisis crítico
socialista desde el siglo XXI»
Fundamentación del
proyecto
:
I.-
La autenticidad de la
Revolución cubana no se encuentra solo en su
origen, en su nacionalismo revolucionario,
sino en su proceso: en la alternativa que
buscó seguir en los años sesenta respecto a
la experiencia de la URSS, y asimismo a
partir de mediados de los ochenta, como
muestran los cortes representados por el
Proceso de Rectificación de errores y
tendencias negativas (1986), la discusión
suscitada alrededor del Llamamiento al IV
Congreso del Partido Comunista de Cuba
(1990-1991) y, desde luego, la política
seguida a partir de la caída del «socialismo
real» (1989-1991), que consiguió la
sobrevivencia del proyecto revolucionario
nacional.
Sin embargo, su
autenticidad no se realiza en un horizonte
de autarquía: no fue una autenticidad «autosuficiente»,
sin raíces en el pasado y con garantía
cierta hacia el futuro. Ha sido un proceso
de creaciones, sobrevivencias y luchas,
sometido a la enemistad y la agresión
sistemática de los Estados Unidos, a la
geopolítica y a las desventajas provenientes
de la posición de Cuba respecto al
capitalismo mundial.
Por todo ello, si
bien el programa de la Revolución ha sufrido
diversas influencias y determinaciones,
también ha sabido ubicar y defender una
calidad propia dentro de ellas.
Una de las
influencias y determinaciones mayores
experimentadas por el proceso y el proyecto
cubano está constituida por los vínculos que
guardó durante más de tres décadas con el
régimen soviético. Después de una intensa
relación con la ex URSS, tras el derrumbe
del campo socialista euroriental el discurso
político en la Isla ha atravesado por
diversos momentos: desde el llamado a
analizar aquella experiencia para evitar la
reedición de «errores y desviaciones»
presentes en ese proceso, hasta la
paralización de dicho enunciado, al punto de
parecer indicar que el modelo cubano,
gracias al aval prestado por su propia
supervivencia, no guarda relación alguna con
lo probado en aquella geografía política.
Al fin, se ha
producido un análisis marcado por la
ambigüedad sobre la experiencia soviética,
que ilustra meramente «lo malo que les fue,
lo malo que hicieron» o resalta solo lo que
real o supuestamente tuvo de positivo esa
experiencia.
Criticar el «socialismo
real» implica no solo denunciar los «errores
y desviaciones» emergentes en la URSS a
partir de la década del veinte del siglo XX.
Implica analizar la historia soviética,
europea y mundial en cuanto se refiera a la
experiencia soviética; y la historia de sus
consecuencias para las relaciones Cuba-URSS.
Asimismo, supone enfrentar una discusión
sobre el concepto del socialismo (los
conceptos simultáneos —coexistentes en el
mismo momento— y también los conceptos
sucesivos), sobre las ideas sobrevivientes a
la caída del «socialismo real» que deben ser
impugnadas por una práctica y unas ideas
revolucionarias que se planteen refundar el
socialismo sobre bases revolucionarias.
Así, afirmar el
carácter auténtico de la Revolución cubana
no necesita desconocer el peso de la
herencia soviética en el país sino lo
contrario: es una propuesta que, a partir de
reconocer su existencia, mueve a asumirla o
a impugnarla, pero nunca a asimilarse a
sufrir sus efectos por la vía del
desconocimiento.
La tesis según la
cual «a medida que pase el tiempo irá», como
consecuencia lógica, «disminuyendo» tal
influencia, y que ahora ya resulta
extemporáneo hablar de «la pervivencia de la
influencia soviética en Cuba», acaso revela,
entre otras cosas, ignorancia intelectual,
intereses políticos específicamente
conservadores, precario entendimiento de las
"necesidades de la unidad", y escaso aprecio
al conocimiento.
En otro plano, habría
que identificar cómo ese pensamiento nace de
la misma matriz del marxismo soviético, con
sus ideas sobre el «evolucionismo» y el «progreso».
En política revolucionaria, el tiempo no
sana las heridas, solo la propia política
puede obrar tales milagros.
II.-
En el debate en curso
alrededor de la política cultural cubana,
suscitado durante los meses de enero y
febrero de 2007, dos de las tesis que gozan
de mayor consenso son: 1) la necesidad de
releer la experiencia socialista del siglo
xx , y con ello analizar el legado soviético
en Cuba, en lo que tiene de herencia y de
pervivencia; 2) el papel que las jóvenes
generaciones de cubanos pueden y deben
desempeñar en la construcción de una
política revolucionaria hacia el futuro de
la nación.
Si bien el análisis
del primero de estos temas conduce a
considerar la experiencia misma de la URSS y
su socialismo, y no solo la historia de sus
relaciones con Cuba, el Taller «Revolución
bolchevique, historia de la URSS y Cuba.
Análisis crítico socialista desde el siglo
XXI» surge desde la siguiente constatación:
e l balance de la influencia soviética en
Cuba no se ha saldado de manera expresa, si
entendemos que ello supone realizar, de una
parte, el análisis de la experiencia
soviética, y por otra, el objetivo
intelectual-político de distinguir
el régimen soviético del concepto del
socialismo revolucionario. Por ello, aunque
pudiese parecer tardía, entendemos que se
trata de una discusión con plena vigencia.
El Taller pretende contribuir a realizar ese
propósito.
Este Taller
constituye una instancia horizontal que se
sirve del capital intelectual de numerosas
instituciones cubanas y ofrece puentes de
comunicación entre los resultados analíticos
obtenidos por ellas.
El Taller es
convocado por la Cátedra Antonio Gramsci del
Centro de Investigación y Desarrollo de la
Cultura Cubana Juan Marinello y por este
propio Centro, con el apoyo del Ministerio
de Cultura.
Objetivos:
a) estudiar y
analizar el conjunto de la experiencia de la
Revolución bolchevique y de la historia de
la URSS , en sus hechos, ideas y
condicionamientos;
b) reconstruir los
rasgos integrales de la relación entre Cuba
y la URSS en algunos momentos previos a
1959, y sobre todo durante el proceso
revolucionario;
c) hacer un balance y
contribuir a realizar un profundo análisis
del saldo que nos hayan dejado las
relaciones y la influencia soviética en
Cuba;
d) sumarse desde Cuba a
las reflexiones teóricas y a las creaciones
actuales sobre el socialismo.
Estructura y visión del
proyecto:
1- La Revolución
cubana, a la vez que es una experiencia de
capital importancia de praxis socialista y
de liberación, y que su peso y su actuación
internacionalistas son factores cardinales
en las luchas de liberación y socialistas
actuales, debe ser un foco y una fuente de
reflexiones sobre el socialismo «del siglo
XXI».
2- El Taller busca
poner al servicio del proyecto
revolucionario las competencias analíticas
de un grupo de investigadores e
intelectuales de diversas zonas del saber,
para contribuir, en la medida de sus
posibilidades, a contrarrestar el cuerpo de
ideas que, proveniente de toda una
estructura política del saber, se reproduce
a diario contra las ideas socialistas y
revolucionarias, como también las que
reproducen la ignorancia y el no abordaje de
estos temas.
3- Es una instancia
pluri e intergeneracional y multi e
interdisciplinaria, pues se preocupa por
pensar un discurso global sobre la sociedad,
sin compartimentos estancos, que se
enriquezca a través de la pluralidad de
perspectivas. El Taller tiene como premisa
reflexiva reivindicar el horizonte de
totalidad que debe presidir cualquier
análisis marxista.
4- El Taller busca,
desde sus posibilidades específicas,
contribuir a identificar, construir y
desarrollar armas intelectuales de
resistencia para la sociedad cubana en su
lucha contra el capitalismo y por un
socialismo revolucionario.
5- El empeño del
Taller se suma a lo que la Revolución viene
haciendo en materia de instituir eficazmente
la actitud crítica, pruebas recientes de lo
cual son la creación del espacio "Palabras a
los intelectuales", en la Biblioteca
Nacional José Martí y el taller "El
Quinquenio gris: revisitando un término",
convocado por el Centro Teórico-Cultural
Criterios, entre otros ejemplos.
Metodología de
trabajo:
El Taller basa su
labor, fundamentalmente, en dos metodologías
de trabajo.
La primera de ellas,
intenta la construcción de un saber
colectivo desde los métodos de la educación
popular y está compuesto por un grupo de
trabajo de 40 personas, que sesiona con
frecuencia mensual.
La segunda
metodología, igualmente con frecuencia
mensual, es una vía de socialización de los
resultados de trabajo a través de sesiones
abiertas al público, donde se somete a
discusión los resultados analíticos
obtenidos por el grupo de Trabajo. Así, se
configura como un espacio de debate público
sobre los temas propuestos para cada sesión.
Los materiales de cada
Taller se divulgarán lo más ampliamente que
sea posible, utilizando los medios al
alcance. El principio de esa divulgación es
el mismo que rige al Taller: ser una
instancia que contribuya a fortalecer la
hegemonía de las ideas socialistas en la
sociedad cubana.
Como método de
exposición proponemos:
a) uno o más
conferencistas que precisen información y
criterios sobre el tema destacando ideas
concretas para el debate;
b) discusiones amplias.
Cuando el caso lo permita, diferentes grupos
expondrían las posiciones contrarias sobre
un problema, para hacer más fructífero el
debate;
c) análisis previos de
temas y discusión grupal.
d) análisis y discusión
de textos referidos al problema en cuestión.
e) elaboración de
documentos que recojan sintéticamente los
resultados de la discusión.
El Taller sostendrá la
edición y actualización de un sitio web y
utilizará otros medios de divulgación que
estén a su alcance. Para esas tareas
solicita apoyo material del Ministerio de
Cultura y el ofrecimiento de hosting y
nombre de dominio para el sitio en Cubarte.
El proyecto tiene una
estructura horizontal, que cuenta solo con
secretarios para la coordinación de las
actividades del Taller, electos por
consenso, que rinden cuentas con brevedad de
su gestión en cada actividad del Taller y
son revocables en todo momento.
Sugerencias de
contenido de los primeros Talleres:
1ª Sesión: Mesa de
objetivos y contenidos: Fernando Rojas ,
Fernando Martínez H. y Julio César Guanche ,
que se referirán a la historia de la URSS ,
a Cuba y su relación con la URSS , y a los
problemas actuales que motivan y a los
cuales quiere satisfacer el Taller (10
minutos cada uno). A continuación se
efectuará la primera Exposición para el
debate:
«La Revolución
bolchevique: triunfo, consolidación y
quebranto».
Comentarista: Fernando
Rojas
2ª Sesión: «El régimen
posrevolucionario en la URSS. Rasgos
fundamentales y proceso histórico del
llamado stalinismo».
Comentarista: Ariel
Dacal
3ª Sesión: «Universalización
del comunismo: Internacional Comunista,
alianzas antifascistas y Guerra Fría.
América Latina y Cuba».
Comentarista: Juan
Valdez Paz
4ª Sesión: «Cuba y el
socialismo durante la república hasta 1953».
Comentarista: Fernando
Martínez Heredia
5ª Sesión: «El Moncada,
la insurrección, las ideas socialistas y el
movimiento comunista».
Comentarista: Julio
César Guanche
6ª Sesión: « La URSS
después de Stalin. El XX Congreso del PCUS,
el Gobierno Jruschov, el ‘deshielo', el
inicio de la reforma económica».
Comentarista: Aurelio
Alonso
7ª Sesión«1959-1961. El
nuevo poder revolucionario, las relaciones
con la URSS y la ideología».
Comentarista: Hiram
Hernández Castro
8ª Sesión: «1959-1962.
El socialismo y la revolución cubana. Hechos,
ideas, diferencias, confrontaciones y
condicionamientos».
Comentarista: Alexander
Correa
9ª Sesión: «¿Qué
socialismo? Concepciones, contradicciones y
polémicas» - Alfredo Guevara .
Comentarista: Alfredo
Guevara